martes, 5 de julio de 2022

THOR LOVE AND THUNDER, ¡a por la cuarta! (crítica sin spoilers)

Cuando se empezó a crear el universo Marvel cinematográfico he de admitir que pensaba que el reto más dificil sería Thor, cuyo estilo y estética lo veía dificil de trasladar a la pantalla. En ese sentido veía más fácil a Iron Man (que después de todo fue la "piedra inaugural") y Capitán América (que creo que es el que ha tenido una trilogia más homogénea) Por todo aquello del tono tipo Shakespeare que uno relaciona con las mitologias, la primera cinta resultó entretenida bajo la batuta de un experto en el tema como Kenneth Branagh, y poco más de dos años después llegó su secuela, que para muchos es el título más flojo de todo este universo cinemotográfico (a mi me entretuvo pero posteriores films la han hecho descender de mi ranking)

Para la tercera entrega se optó por un cambio radical de estilo, que quedó evidente en el trabajo de su director (Taika Waititi), logrando con Ragnarok la mejor recaudación de esta franquicia (hasta entonces), pero también una total disparidad entre los que disfrutaron con ella (como me ocurrió a mi) y a los que se les atragantó ese toque paródico que en algunos momentos se hacía un tanto excesivo. Pero como el dinero es lo que prima, ese Thor del que dudaba en inicio llega a su cuarta película en solitario (primer personaje Marvel en lograrlo), de nuevo con Taika Waititi dirigiendo y con el regreso de la Jane Foster de Natalie Portman (ausente desde la secuela de 2013)

Justamente es la citada actriz uno de los mayores alicientes para ver esta secuela, y aunque ella cumple bien con su función, incluyendo la misma excusa argumental que en los comics para que se convierta en la Poderosa Thor, la sensación final es que o bien no se acaba de aprovechar del todo su presencia, o bien es la propia actriz quien no tiene mayor interés que el cheque que haya cobrado (aunque también cabe la posibilidad de que con un metraje inicial de 4 horas, al pasar por la sala de montaje mucho de lo suyo haya acabado descartado) De todas maneras la escena final tras los títulos de crédito la presenta entrando en otro mítico escenario del universo Marvel por el que igual pasarán en algún futuro proyecto... o no (la otra escena enmedio de los créditos finales sirve para presentar a un nuevo personaje con el que ampliar este universo, relacionado con el interpretado con un tono muy socarrón por Russell Crowe)
 
Quien parece disfrutar a tope es un Chris Hemsworth que ya en el film precedente demostró que se encuentra más a gusto con la comedia de Ragnarok que con la grandilocuencia inicial de sus dos primeras películas, encontrando en el director Taika Waititi la justificación perfecta para volver a ofrecer una interpretación en la que, cada vez más, es dificil discernir al Thor de las viñetas, sino al mencionado actor interpretando al Dios del Trueno. Aqui nos lo presentan en un principio buscando la serenidad (a su manera) tras todas las desgracias acontecidas (sobretodo sus pérdidas familiares) junto con los Guardianes de la Galaxia, si bien la presencia de estos se ciñe a dicha introducción, ya que separarán sus caminos cuando Thor se entere de la existencia del Carnicero de los Dioses. Pero al poco de empezar a seguirle la pista se llevará una sorpresa al encontrarse a la poderosa Thor.

Si en las viñetas se mantuvo el misterio sobre su identidad durante cierto tiempo, en la película todo queda desvelado en un momento, con lo cual no hay ningún detalle a destripar (o sea, ningún spoiler) si eso se da ya por supuesto (como ha hecho la propia campaña promocional de esta cinta) Eso no es obstáculo para que a partir de ahi se hilvane una trama secundaria bastante correcta con la relación de pareja entre ambos personajes: desde como fue hasta como se encuentra en la actualidad, mostrando la vertiente de novio despechado de Thor (tanto por Jane como por Mjolnir) Entremedio de ellos repite la Valkiria encarnada por Tessa Thompson (con una clara orientación sexual que puede no ser del agrado de todos) y el Korg al que pone voz el propio director de la película (y cuyos progenitores también tienen una clara orientación sexual...), siendo ambos personajes unos buenos contrapuntos a la pareja de Thors protagonista.
 
Por otro lado se situa el Carnicero de Dioses llamado Gorr al que interpreta Christian Bale de una manera excelente... aunque con matices: sin duda alguna ese villano tiene mucha fuerza visual y tanto en su origen como en su justificación no hay lugar para la comedia, pero no acaba de ser todo lo inquietante que debería, demostrando que igual no era el villano adecuado para una película con este tono. La interpretación de Bale es realmente muy buena, pero al continuar en esta cinta el mismo esquema paródico ya visto en la previa Ragnarok, su Gorr no logra transmitir esa sensación de amenaza que debería tener, adivinándose bajo las imágenes otro estilo de película más oscuro que hubiera cuadrado más con un villano como este. De hecho ya se hace evidente en el recurso que utiliza para atraer a Thor a su terreno, demostrando ahi que la película no olvida a su potencial público infantil...
 
En resumidas cuentas Thor Love and Thunder es continuista respecto a lo que se vió en Ragnarok, por lo que a los que no les gustó aquella, esta no les va a gustar. En cuanto al resto pueden pasar un rato entretenido con el tono simpático y paródico del que hace gala en todo momento (admito que quizás en exceso, aunque acierta en detalles como el engreído Zeus al que da vida Russell Crowe), si bien no se priva de repetir detalles que funcionaron antes (como lo del teatro, aqui actualizado) e introducir nuevas criaturas (como las dos escandalosas cabras de Thor) Pero más allá de que uno comulgue o no con el tono sarcástico de Waititi, hay que darle el mérito de poner un toque personal (como por ejemplo también James Gunn con sus películas de Guardianes de la galaxia hasta la fecha) a un universo Marvel del que muchos se quejan que a estas alturas está cimentado bajo unos esquemas repetitivos e impersonales.
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