viernes, 7 de noviembre de 2025

PREDATOR: BADLANDS, disneyificando al yautja (crítica sin spoilers)

Con Predator: Badlands estamos ya ante la novena película que recibe esta criatura, en la lucha por parte de Hollywood de intentar hacer de ella una franquicia. La anteceden el film inicial de 1987, su secuela de 1990, los dos crossovers contra Alien de 2004 y 2007, las tentativas fallidas (por sus resultados en taquilla) de 2010 y 2018 y el inesperado éxito que supuso su entrega de 2022, que derivó en el film animado estrenado hace unos meses como antesala a este. 

Dan Trachtenberg fue el responsable de las dos últimas entregas (en el caso de la de animación junto a Joss Wassung), repitiendo en el mismo puesto en esta. Cambia en este caso el hecho de que las dos películas previas se estrenaron de forma directa en plataforma (en el caso de la del 2022 porque no tenían confianza inicial en ella, la de animación era un mero complemento), pero ahora vuelven a probar suerte haciendo que llegue primero a salas de cine.

El riesgo es claro (la última película estrenada así data de 2018), por lo que puede levantar ciertas expectativas que serán colmadas (o no) en función de cada espectador. Desde que Disney, actual propietaria de las I.P.'s Alien y Predator, anunció nuevos proyectos para ambas, lo visto hasta la fecha ha tenido tantos defensores como detractores. ¿Se está suavizando la saga? La violencia inherente a Predator ha hecho que todas las películas previas tuvieran calificación para adultos... salvo esta que tiene una de PG-13.

Dudas y expectativas (en uno y otro sentido) quedan resueltas una vez vista: lo que desde Disney han llevado con este film respecto a su franquicia sería algo parecido a lo que ha hecho con Alien en la serie televisiva emitida este pasado verano, lo ha disneyificado para hacerlo una franquicia accesible a cuanto más público mejor, conservando detalles esenciales pero añadiendo cambios que a los más puristas les van a irritar... con toda la razón del mundo.

Había leído varias críticas previas que comparaban esta película con The Mandalorian, y en esencia resulta innegable que muy desencaminadas no iban: el esquema básico de la popular serie televisiva de la saga Star Wars está presente aquí. Por un lado el rudo protagonista, por otro el alivio cómico y el tercer punto sería el bicho más o menos entrañable, todo ello en un ambiente de ciencia-ficción quizás algo más bruto que lo visto hasta ahora en la citada Star Wars

No estoy tampoco negando que el film no sea entretenido (que lo es si tus expectativas son las mínimas), pero lo que en origen era una máquina de matar imparable, pierde del todo su presencia amenazante aquí, en una película que con la unión de los dispares personajes que se plantea al final me recordó (en conclusión todo queda en casa: sería Marvel, que también es de Disney) una variante de Guardianes de la galaxia.

A su favor hay que admitir la solvencia de Dan Trachtenberg, porque aunque las tres entregas más recientes de Predator sean suyas, más diferentes entre sí no pueden ser. También ha sido una decisión inteligente, tras las críticas que cosechó por Predator: La presa, de insistir en una protagonista femenina (allí Amber Midthunder, aquí Elle Fanning), pero sin repetir el mismo esquema para ella (allí heroína, aquí alivio cómico). 

El problema puede radicar en que lo que la locuaz sintética (a la que encarna la citada Elle Fanning) hace junto al Yautja (la raza de los Predator) es la enésima variante de buddy movie que sigue por terrenos tan previsibles como funcionales. El hecho de hacer protagonista al Predator hace que el susodicho (llamado Dek) arrastre trauma por su relación familiar, y la aventura le haga replantearse cosas. Como he dicho antes, la amenaza ya no lo es tanto.

Los adolescentes que acudieron a la misma sesión que yo salieron maravillados, y yo lo entiendo porque es el típico film que si lo ves en esa época de tu vida, el resultado mola mucho. Pero bajo esa capa lo más curioso estaría en sus guiños a Alien (por lo de la corporación Weyland-Yutani, o el guiño final a la secuela xenomorfa de James Cameron, a quien se cita en los agradecimientos de los créditos) y el brutal planeta donde acontece todo.

Por último en cuanto a la calificación que he citado al principio, la misma queda más que justificada porque no hay ni un solo humano en el film, sino tan solo bestias de todo tipo y sintéticos (también de la saga Alien). Eso lleva a que aunque haya una violencia clara y explícita, donde se desmiembra, se revienta y se descuartiza lo que sea, como todo son o bien los citados sintéticos o bicharracos, no hay problema de que nadie pueda traumatizarse por ello. 

CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 7 de noviembre de 2025.
  • Galería de posters por este enlace.

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