No soy fan de los videojuegos aunque en si podría decir que nunca lo he sido. Si, en mi época adolescente jugué al Tetris, al Super Mario o al Streetfighter (el más similar a este) ¿He jugado alguna vez al Mortal Kombat? Pues ahora mismo no sabría decir, igual puede que sí pero tampoco me recuerdo mucho, pero quería dejar eso claro de antemano, aunque lo puedan usar como argumento en mi contra por eso de hablar de algo que no conozco. PERO en este caso es un formato diferente y no tendría porque ser raro que aunque no sea fan del producto original, su adaptación si me guste (las recientes Sonic: la película y Pokemon Detective Pikachu me parecieron muy correctas teniendo en cuenta el tipo de producto que eran, con sus lógicas concesiones a los fans)
Tambien es cierto que no se pueden pedir maravillas, y si por algo se han caracterizado las películas que adaptan videojuegos ha sido por ofrecer resultados que EN EL MEJOR DE LOS CASOS podrían pasar como entretenidos pero que mayormente han dejado mucho que desear. Esta película no es de hecho la primera que adapta Mortal Kombat, ya que tuvo una versión en 1995 con Christopher Lambert y dirigida por Paul W.S.Anderson (famoso por otra saga de similar origen, la de Resident Evil), con un resultado mediocre en todos los sentidos. Pero en este caso al constar como productor James Wan (responsable de Aquaman, el mayor éxito hasta la fecha del universo DC en cines, o la franquicia Expediente Warren) decidí arriesgarme y probar, con la experiencia del reciente simple pasatiempo que fue Godzilla vs Kong.
En una situación normal del mercado no sé si de entrada me hubiera decantado por un título como este, pero la pandemia del Coronavirus que sufrimos desde inicios del 2020 hace que los cinéfilos tengamos ganas de ver películas en salas de cine (aunque ahora mismo se pueden ver en todo tipo de dispositivos), por eso que ante la oportunidad de un producto a priori espectacular visualmente (lo cual siempre se disfruta más en la oscuridad del cine) me arriesgué y el resultado ha sido realmente satisfactorio, algo de lo que me sorprendo incluso yo mismo. Esta película hay que aceptarla como el tipo de producto que es, al igual que las otras recientes adaptaciones de videojuegos en películas que he citado al principio de esta crítica, y como tal funciona muy bien tanto para el neófito de este universo como para el experto (yo he pillado algunas referencias pero los fans del videojuego seguramente fliparán con un montón más que se me pueden haber escapado)
Es cierto que desde buen principio te queda claro que esto tiene una esquemática historia de venganza y del bien contra el mal como simple excusa para ir pasando de pelea en pelea, pero esperar otra cosa de algo así sería absurdo por lo que la única opción es aceptarlo y disfrutar del resultado final (en la medida de lo posible) Se le puede achacar, más allá de un argumento tan esquemático que se resumiría en una servilleta de papel (y sobraría espacio) que sus personajes son meros estereotipos, pero me imagino que nadie pretende algo de profundidad dramática en un film de este estilo, donde lo que más interesa es la espectacularidad. Y la misma se alcanza con creces gracias a unas batallas bastante bien coreografiadas en las que sin duda destaca el personaje del villano Sub-Zero, que desde mi punto de vista desconocedor del amplio universo de esta franquicia se podría resumir como una mezcla entre el Shredder de Las Tortugas Ninja con los poderes del Hombre de Hielo de los mutantes de Marvel.
A diferencia de otros films donde se peca de enemigos que intentan ser temibles pero a lo sumo lo consiguen por los pelos, este villano (en el prólogo presentado como Bi-Han) se convierte sin problemas en el personaje que sin duda más recordará el público de esta película, por encima incluso de los esbirros de los que se rodea o el señor oscuro al que sirve (Shang Tsung del Mundo Exterior) Asimismo otro elemento a destacar, bastante común en el videojuego en el que se basa, es una EXTREMA violencia en las peleas, que por momentos uno calificaría de brutalmente sangrientas rozando el gore más desmelenado (entendiéndose esto como una virtud y una fidelidad a la base de la que parte) En el grupo de los héroes el principal sería Cole Young, interpretado por Lewis Tan, que se trata de un personaje creado para la ocasión que usan para explicar el concepto de la película a los espectadores que no conozcan el universo de Mortal Kombat (como es mi caso)
Más allá de eso el reparto cumple sin más a lo que se les pide (que es pelear, algo en lo que se lucen); quizás destacaría el personaje de Hanzo Hasashi, al que también presentan en el prólogo y que interviene en el climax final, o el de Kano (que por momentos se pasa de "alivio cómico") aunque el actor que interpreta a Jax me sonaba mucho cuando la estaba viendo y al final lo recordé: es Mehcad Brooks, al que he visto como James Olsen en la serie televisiva de Supergirl. Al final esta Mortal Kombat se queda en una película que asume lo que es y se muestra como tal, parece ser que respetando la base de la que surje según las críticas que he leído (aunque eso serán los fans quienes podrán juzgarlo mejor), pero ofreciendo un sencillo pasatiempo con el que entretenerse durante 110 minutos (y como toda buena franquicia en ciernes, dejando las puertas abiertas a una hipotética secuela que sirva para abarcar más de este universo)
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 16 de abril de 2021
- Galería de posters por este enlace.
- LO MEJOR: Su muy entretenida colección de peleas (bastante bien coreografiadas), así como su muy evidente espectacularidad (que luce sobretodo en el villano Sub-Zero), y una sangrienta violencia parece ser que fiel al mundo del videojuego del que parte.
- LO PEOR: Su historia es tremendamente esquemática (el bien contra el mal, una historia de venganza y ya está) y sus personajes resultan en exceso maníqueos (los buenos son buenos, los malos son malos y punto), pero me imagino que es lo lógico en un producto de estas características.
