martes, 10 de enero de 2023

BABYLON, ¿algo pasa con MARGOT ROBBIE? (crítica sin spoilers)

La nueva película como director de Damien Chazelle, que alcanzó la fama con La ciudad de las estrellas (La la land), se ha saldado con un inesperado fracaso en la taquilla americana, que hace dudar de la rentabilidad del proyecto más allá de que consiga alguna repercusión en la temporada de premios. Asimismo los críticos la han recibido con opiniones muy polarizadas, de tal forma que son raras las valoraciones intermedias: o gusta mucho o no gusta nada. Y todo eso pese a tener en su reparto a dos nombres tan populares como Brad Pitt y Margot Robbie, junto con otros actores secundarios más o menos conocidos tales como Tobey Maguire u Olivia Wilde.

Casualidades de la vida, pero la cuestión es que hace pocos meses se estrenó la película Amsterdam del director David O'Russell que era también evidente aspirante a la temporada de premios, pero que fue denostada por la crítica e ignorada por el público, pese a tener en su reparto a Christian Bale y Margot Robbie de protagonistas, mientras que entre sus secundarios había nombres tan conocidos como los de Anya Taylor-Joy, Zoe Saldana, Michael Shannon, Taylor Swift, Rami Malek o Robert de Niro entre otros. El nexo en común entre el citado film y Babylon es, evidentemente, la actriz Margot Robbie que con pocos meses de diferencia ha estrenado dos proyectos en los que ella es cabeza de cartel, que partían con altas pretensiones de triunfos y premios, pero que han topado con unas críticas desfavorables y un total desinterés del público en la taquilla.

Teniendo en cuenta que las dos películas anteriores de Margott Robbie fueron El escuadrón suicida (que también fue un fracaso en taquilla, más allá de que fuera una secuela mejor valorada por la crítica que el film precedente) y Aves de presa (que tampoco es que deslumbrara mucho, con poco más de 200 millones de recaudación mundial) se podría decir eso de que "algo pasa con Margott Robbie" (parafraseando el título de la popular comedia de los 90 Algo pasa con Mary), que no parece estar consiguiendo los resultados esperados en los proyectos en los que participa, siendo vital para su carrera que su próximo estreno (la película Barbie, basada en la popular muñeca de idéntico nombre) triunfe cuando se estrene en el verano de 2023. Lo curioso no es que ella sea una actriz guapa pero de escaso talento, ya que en los títulos en los que ha encarnado a Harley Quinn ha sido sin duda de manera notable, y de hecho su personaje de Nellie LaRoy en esta Babylon bien podría considerarse una extensión del mismo, ya que estamos ante una actuación llevada al límite, excesiva e histriónica, a tono con la propia condición de esta película y su forma de retratar a aquel Hollywood.

Porque sin duda alguna la polarización crítica que hay alrededor de este film viene dada por su muy alta cantidad de excesos: centrándose en el periodo de tiempo en que se pasó del cine mudo al sonoro (y como muchos no lograron encajar en el nuevo formato), este film vendría a ser una mezcla entre The artist, que también se centraba en la misma época (si bien bajo parámetros más clásicos y contenidos), y El lobo de Wall Street, del que toma los muchos excesos a los que se entregaban sus personajes, haciendo aqui una jugada similar, donde tienen cabida todo tipo de vicio, escatología, exceso, y depravación. Si entras en el juego grosero que propone Chazelle puedes pasártelo bien un rato, pero en su último tercio, cuando los personajes se dan cuenta que se encaminan hacia su ocaso, el director se excede, y sin duda retrasa un cierre que podía haber llegado antes. Reutiliza también un recurso narrativo empleado en el final de La ciudad de las estrellas (La la land), solo que aqui para materializar que el cine es algo más grande que cualquiera de ellos, meros peones temporales en un arte en constante evolución.

En una película donde antes de ver su propio título ya asistimos a una orgía donde cualquier depravación, vicio y excentricidad es asumida de forma natural, resulta bastante dificil empatizar con los personajes, por lo que más allá de que la historia siga el tortuoso periplo de los encarnados por Brad Pitt y Margot Robbie (que vendrían a representar el esquema básico de estrella masculina y femenina, tal y como se entendía por entonces), Chazelle ofrece al espectador el Manny Torres al que da vida el actor Diego Calva, que encarnaría esa curiosidad inherente que ha tenido todo el mundo en algún momento de sus vidas de introducirse (de la manera que fuera) en el fastuoso mundo del cine. Logicamente dicha atracción le llevará a coquetear con algunas tentaciones que se le presentan, pero al final será el único que consigue algo de redención, en un tramo final donde se utiliza el recurso que antes he indicado, con la consiguiente estupefacción por mi parte al ver por pantalla escenas de films bastante conocidos y que llegan hasta nuestros dias, en esa idea del cine como algo que va más allá de los nombres que pululan por él.
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