jueves, 18 de noviembre de 2021

CAZAFANTASMAS: MÁS ALLÁ, ahora vamos bien (crítica sin spoilers)

Hay sagas y franquicias que parten del potencial de su primera entrega, pero que no logran avanzar más allá de eso, y uno podría pensar que esa es la mejor definición para algo como Cazafantasmas. Es indudable que la película original de 1984 es todo un icono de aquella década, éxito que luego se intentó repetir en su secuela de 1989 que no convenció tanto en cuanto a calidad, además de tener que luchar en la taquilla de aquel año con pesos pesados como el primer Batman de Tim Burton o Indiana Jones y la última cruzada. Resulta curioso porque a diferencia de otras franquicias, de las que se ha abusado con un sinfín de secuelas, la hipotética tercera entrega nunca llegó a concretarse, haciéndola cada vez más improbable con el paso de los años (a lo que añadir el triste fallecimiento en 2014 del actor Harold Ramis, miembro del cuarteto original)

En 2016 se llevó a cabo un reboot donde se intentó repetir el esquema pero pasando de masculina a femenina la identidad del cuarteto protagonista, en un film que tampoco estaba tan mal, siempre tomándolo como el sencillo entretenimiento que era. La cinta fue vapuleada medianamente por la crítica y de una forma mayoritaria por el público, por lo que igual se podría decir que la franquicia no daba para más, hasta que llegó Jason Reitman (el hijo de Ivan Reitman, director de las dos primeras películas) para esta "tercera" entrega.

Y es que en este secuela se enfoca mejor algo que podría ya haberse hecho en el polémico reboot de 2016, que además contaba con los miembros originales como aqui: situarlo en el mismo universo. Con esto me vengo a referir a que aunque en la película de Paul Feig se notaba la sombra de la original (desde mi punto de vista tratada con respeto, según otros ultrajando recuerdos de su infancia) todos los personajes eran nuevos, e incluso los cameos de Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y Sigourney Weaver eran tan solo meros guiños de complicidad hacia el espectador veterano. ¿Por qué no se optó por ejemplo que alguna de las actrices protagonistas hubiera sido la hija de algún miembro del cuarteto original? Siendo ese el mayor error que uno le puede achacar al mencionado reboot, la lección parece que quedó aprendida y esta Cazafantasmas: Más allá es la evidente tercera entrega al SI tener a los personajes originales.

El problema está en que la primera parte se estrenó hace casi cuatro décadas, y su secuela también tiene más de 30 años, con lo cual el reparto envejece y ya no está para muchos excesos. ¿Cómo congeniar entonces con las nuevas generaciones sin menospreciar a las más veteranas? Con respeto hacia las cintas originales (aunque alguno dirá que un tanto excesivo, ya que en su último tramo hay momentos bastante paralelos) pero abriendo la puerta a una regeneración de la franquicia con nuevos actores. Eso fue lo que se propuso (sin éxito) el film de 2016, pero aqui se subsana tirando de nostalgia ya que el personaje que interpreta la joven Mckenna Grace bien pronto descubrirá que uno de los Cazafantasmas originales fue su abuelo, siendo sencillo deducir cual con solo ver como la caracterizan. A partir de ahi será solo cuestión de tiempo que forme un nuevo y joven (e inexperto en inicio) grupo para seguir el legado de su abuelo.

El hecho de abandonar los escenarios urbanos de las dos primeras películas y decantarse en este caso por una ambientación rural me parece un acierto por parte de sus responsables, ya que las ciudades siempre evolucionan, mientras que un pueblo siempre puede tener el aspecto de haberse quedado anclado en el pasado, como se busca aqui en clara referencia a la década de los ochenta. Dicha idea también está patente en el otro joven protagonista de este film, encarnado por el actor Finn Wolfhard, que ha alcanzado la fama en vehículos nostálgicos de la citada década como la serie Stranger Things o las dos entregas que adaptan el It de Stephen King. También resultan convincentes los dos adultos principales, encarnados por Carrie Coon y Paul Rudd, este último dando vida a un profesor que en vez de dar clases les pone a sus alumnos cierto tipo de cine, en el clásico formato VHS, también muy acorde a la década que se quiere recordar.

Pero llegados a este punto cabe preguntarse... ¿que pasa con los actores más veteranos? Pues salen todos recuperando a sus antiguos personajes, en un tramo final tan nostálgico como emotivo, que logró aclamaciones, risas y también alguna lágrima, sobretodo en como se decide recordar al difunto Harold Ramis, con un giro de guión tan bonito como coherente teniendo en cuenta la temática de esta franquicia. De todas maneras se echa en falta a cierta persona cuando se ven los titulos de crédito finales al ritmo de la clásica canción de Ray Parker Jr.... hasta que aparece en la primera de los dos escenas post créditos, probablemente porque no encontraron otro hueco dentro de la historia, pero recordando con uno de los miembros originales otro de los momentos más divertidos del film de 1984. La segunda escena sería al finalizar los mismos, dejando las puertas abiertas a una posible y ahora mismo tentadora secuela.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 3 de diciembre de 2021.
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: El buen equilibrio que mantiene esta película entre el vehículo para la nostalgia que se espera que sea y la puerta abierta a una posible revitalización de la franquicia que se pretende. Tambien el nostálgico y emotivo homenaje hacia el difunto Harold Ramis.
  • LO PEOR: Quizás se echan en falta más novedades aparte de su joven y adecuado reparto, aparte de un guión funcional pero que en algunos momentos resulta algo acomodaticio.

2 comentarios:

Ainhoa dijo...

Una reseña excelente, graxias

Chacal dijo...

Muchas gracias. :D