Mostrando entradas con la etiqueta Estrenos 2022. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Estrenos 2022. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de junio de 2022

EL INSOPORTABLE PESO DE UN TALENTO DESCOMUNAL, sátira donde NICOLAS CAGE hace... ¡¡de NICOLAS CAGE!! (crítica)

Que duda cabe de la excentricidad de Nicolas Cage, un actor capaz de intervenir tanto en obras maestras como en bodrios vergonzosos. Su conocido histrionismo, que en ocasiones lo desborda (pese a que en otras se muestre más contenido), le ha hecho acreedor de una larga lista tanto de seguidores acérrimos como de fuertes detractores que ya descartan cualquier producto con su nombre tan solo por lo banal de su carrera durante muchos años. Pero eso ha sido así no por gusto del actor, sino porque su ritmo de vida le llevó a tener muchas deudas, a las que decidió hacer frente metiéndose en cualquier "cosa" que le propusieran, tan sólo para cobrar un sueldo.

Todo esto es de dominio público, por lo que resulta muy curioso verlo reflejado en esta película de tan extenso título, en la que Nicolas Cage se interpreta a si mismo, en un juego de espejos en el que el actor no duda en satirizar tanto su propia figura como la forma de actuar que tiene el Hollywood actual. El insoportable peso de un talento descomunal nos presenta a Nick Cage, un famoso actor que vive ahora sus horas más bajas en busca de algún proyecto que le haga remontar, tras enlazar varios proyectos realizados tan solo para subsistir y pagar deudas. Su situación emocional no es que sea mucho mejor, separado de una esposa con la que se casó pero que ya no lo aguanta y de una hija adolescente que lo menosprecia, por lo que no le queda más opción que aceptar la sorprendente propuesta que le ofrece su representante: cobrar por asistir a un cumpleaños.

El millonario Javi Gutiérrez (interpretado por el actor Pedro Pascal, popular por estar bajo el casco del protagonista de la serie The Mandalorian) es gran fan de Nicolas Cage, por lo que solicita su presencia en su fiesta de cumpleaños, y aunque el protagonista dudará de aceptar o no dicha propuesta (en unas conversaciones que mantiene consigo mismo rejuvenecido como el personaje de Sailor, al que interpretó en la película Corazón Salvaje de David Lynch), al final aceptará ir. Lo que en inicio Nicolas Cage pensaba que sería una obligación engorrosa se convierte en algo agradable, por las buenas formas de su anfitrión, aunque pronto se tuercen las cosas: unos agentes de la CIA "reclutan" de manera algo forzada a Cage (él insiste en que es un actor, no un espia) para que investigue a su anfitrión, del que se sospecha que es un peligroso mafioso implicado en el secuestro de la hija de un importante político catalán (hecho este que admito que me sorprendió, aunque nunca pase de ser un detalle bastante secundario) Los acontecimientos llevarán a Nicolas Cage a una inesperada trama en la que tendrá que demostrar que es tan buen héroe de acción como ha mostrado en muchas de sus películas.

Admito que me decanté por El insoportable peso de un talento descomunal porque me llamaba mucho la atención eso de que Nicolas Cage se interpretara a si mismo, pero tengo que admitir que el actor tiene bastante asumido muchas de las características asociadas tanto a su personalidad como a su persona, demostrando aqui que puede reirse de si mismo sin problemas, sabiendo que (para lo bueno y para lo malo) él ya es una leyenda de Hollywood. La sorpresa (agradable) me la llevé en la buena química que establece con el personaje encarnado por Pedro Pascal, quedándose uno con las ganas de que repitieran juntos en alguna hipotética futura buddy movie, donde podrían congeniar tan bien como lo hacen aqui. Como es lógico hay muchas referencias a la filmografía de Nicolas Cage (el personaje de Pascal en cierto momento le muestra un museo con recuerdos de todo tipo que tiene en su honor), pero la misma nunca se hace abrumadora, dejando que la historia fluya y se desarrolle de forma sencilla y entretenida, en algo así como una especie de divertido autoanálisis que hace el protagonista sobre si mismo y lo que representa.
=================================

martes, 14 de junio de 2022

LIGHTYEAR, exprimiendo franquicias populares (crítica sin spoilers)

En 1995 conocimos a un chaval llamado Andy que recibia un muñeco de Buzz Lightyear, a partir de lo cual comenzaba ese gran clásico titulado Toy Story, la primera película de animación por ordenador, que luego generó una lucrativa franquicia con hasta tres secuelas y varios cortos. Fue también a partir de ese momento cuando el público mayoritario conoció a Pixar, un nombre que se fue haciendo poco a poco todo un referente dentro del género de la animación, no solo por una calidad técnica sobresaliente, sino por unos argumentos que eran tan dignos de mérito como su apartado visual.

El problema vino cuando esas obras que en principio salían del ingenio y la creatividad pasaron a depender de la mercadotecnia, siendo el ejemplo más evidente la franquicia Cars, cuya primera secuela (Cars 2) ya marca ese punto de inflexión en el estudio. Con Toy Story pasó algo más o menos similar, porque tras un acertado cierre en su tercera entrega, para no dejar caer a los personajes en el olvido se hizo una cuarta cinta ya más forzada, dando la sensación de que este spin-off centrado en Buzz Lightyear no deja de ser un intento de mantener a este personaje en primera línea, no sea que no se vendan juguetes y material relacionado. Incluso el relativo "riesgo" que corren en este film, planteando una relación entre dos personas del mismo sexo, resulta intrascendente y algo forzado, sin aportar nada más allá del beneplácito por dicho gesto (o la censura intransigente por parte de algunos paises árabes donde no se estrenará)

Pero, ¿que es Lightyear exactamente? Se podría tildar de relativa precuela, pero a diferencia de Monstruos University (que si lo era), aqui retrocedemos hasta ese 1995 en el que en la ficción de Toy Story se estrenó ESTA película, la cual dejó tan encantado al joven Andy que pidió que le compraran el muñeco de su protagonista Buzz Lightyear con el que comenzó todo. Estamos por tanto ante un producto derivado (un spin-off para entendernos), que logicamente planta las semillas para que pueda generar más merchandising (de hecho el gato robótico Sox, simpático personaje para el que reservan lo que podriamos denominar el "alivio cómico" de esta cinta, da la sensación de ser el enésimo intento por parte de Disney para crear más juguetes que vender) Asimismo los recursos argumentales que en su momento fueron innovadores en las películas de esta productora ya se hacen algo reiterativos, siendo como una especie de monstruo de Frankenstein al que se le notan las costuras (pero que pese a todo aqui se alza); a lo que añadir en este caso el evidente factor nostalgia del que hacen uso por el carisma del personaje original, del que aqui vemos su vertiente "real".

Pese a todo no estamos ante un film fallido, ya que cumple con los requisitos para entretener al espectador, aunque cueste imaginarse que una película como esta (hecha con los patrones de la experiencia previa de la productora y los esquemas propios de nuestra época) fuera la que en 1995 enamoró a Andy. En cuanto al Buzz Lightyear "real" digamos que conserva el carisma del que conocimos en su versión de juguete, viéndose aqui metido en una trama de genuina ciencia-ficción, con ecos que van desde Star Trek o lo que planteaba un film como Interstellar, con un protagonista que intentará subsanar "hasta el infinito y más allá" un error por su parte que les ancló a él y los suyos en un planeta hostil. Cuando todo parecía mejorar la entrada en escena del Emperador Zurg (cuyo juguete se vió en Toy Story 2) pondrá las cosas más dificiles tanto al protagonista como a sus compañeros de andanzas, hasta que después de muchas vicisitudes aprendan (sobretodo el testarudo Buzz) que los errores en ocasiones son inevitables, y se pueden superar. En resumen Lightyear es un spin-off entretenido y funcional pero poco arriesgado, con Pixar en piloto automático
=================================

jueves, 9 de junio de 2022

JURASSIC WORLD DOMINION (crítica sin spoilers)

El otro día en twitter leí a alguien que calificaba Parque Jurásico de Steven Spielberg como OBRA MAESTRA, y no quise meterme en la discusión porque creo que ni lo fue en su momento ni lo es ahora: me leí el libro en el que se "basa" de Michael Crichton justo previo a su estreno y me pareció que la película simplificaba e infantilizaba una trama que sin duda daba para más. Pero es cierto que la plasmación en imágenes de lo allí narrado si fue espectacular, marcando con toda justicia a varias generaciones que vieron dinosaurios en la gran pantalla de una manera bastante creíble, aparte de dejar patente las capacidades de un director como Steven Spielberg (que triunfó aquel 1993 tanto en taquilla como en premios con la citada Jurassic Park y con La lista de Schindler)
 
Tras completar una primera trilogia con las secuelas de 1997 y 2001 la franquicia se detuvo hasta 2015, con una secuela con ánimo de reboot titulada Jurassic World, que tuvo a su vez continuación apenas tres años después con Jurassic World: El reino caido, que finalizaba con la promesa de ver (¡por fin!) a los dinosaurios expandidos por todo el planeta, más allá de los ambientes isleños de Nublar y Sorna en los que se han desarrollado la mayoría de entregas de esta saga (con la única excepción del pequeño tramo final que tiene lugar en San Diego visto en El mundo perdido: Jurassic Park de 1997, de nuevo con Spielberg como director, en adelante sólo productor)
 
Para ¿cerrar? ambas trilogias se recurre aqui por recuperar al trio protagonista del film de 1993, que vuelven a coincidir juntos en pantalla más allá de que Jeff Goldblum repitiera en El mundo perdido de 1997 (y tuviera una escueta aparición en El reino caido) y Sam Neill (de protagonista) y Laura Dern (de secundaria) estuvieran en Parque Jurásico 3, la entrega de menor duración de toda esta saga (apenas 92 minutos) En contraste esta Jurassic World Dominion se convierte en la más extensa, alargándose hasta los 146 minutos, lo que sirve de excusa primordial para reunir a los protagonistas originales con los generados en la segunda trilogia: los personajes de Chris Pratt y Bryce-Dallas Howard. El problema es que dicha unión grupal no acontece hasta el último tercio del film, centrándose el relato en las diferentes aventuras que deberán de sortear, en una trama que puede recordar a las franquicias de James Bond o Jason Bourne, siendo la mayor culpable de su excesivo (aunque entretenido) metraje.

Por un lado el grupo formado por los actores de la saga Jurassic World se ven metidos en una aventura que comienza con un secuestro doble, tanto humano como de dinosaurio, que les llevará a seguir la pista por diferentes localizaciones. Tras unos cuantos incidentes (incluido un tramo en Malta que puede recordar a las cintas de Jason Bourne) llegarán a una ¿reserva natural? de dinosaurios de la que está a cargo el villano de esta entrega, con ademánes cual si fuera Steve Jobs y unas pretensiones de control mundial sobre los recursos alimentarios que nada tiene que envidiar a los megalómanos enemigos contra los que se ha enfrentado James Bond. En ese mismo lugar está el trio de Jurassic Park, siguiendo la pista a su vez de una plaga que amenaza los recursos naturales mundiales pero que ¡NO son los dinosaurios!, aunque esté relacionado colateralmente con ellos. Y todo eso envuelto en un claro mensaje contrario a los capitalistas que abusan de la ciencia en provecho propio, algo que tampoco resulta novedoso en esta saga jurásica.

El problema que tiene esta sexta entrega de la franquicia iniciada por Spielberg hace casi 30 años es que no desarrolla la que tenía que haber sido la premisa argumental que nos prometieron: el escueto equilibrio en el que queda nuestro planeta con dinosaurios viviendo entre nosotros. El resultado final es entretenido, eso sin duda, pero porque al esquema básico de esta saga jurásica se le añaden detalles funcionales de otras sagas que han demostrado así su solvencia, ya que más allá de eso tenemos la enésima prueba de que los humanos no escarmientan y tras lo sucedido en los films inaugurales de cada trilogia, es evidente que tarde o temprano la historia acabará aqui por los mismos derroteros. En cuanto a los personajes, más allá del quinteto protagonista el resto resultan tan solo meramente funcionales (sirva de muestra el encarnado por la actriz DeWanda Wise, enésimo sucedáneo de aventurera al estilo Indiana Jones), si bien abundan los guiños y referencias a las películas precedentes, especialmente a la primera de 1993.
=================================

jueves, 2 de junio de 2022

TODO A LA VEZ EN TODAS PARTES, loco multiverso (no hay spoilers)

De vez en cuando surgen títulos desde la nada que poquito a poco van llamando la atención, y se posicionan como posibles films interesantes más allá de la previsible lista de películas que cada uno tiene marcado en su calendario de próximos estrenos de interés. Ese ha sido el caso de este Todo a la vez en todas partes que tiene de protagonista a la actriz Michelle Yeoh, secundada por una muy divertida Jamie Lee Curtis (que en todo momento deja patente lo que disfrutó con esta disparatada película), así como un ya adulto Ke Huy Quan, que en la década de los ochenta se hizo famoso como el compañero de aventuras de Harrison Ford en Indiana Jones y el templo maldito, o uno de los protagonistas de otro título emblemático de aquellos años como fue Los Goonies, pero sin posterior presencia mediática.

Es totalmente indudable que estamos ante un tipo de cinta que tendrá tanto defensores como detractores, en función de si conectas o no con lo que te proponen sus responsables. En mi caso me situaría en un punto medio, porque aún considerando el resultado final bastante entretenido y la propuesta lo suficientemente disparatada y curiosa, creo que peca de un evidente exceso de metraje cuando con menos tiempo que sus extensos 139 minutos hubiera mejorado, sin momentos con situaciones algo forzadas. Aunque toca muchos géneros sería la comedia en el que más facilmente se la puede englobar, pero justo ahi falla al intentar dilatar algunas de sus caoticas propuestas, afectando al ritmo de un conjunto en ocasiones tedioso.

Todo comienza con un personaje normal y corriente como es la Evelyn Wang encarnada por Michelle Yeoh, que de forma del todo inesperada, cuando va a cumplir con sus obligaciones fiscales y tributarias, se verá inmersa en una confrontación interdimensional de la que depende el futuro de todos. En ese momento se plantea una de las mayores novedades (al menos para un servidor) que ofrece esta cinta: al tocar el tema del multiverso uno esperaría cruzarse con sus otros yo de diferentes realidades (como se ha visto en títulos de Marvel tales como Spiderman no way home o Doctor Strange en el multiverso de la locura) PERO lo que propone esta historia es conseguir las habilidades de tus otros yo de otras realidades a través de gestos aleatorios que te conecten con ellos. Dicho recurso, que da pie a situaciones realmente disparatadas (rozando en ocasiones el humor escatológico), me recordó vagamente a la propuesta de Matrix mediante la cual introducir en tu mente conocimientos ajenos como el que instala un nuevo programa en el ordenador.
 
Curiosamente esa "novedosa" propuesta me hizo ver a la protagonista, cuando alcanza todo su potencial, cual si fuera una especie de Uatu (el narrador de las historias alternativas de Marvel englobadas en la cabecera What If? o ¿Que pasaría si?), llegando a un punto en el que ve y siente TODAS sus existencias alternativas, pero sin en ningún momento cruzarse con una o más de las mismas. Tocando el infinito tema del multiverso, hay que reconocer que la historia no se avergüenza de proponer opciones de lo más disparatadas, como las referentes a cierta evolución en donde los humanos tienen "otro" tipo de dedos (la cual en algunos momentos dilata en exceso, rozando el ridículo) u otra centrada en piedras (a la que no le negaré su originalidad), aunque eso también da pie a versiones alternativas de populares films de Pixar como al que hace referencia aqui, pero con un mapache en lugar del animal que todos conocemos. Y todo eso en un popurrí temático donde se mezcla comedia, ciencia-ficción, melodrama familiar e incluso defensa del colectivo LGTBI.
 
Probablemente sea a causa de intentar abarcar demasiado que la película no consigue un resultado afortunado en todos los frentes, aunque resulta innegable que se trata de una propuesta original donde se tienen en cuenta (otra cosa es que se aprovechen mejor o peor) todas las infinitas opciones a las que da pie la existencia del multiverso. Es cierto que todos en algún momento hemos pensado que hubiera sido de nuestra existencia en caso de haber elegido una u otra opción en algún momento de nuestra vida, y eso será a lo que tenga acceso la protagonista, destacando una muy versátil Michelle Yeoh que consigue conectar con el espectador, sea cual sea la disparatada situación en la que se ve metida. Frente a ella tendrá a una desternillante Jamie Lee Curtis que pasa de ser una aburrida funcionaria de Hacienda a un temible oponente contra el que tendrá que lidiar la protagonista de esta cinta, en un triple giro argumental en el que tendrá que poner en orden su vida familiar y personal, su economía y el futuro de todo el multiverso.
=================================

sábado, 28 de mayo de 2022

PIG, en busca de la cerda de NICOLAS CAGE (crítica sin spoilers)

Nicolas Cage es un actor que ha tocado el cielo (con premio Oscar incluido, y protagonizando exitosas cintas taquilleras de Hollywood) y el infierno (con productos de evidente inferior calidad o sencillamente engendros bochornosos en los que se veía metido tan solo para saldar deudas), pero está claro que no deja a nadie indiferente. Su tendencia al histrionismo le ha granjeado tantos seguidores como detractores (recomiendo el libro Las 100 primeras películas de Nicolas Cage, que primero conseguí leer de la biblioteca y luego lo compré con la dedicatoria de su coautor Paco Alcázar, donde se hace un repaso con mucho humor e ironía a la filmografía de este actor)

Con el argumento básico que tiene esta película titulada Pig, que protagoniza el citado Cage en el que sería el debut como director de Michael Sarnoski, uno puede pensar que estamos ante el enésimo film de venganza, pero esta vez poniendo como "excusa" la cerda del protagonista (total, ¿no era un perro el que hacía lo mismo en John Wick?). Pero para mi sorpresa estamos ante un drama intimista donde sin duda Nicolas Cage hace una interpretación contenida (para lo que suele ser habitual en él), a lo que también destacar la buena química que tiene con el personaje encarnado por Alex Wolff, ya que aunque inicialmente puedan parecer totalmente opuestos entre si (sólo relacionados por el negocio de las trufas), el desarrollo de la historia culminará en el entendimiento mutuo entre ambos, cada uno de ellos por sus diferentes razones personales.

La historia comienza presentándonos a Rob, el personaje encarnado por Nicolas Cage: se trata de un ermitaño de pocas palabras que vive al margen de la sociedad en una remota cabaña en Oregon, con la única compañía de su cerda trufera, un magnífico animal con un gran instinto para descubrir dicho manjar. Las que encuentra se las vende esporádicamente a Amir, el personaje de Alex Wolff, que a cambio le cubre las necesidades mínimas para poder sobrevivir en dicho ambiente (a destacar cuando le dice a Rob que cualquier día se lo encontrará muerto) Bien pronto se hace evidente el contraste entre ambos, porque mientras Rob se desentiende de todo, lo que le lleva a vivir (y parecer) un andrajoso vagabundo en armonia con la naturaleza; Amir si le da gran importancia a las apariencias, lo cual queda evidenciado en el coche deportivo en el que viaja, así como en lo extraño que se ve fuera del paisaje urbano por el que está acostumbrado a transitar. 
 
Todo parece ir más o menos bien en este aparente marco idílico, aunque uno ya sospecha (y luego la historia confirma) que fueron traumáticos los motivos que llevaron al protagonista a llevar varios años viviendo al margen de la sociedad. Pero un día unos desconocidos le secuestran a la cerda y eso marcará su decisión de recuperarla, sea al coste que sea. A partir de ahi uno esperaría las consabidas dosis de violencia del protagonista en pos de alcanzar su objetivo, pero pese a que la hay, tan sólo aparece esporádicamente. A cuentas de la búsqueda que emprende Rob de su cerda necesitará un compañero de andanzas, el cual será un Amir que en principio lo desprecia (hay un momento en que se lo dice bien a las claras), pero que poco a poco lo irá comprendiendo, hasta establecerse una simbiosis entre ambos en la que mientras uno se enfrenta a los temores de su pasado (ya que paulatinamente se irá desvelando los detalles que le llevaron a vivir en la situación en la que vive), el otro superará la larga sombra de un progenitor que le ha marcado siempre los límites. 
 
En un principio la búsqueda desesperada del animal por parte de Rob puede parecer algo exagerada, cual si el personaje no estuviera en sus cabales, pero más allá de eso uno empatiza con su amor por su mascota, la única compañía que tiene en su autoimpuesta soledad, aunque también sea su fuente de ingresos por las capacidades truferas de la misma. Lejos de los histrionismos a los que a veces nos tiene acostumbrados Nicolas Cage (y que bien podría haber explotado aqui), su trabajo actoral en este film es sutil, introspectivo y pausado, algo que le transmite a la propia película, cuyo ritmo es bastante tranquilo (algunos dirán que incluso demasiado lento) en sus 92 minutos de metraje divididos en tres actos. En resumidas cuentas Pig es una cinta sin excesos, introspectiva y tranquila, pero que resulta un acertado drama sobre el hecho de superar una pérdida traumática.
=================================

viernes, 27 de mayo de 2022

CAMERA CAFÉ: LA PELÍCULA, ¿nostalgia televisiva? (crítica sin spoilers)

En lo que se refiere al tema del humor, los gustos de cada cual son muy subjetivos, con lo cual lo que para uno puede ser gracioso, igual otra persona no le ve ni gota de gracia. Estrenada el pasado mes de marzo recupero ahora Camera Café: La película, que como su mismo título indica es la versión para la gran pantalla de la muy popular serie española que se emitió en la primera década de este siglo. De hecho hay que reconocer que, estrenada en 2005, consiguió durar en emisión cuatro años (hasta 2009) basando todo su humor (que no era poco) en chistes entre surrealistas y esperpénticos que funcionaban muy bien al estar englobados en unos pequeños gags que nunca superaba los cinco minutos de duración.

¿Y de que iba esto? Pues para los que no lo recuerden (o no lo vivieran en su momento) se trata del día a día de una oficina, con las andanzas de sus respectivos trabajadores (cada uno con una personalidad muy marcada) y sus comentarios mientras conversan al lado de la máquina de café de la oficina, cuya cámara los enfocaba (sin que lo supieran) y nos descubría sus secretos. Pese a que pueda parecer algo que no da para mucho, la verdad es que Camera Café triunfó gracias a unos personajes carismáticos que no dejaban de representar estereotipos muy comunes, de los que no hacía falta saber nada más allá del ambiente laboral porque sólo con lo que vivian en su rutina laboral diaria era más que suficiente para hacernos reir (yo en su día fuí fan porque era un humor sencillo y rápido que se consumía muy bien)

Al ser un producto televisivo de episodios muy breves, que siempre transcurría en un mismo escenario, su traspaso a película parecía dificil, por lo que en lo que sería el debut de Ernesto Sevilla como director, se ha optado por coger a los personajes y mostrar (¡por fín!) la oficina en la que trabajan, así como conocer un poco más (tampoco mucho) como son ellos fuera del ambiente laboral, centrándose sobretodo en el personaje a cargo de Arturo Valls. ¿El problema? Pues el mismo que tantas y tantas series con formatos específicos (que van desde los 30 minutos de media por episodio de las sitcoms a otras donde cada entrega ronda una hora): que al pasar a formato extenso han tenido que variar su propia esencia, convirtiéndose en un homenaje nostálgico más o menos acertado al producto original, pero en donde se pierde la chispa y el ingenio que caracterizaba al mismo.
 
Con esto me vengo a referir a que intentando dar un hilo de continuidad a la historia para que no se consumiera tan rápido como los escuetos gags de la serie original, el guión vendría a ser una sucesión de momentos con mayor o menor gracia pero soltados un poco aleatoriamente, con la esperanza de que alguno consiga la sonrisa del espectador (y tengo que reconocer que algunos lo logran), pero en donde en ocasiones otros quedan dispersos, como sin acabar de entenderse su justificación más allá de que uno tenga algo de "manga ancha" a la hora de asumir el absurdo que caracterizaba a esta serie en origen. La pugna entre las filiales dirigidas por los personajes de Arturo Valls y Ana Milán (la que pierda cerrará) es la leve excusa argumental para hilar algo parecido al surrealismo del producto televisivo, en una película donde sin duda se ve la voluntad de sus responsables, pero la misma no se acaba de reflejar en unos resultados óptimos.
=================================
  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 25 de marzo de 2022.

sábado, 21 de mayo de 2022

CHIP Y CHOP: LOS GUARDIANES RESCATADORES (crítica sin spoilers)

La ¿estrategia? de Disney es como mínimo bastante curiosa: hace unos meses estrenaron en su plataforma de pago la película Red de Pixar, que claramente tendría que haber tenido vida en las salas de cine (que no le concedieron), y ahora estrenan esta Chip y Chop: Los guardianes rescatadores que, una vez vista, podía haber tenido potencial para llegar a los cines (aunque me imagino que las dudas sobre lo que era en origen este proyecto fue lo que les decantó para que se estrenará en Disney Plus) Y es que en un principio esto iba a ser la contraréplica al éxito de las películas de Alvin y las ardillas, con lo que su "potencial" podía verse reducido al valorarse tan solo como una "variación" de un éxito preestablecido, por lo que su destino final para la plataforma de streaming parecía lo más lógico y menos arriesgado.

Pero por el camino (el proyecto original data del 2014) se han cambiado muchas cosas, y para sorpresa de un servidor... ¡ha sido para bien! Si en 1988 la película ¿Quién engañó a Roger Rabbit? de Robert Zemeckis hacía la fusión definitiva entre nuestro mundo real y el de los dibujos animados (algo con lo que siempre había coqueteado el cine casi desde sus inicios), muchos son los ejemplos que han intentado una jugada más o menos similar (sin ir más lejos el pasado año 2021 Space Jam: Nuevas leyendas) pero pocos los que han acertado. Ahora con esta Chip y Chop: Los guardianes rescatadores tenemos el ejemplo del film que logra coger el relevo, aunque no logre superarlo, del clásico dirigido Robert Zemeckis que encandiló a varias generaciones.
 
Esta película creo que es tan divertida y entretenida para adultos como para niños, algo de lo que muy pocas se pueden vanagloriar ya que generalmente se entiende el cine infantil como algo sólo apto para los más pequeños, mientras que a los mayores puede parecerles un producto mejor o peor, pero no específicamente orientado hacia ellos. Si, es cierto que hay excepciones, pero sorprende que esta sea una de ellas ya que es un film con inesperados toques satíricos sobre el estado de la animación y del cine actual, que viene bajo el sello de toda una corporación como es Disney. Tomando como ejemplo el citado film de Roger Rabbit de 1988, que tendrá su referencia aqui, uno podría pensar que se repetiría el ejemplo de la antes citada Space Jam: Nuevas leyendas de insertar, aunque fuese algo forzado, TODAS las franquicias de la compañía. O sino la transformación, allí también vista, de la animación tradicional a ese 3D que se ha puesto de moda ultimamente, en algunos casos restando todo el encanto del original. Hay tanto de lo uno como de lo otro aqui... pero bien encauzado se consigue ir más allá incluso con referencias ajenas a Disney.
 
Y es que con lo citado era previsible que el bastante amplio catálogo de esta productora saliera por aqui, pero bien pronto queda claro que no se ciñen solo en ellos, con la inclusión multireferencial más amplia que he visto en mucho tiempo (estamos ante uno de esos films que se repiten con agrado para poder pillarlas todas, porque hay una barbaridad), en la que incluso tiene cabida la versión descartada de cierto erizo, al que además dotan de la conciencia suficiente como para que tenga bien asumido su condición. Ese sería uno de la gran infinidad de cameos o referencias que hay en esta película que tiene más presencia en pantalla, ya que muchos otros son tan breves y escuetos que apenas te permiten esbozar una sonrisa ante el ingenio de lo planteado (de ejemplo cuando tocan franquicias ajenas) Porque en el fondo la historia es una sátira sobre el mismo Hollywood, en su eterna idea de reciclar conceptos de éxito en el pasado para así poder garantizarse un futuro, en este caso centrado primordialmente en la industria de la animación, con el objetivo puesto en el tráfico de esas copias piratas de éxitos de taquilla, aqui con personajes remodelados exprofeso para ellas.
 
Chip y Chop nacieron en origen en 1943 como dos ardillas traviesas que eran secundarios en los cortos de los personajes usuales de la popular factoria (como Mickey Mouse o el Pato Donald por ejemplo), pero en la década de los años ochenta Disney los reimagino como unos aventureros, en la serie Los guardianes rescatadores. La diferencia sutil está en que aqui se imagina que la misma no era dibujada sino actuada, centrándose la historia en el reencuentro de ambos amigos (que se conocían desde el instituto, y se separaron por discrepancias hacia como orientar sus carreras) cuando se ven inmersos en una trama de misteriosas desapariciones. La gracia está desde su misma concepción, ya que mientras Chip acabó como agente de seguros, Chop se hizo la cirugía para transformarse en un personaje digital. A partir de ahi se verán inmersos en una historia quizás algo esquemática en su concepto o en la definición de ciertos personajes, pero destacable ejemplo final de que se puede hacer buen humor metareferencial incluso, como en este caso, en lo que a priori parecía un producto menor.
=================================

viernes, 20 de mayo de 2022

JUJUTSU KAISEN 0, la precuela del popular shonen (crítica sin spoilers)

Los éxitos de un pais es raro que se puedan exportar a nivel de todo el mundo, ya que el público mayoritario que acude a las salas de cine está más acostumbrado (en líneas generales) a las películas que se estrenan de Estados Unidos, siendo tarea dificil que films que provengan de otro destino logren triunfar como los que vienen de Norteamerica. De todas maneras en la variedad está el gusto, por lo que no soy reacio a probar lo que se tercie siempre que pinte bien, y por eso decidí ir al pase de Jujutsu Kaisen 0, pese a que soy consumidor bastante esporádico de anime, y no tenía ninguna expectativa previa sobre esta película ya que ni he visto la serie, de la que esta película se puede considerar precuela, ni he leído el manga de Gege Akutami. Esta cinta en su estreno en Japón logró estar 5 meses en las carteleras, con un éxito que la ha situado entre las películas de animación japonesas de mayor éxito de toda la historia, aunque en principio fue publicada en 2017 como historia autoconclusiva, luego integrada al resto por su autor.

No voy a negar que meterse en una franquicia como la del presente caso sin tener ningún tipo de experiencia previa podría ser un handicap de cara a no acabar de entender las referencias que me ofreciera este film. Pero en mi decisión para ir a verlo estuvo también condicionado el hecho de haber leído críticas previas que citaban que era una precuela que servía tanto para dejar contentos a los seguidores de Jujutsu Kaisen como para llamar la atención a aquellos que no hubieran tenido ningún contacto previo con dicha saga (como era mi caso)

El resultado final admito que ha sido satisfactorio, ya que estamos ante una historia que en su esquema básico puede recordar a la rivalidad entre los X-Men de Marvel (en esta película hay dos formaciones de personajes con capacidades especiales enfrentados entre si) mezclados con la magia más oscura de Harry Potter (de hecho el protagonista va a parar a la Escuela de Hechicería de Tokio) y ciertos toques a lo Men in black (en este caso no persiguiendo alienígenas sino maldiciones, que son representadas cual si fueran grotescos yokais) Por lo tanto Jujutsu Kaisen 0 es perfectamente entendible y disfrutable por todo tipo de espectadores: desde los que tienen experiencia previa con esta saga (y pillarán los guiños a la misma) a los que, como en mi caso, iba totalmente en blanco sin ninguna idea preconcebida de lo que iba a ver, ofreciendo 105 minutos bastante entretenidos.

La película nos presenta a Yuta Okkotsu, un estudiante de instituto que arrastra consigo una trágica maldición: cuando era pequeño asistió a la muerte accidental de Rikka, la que fue su amor de la infancia, provocando que su espíritu quedara adherido al cuerpo de Yuta, otorgándole ciertos poderes "especiales". De cara a intentar controlar dichas "habilidades" el gran hechicero Goju Satoru le ofrece asistir a su Academia de Hechicería, donde Yuta conocerá a otros alumnos de la misma como Maki, Toge y Panda, con los que establecerá una relación de amistad que se irá afianzando a lo largo de la película mientras intentan combatir a un enemigo común. Con un buen trabajo de animación la película consigue equilibrar bien los elementos que maneja, otorgando un acertado ritmo al conjunto, pese a ciertos personajes que quizás quedan algo esquemáticos, probablemente al tener un mayor desglose más allá de las fronteras del presente film.
=================================

sábado, 14 de mayo de 2022

OJOS DE FUEGO (2022), insipidez calorífica (crítica sin spoilers)

De un tiempo a esta parte parece que TODO se pueda convertir en una película: se generan guiones a partir de sencillas ideas, en algunos casos tan simples que dejan del todo patente su pobreza argumental cuando se tienen que estirar más allá de una idea que no pasaría en muchos casos de mera anécdota. Quiero pensar que ese es el motivo para la proliferación de tantos remakes, secuelas, precuelas, reboots, recuelas o el que concepto que se les ocurra, los cuales en algunos casos pueden estar más o menos acertados, pero en donde otros (como es el caso de esta película) dejan bien palpable que de donde no hay no se puede sacar.

Stephen King es un escritor con una carrera muy dilatada y con una amplia bibliografía que abarca varias décadas, y en la cual nos podemos encontrar desde obras brillantes hasta algunas más o menos entretenidas, así como también (sin por ello en ninguno momento menospreciarlo, ya que su éxito le avala) relatos más irregulares y discretos, e incluso también algunos directamente soporíferos. En una red social llegué a leer que este autor sería respecto al género del terror como un restaurante de comida rápida respecto a la gastronomía; pero creo que eso sería injusto respecto a sus obras maestras (que también las tiene, aunque no son tantas), por lo que ya de entrada suena pretencioso el calificar como tal la novela original de King, tal y como presume el poster de este remake de la versión previa de 1984.

Ojos de fuego (en inglés Firestarter) es una de los primeros libros de Stephen King, publicado en 1980 y adaptado al cine poco tiempo después por Mark L.Lester con una jovencísima Drew Barrymore de protagonista, justo antes de su caida en el pozo de las adicciones tras su éxito en el ET de Spielberg, y del que la actriz tardaría varios años en resurgir. En mi caso descubrí dicho film hace ya muchos años en un pase televisivo, justo en ese momento de la preadolescencia en la que descubrí las obras de Stephen King y las consideré como una evolución lógica hacia lecturas más adultas, lo que me llevó a interesarme también por aquellas que tenían adaptación cinematográfica. 
 
En su esquema básico esta historia puede guardar paralelismos con su obra previa Carrie, también del mismo autor, que en este caso fue adaptada por Brian de Palma en un meritorio film (con un remake no tan acertado en 2013) que dió el pistoletazo de salida a las muchas adaptaciones que ha habido de obras de Stephen King en todo tipo de formatos (desde películas hasta series de televisión, etc.) En ambos casos coincide en tener una chica con problemas de integración social, variando la telekinesis de la joven Carrie por la pirokinesis de la protagonista de esta historia, aunque los orígenes de dichas habilidades sean diferentes (en este caso sería por una indefinida experimentación gubernamental)

Ojos de fuego es una novela más o menos entretenida, pero que no acaba de situarse entre lo más destacado de su autor, y a tono con eso la versión de 1984 era una película discreta, cuya mayor curiosidad radicaba en ver a una muy joven Drew Barrymore justo en la época previa a su turbulenta infancia entre drogas y alcohol. ¡Con la cantidad de obras de Stephen King que se pueden adaptar! (algo que en ocasiones se ha hecho con resultados brillantes... y también todo lo contrario), en Blumhouse se decidieron por un innecesario remake de Ojos de fuego, que se cuenta desde ya mismo entre las más insípidas adaptaciones que ha tenido la extensa bibliografía de Stephen King
 
Con un reparto intrascendente donde sin duda destaca (y no precisamente para bien) un desubicado Zac Efron, esta cinta peca de un acabado visual carente de interés, en lo que perfectamente podría haber sido un mísero telefilm. Con hasta una tonta y forzada mención a los superhéroes, lo único destacable sería su banda sonora de John Carpenter, ya que sus personajes (mal planteados y peor desarrollados) se mueven en una historia indecisa con un final ridículo que intenta abarcar mucho y se queda en nada, ya que hasta las capacidades pirokinéticas lucen pobres (supongo que a tenor de su poco presupuesto) para algo que podía haberse mostrado bastante más espectacular.
=================================

jueves, 12 de mayo de 2022

TOP GUN MAVERICK, ensalzemos a TOM CRUISE (crítica sin spoilers)

En la ahora tan añorada década de los ochenta hay una gran cantidad de títulos que se convirtieron en clásicos para toda una generación que ahora ronda la mediana edad (en mi caso 47 en el momento de escribir esta crítica): yo tengo los mios y cada cual tiene los suyos pero eso no significa que todos ellos calaran por igual a todos los espectadores. Eso es lo que me pasó a mi con Top Gun, subtitulada aqui en España como Ídolos del aire, y que fue uno de los mayores éxitos de 1986 de la mano de un director como Tony Scott (hermano de Ridley Scott, el de Alien y Blade Runner), que empezó a despuntar más allá de la larga sombra de su apellido, y logró sus mayores éxitos comerciales desde finales de los ochenta hasta mediados de los noventa.

Como digo a mi la primera entrega se me hizo una película muy hija de su época, a mayor gloria de su protagonista principal, un Tom Cruise que por entonces aún vendía su imagen de "chico guapo", antes de sus posteriores incursiones en otro tipo de géneros para que también lo valoraran como actor. Con eso no quiero discriminarla, ya que es una película entretenida, pero en su momento la ví más como una especie de panfleto para que las juventudes de aquel entonces se metieran en las fuerzas militares porque allí (según la película), eso MOLABA a tenor del tono videoclipero que le dió el antes citado Tony Scott. Era un previsible éxito tan preconcebido como tal que incluso hizo muy popular su canción Take my breathe away, siendo otra balada emblemática de la mencionada y añorada década.

Más de treinta años después de aquel popular film se estrena su tardía secuela, que en origen tendría que haberse visto en el verano del 2020, pero que la pandemia del Coronavirus ha retrasado dos años. De nuevo estamos ante una producción levantada por y para su protagonista, un Tom Cruise que ya no es el jovencito que era entonces sino un actor que este 2022 cumplirá 60 años, uniéndose a la larga lista de intérpretes que conocieron la fama por aquel entonces, pero que saben que el tiempo pasa para todos. Se podría hacer un paralelismo entre el actor y su personaje, ya que en ambos casos saben que su tiempo de mayor esplendor ya pasó, pero aún así son defensores de lo clásico y lucharán con uñas y dientes por ello, en unos tiempos en los que las plataformas de streaming han hecho temblar a la exhibición cinematográfica, al menos como se conocía hasta ahora. Con eso me vengo a referir a la encarnizada lucha de Cruise porque tanto esta secuela como las que tiene en marcha de la saga Misión Imposible se vieran en la gran pantalla con los protocolos de exhibición clásicos, sabiendo que es el sitio donde se puede disfrutar más de una experiencia como esta.

Y es que, seamos claros, Top Gun Maverick es una película espectacular en lo visual, que a los fans de la anterior entrega les convencerá en cuanto a que sigue siendo un film con el que te dan ganas de subirte a un avión y hacer las virguerias que se ven en pantalla. Uno de sus guiños más acertados sería la propia imagen del protagonista, al que representan como anclado en un pasado que tiende a desaparecer y quedarse obsoleto (como también la M de Judi Dench le achacaba al James Bond de Pierce Brosnan en Goldeneye), pero al que él se agarra para continuar haciendo lo que le gusta y con la leyenda viva en activo que representa por sus logros y hazañas. En cuanto a su historia, en este caso todo gira sobre el retorno a Top Gun (la escuela donde se entrena a los mejores de los mejores del ejército norteamericano) del entonces alumno y ahora maestro (a la fuerza), que tiene que entrenar a unos jóvenes pilotos de cara a emprender una misión que a priori parece tan imposible como las de la otra franquicia que tiene en curso Cruise
 
Eso le llevará a tener dudas morales ya que uno de esos aspirantes es el hijo de Goose, un compañero suyo que falleció en la anterior entrega; combinándose ese hilo argumental con el de la predecible relación sentimental entre el protagonista y el personaje encarnado por Jennifer Connelly (una exnovia del pasado, que sustituye a la actriz Kelly McGillis, partenaire de Cruise en 1986 pero descartada ahora por no lucir como entonces) Al mando de esta secuela está como director un Joseph Kosinski, el cual ya se hizo cargo de otra tardía secuela (Tron Legacy) y con el que Cruise ya trabajó en Oblivión, siendo un cameo de un enfermo Val Kilmer (con cáncer de garganta, tanto el mencionado actor como aqui su personaje) la única concesión actoral que hay al film previo, aparte de una dedicatoria final al difunto Tony Scott, director de la primera entrega, que levantó una ola de aplausos cuando se vió en pantalla al pase al que acudí. En resumidas cuentas Top Gun Maverick es una entretenida secuela que creo que dejará satisfechos a todos aquellos a los que la cinta original les marcó una época de sus vidas, hace ya casi cuatro décadas.
=================================

martes, 3 de mayo de 2022

DOCTOR STRANGE EN EL MULTIVERSO DE LA LOCURA (sin spoilers)

Me suponía por los avances previos que esta secuela de Doctor Strange sería la primera película del cada vez más amplio y muy poblado universo Marvel cinematográfico en dar cabida al material que se ha añadido al mismo a través de las series de televisión que se estrenaron en Disney Plus el año pasado desde la de Wandavision. Curiosamente la mencionada seria una de ellas, porque resulta muy evidente que nos volvemos a encontrar con el personaje encarnado por Elizabeth Olsen tras los hechos que tuvieron lugar allí. Pero a diferencia de lo que yo pensaba, NO es imprescindible el haberla visto puesto que la presencia del personaje aqui queda muy bien justificada, siendo tan solo un extra de información no necesariamente primordial, pero si que agradecidamente complementaria.

Curiosamente la otra serie que sirve como complemento a esta secuela del Doctor Strange es la de animación What If, ya que al abrirse la veda de los multiversos con la reciente Spider-Man No way home (que recibe una mera mención anecdótica), los mundos alternativos que allí se presentaban tienen cabida aqui. Para ser exactos sería no tan solo aquel que se centra en el protagonista de esta película (Doctor Strange), sino el que sirvió como presentación a dicha serie, con cierto carismático personaje del que se abre la posibilidad de volver a verlo, ya que el mismo concepto del multiverso deja las puertas abiertas a todo tipo de hipotéticas versiones alternativas. La sorpresa fue máxima (al menos para mi) cuando a dicho personaje lo encontré siendo miembro de otro importante grupo en este universo de superhéroes, en el cual hay cabida tanto para el pasado (mutantes) como para el futuro (con cierto padre de familia bastante popular a cargo de quien el público lleva pidiendo desde hace meses), e incluso recuperando al cabecilla de otro popular grupo cuya presencia se centraba hasta ahora en una fallida serie de 2017 que apenas duró 8 episodios.

Pero no solo de guiños y cameos vive el fan de Marvel (a lo antes citado se podría añadir otro personaje de la mitología del protagonista que se deja ver en la primera escena entre créditos), sino también de que el resultado sea bueno, y sin lugar a dudas la elección de Sam Raimi como director ha resultado todo un acierto. Ello se debe a que cumple con lo que en origen iba a ser este amplio universo, en el que cohabitaran entrelazadas diferentes historias desde diferentes puntos de vista según los directores asignados a cada proyecto, algo que quizás no todas las películas han respetado, quedándose en cintas tan funcionales como poco personales. Al igual que pasaba con las aportaciones de Kenneth Branagh, Taika Waititi o James Gunn (por citar tan sólo tres ejemplos), en este caso esta Doctor Strange en el multiverso de la locura tiene el sello personal de Sam Raimi, cierto que tamizado para que entre a cuanto más público mejor, pero agradecido para dotar de entidad propia al resultado final, aparte de devolvernos a ese fantástico director que hace ya 20 años abrió la veda del cine de superhéroes con su inaugural Spider-Man.
 
Aunque los actores cumplen bien con los papeles asignados (atención a todo un habitual en el cine de Raimi, con el que además se cierra el presente film), me asombró BASTANTE una magnífica Elizabeth Olsen, cuya motivación para hacer lo que hace proviene de lo visto en la serie Wandavision (aunque insisto en que si no se ha visto es perfectamente entendible incluso para los néofitos), lo que la actriz aprovecha para ahondar en la brecha que se abrió allí, ofreciendo en esta película una doble versión entre la comprensión hacia lo que quiere obtener y la misma locura con la que pretende lograrlo. De igual manera cuando su personaje demuestra todo su poder (y Raimi nos lo ofrece con su toque personal) estamos sin duda ante alguien que bien podría dar un giro radical a este universo como hizo su homóloga de las viñetas en el evento titulado Dinastia de M, dejando al final que la Bruja Escarlata (o más bien Wanda Maximoff) sea el personaje femenino que ha tenido una mejor evolución en este universo en los últimos tiempos. 
 
Por contra se le podría achacar a esta secuela que dos conceptos de su título (multiverso y locura) no están tan presentes como todos desearian, si bien en el primer caso deja las puertas abiertas a que esas realidades alternativas (algunas tan extrañas como tremendamente atractivas) vuelvan a ser visitadas en algún futuro proyecto (es lo que tiene el multiverso, que TODO es posible) En cuanto a la citada "locura" sería la que motiva los hechos que aqui acontecen, que estando en las manos de Raimi podría haberse desmadrado como en otros proyectos suyos, pero que se encuentra en todo momento comedida por la mano de la productora, aunque sin que ello sea obstáculo para un espectaculo tremendamente entretenido y muy bien acotado, ya que sus 126 minutos se demuestran adecuados para lo que nos cuenta, sin esos excesos de metraje tan usuales en algunos tipos de producciones actuales. En resumidas cuentas una secuela quizás sencilla en su premisa argumental (aunque tampoco pide mucho más) pero todo un espectáculo visual con el que desconectar y dejarnos llevar para disfrutar.
=================================

sábado, 16 de abril de 2022

ICE AGE: LAS DESVENTURAS DE SCRAT y su epílogo, adios ardilla

Cuando se estrenó Ice Age en 2002 pocos se podían imaginar que estábamos ante la que sería la franquicia más rentable de Blue Sky Studios, lo cual resulta bastante curioso porque su calidad técnica y artística era la justa, derivando a unos peores guiones en las sucesivas secuelas. Pero hay algo que si triunfó con TODA la justicia del mundo en dicha franquicia: Scrat, un personaje secundario y mudo, pero que recuperaba el splatstick de la mejor tradición animada de los Looney Tunes, en unas muy breves apariciones que se convertian sin duda alguna en lo más destacado de las sucesivas secuelas de esta saga.

Con la compra de Fox por parte de la Disney, en el paquete iba incluida Blue Sky Studios, pero como no sabían que hacer con él fue cerrado y sus próximos proyectos cancelados, reubicando a su personal por Pixar y Walt Disney Animation Studios. Aún así digamos que la franquicia Ice Age era ahora propiedad de Disney y podía hacer con ella lo que quisiera (lo cual ha sido así con el estreno en Disney Plus de la secuela/spin-off Ice Age: Las aventuras de Buck), pero en la misma ya no salía Scrat, el mejor personaje de toda esta franquicia, por un litigio de 20 años entre Ivy Silberstein (creadora del mismo) y Disney (los actuales dueños de la franquicia) que estos últimos perdieron, lo que les impide volver a usarlo. Eso me llevó a pensar que no vería más a Scrat... pero aún quedaba algo.

Estrenados este pasado 13 de abril en Disney Plus, los seis cortos titulados Ice Age: Las desventuras de Scrat (Ice Age: Scrat Tales en su idioma original) vuelven a regocijarnos con las múltiples peripecias de esta ardilla, siempre en pos de su tan deseada bellota. Con una duración cada uno de ellos inferior a los cuatro minutos y medio (contando incluso títulos de crédito), en estos cortos hay dos novedades; por un lado un pájaro do-do que aparece en algunos de ellos y por otro Baby Scrat, la versión infantil de la simpática ardilla protagonista, lo que le hará dudar a Scrat en muchos momentos entre su amada bellota y el instinto paternal que le sugiere su pequeñín retoño. Estos seis cortos ven ahora la luz pero estaban realizados antes del cierre del estudio, por lo que podríamos decir que es la despedida de este personaje (de hecho el que se titula Nut The End se puede entender como tal), que tiene su colofón final en el epílogo por parte de Blue Sky Studios aparecido en internet, donde al final Scrat consigue comerse su tan ansiada bellota después de tantas penurias.

martes, 12 de abril de 2022

LA CIUDAD PERDIDA, un entretenimiento funcional (crítica sin spoilers)

El cine de aventuras se puso de moda en la década de los ochenta con la franquicia de Indiana Jones, aunque en si la misma tan solo rescataba el espíritu de los seriales de las primeras décadas del siglo XX, que fue cuando el género despuntó. A rebufo del éxito del citado arqueólogo de Spielberg y Lucas surgieron multitud de proyectos similares, siendo uno de los que triunfó la cinta Tras el corazón verde (Romancing the stone) de 1984, protagonizada por Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito, que sería la que más facilmente se puede tomar como referencia al hablar de un film como La ciudad perdida con Sandra Bullock y Channing Tatum.

Lo mejor (y lo peor) de esta cinta radica en centrarse en esquemas conocidos y funcionales dentro de este género, lo que para algunos puede significar una historia en ciertos aspectos previsible, pero que en el fondo tan solo busca entretener introduciendo dichos conceptos a un nuevo público potencial que podía más o menos desconocerlos. Y es que este film se une a ejemplos recientes tales como las dos secuelas de Jumanji con Dwayne Johnson, Uncharted o sobretodo Jungle Cruise, que también se nutren de ese espíritu clásico de aventuras que despuntó en las décadas de los ochenta y noventa, el cual recuperan con mejor o peor fortuna.

La protagonista de La ciudad perdida, a cargo de Sandra Bullock, es la escritora Loretta Sage, que ha triunfado con una serie de novelas románticas de aventuras, aunque arrastra aún la pena por la pérdida de su esposo. La editorial ha usado para las portadas de los libros de la protagonista a un modelo llamado Alan (a cargo del actor Channing Tatum), tan guapo como simple, que sería la total antítesis del héroe aventurero de las novelas de Loretta al que le presta su imagen, lo cual enerva a la autora si bien transigue con ello. Pero en la presentación de su obra más reciente, cuando parece que va a finalizar la relación "comercial" que les une, la protagonista es secuestrada por Abigail Fairfax, un esperpéntico villano al que da vida Daniel Radcliffe, empeñado en que la autora le ayude a encontrar el tesoro que menciona en sus obras. El pobre Alan intentará demostrar su valía y emprenderá su rescate en pos de demostrarle a Loretta que es algo más que el mozo guapetón por el que se ha hecho famoso, pudiendo ser el héroe que se espera que sea.
 
Como muchos previsiblemente pensarán, estamos ante el clásico ejemplo de una pareja de carácteres contrapuestos que se ven envueltos en una situación límite (con las presumibles consecuencias que se deriven...) A ello hay que añadir el personaje de Bullock, que bien podría considerarse heredero de los que la actriz ha interpretado en muchas de las comedias románticas que han cimentado su carrera, pero que consigue desarrollar de una forma bastante correcta a las pretensiones del film, con el esquema básico de alguien a quien sitúan fuera de su ambiente y tendrá que ir hacienco frente a las situaciones que le ocurren. A su lado el modelo de Tatum, que sabe sacar partido de un personaje que tiene que demostrar su valía bajo el estereotipo clásico del chico guapo pero más bien tontorrón aunque en el fondo buena persona; si bien el que destaca más pese a ser poco más que un simple cameo sería el personaje al que da vida Brad Pitt (y ojo a la innecesaria y absurda escena entre los créditos finales... pero que ahi está)

Resulta divertido, aunque sea más bien breve, el ver como la eficiencia del personaje de Pitt deja en evidencia la supuesta masculinidad de la que quiere hacer gala el de Tatum, si bien en el fondo el villano al que hacen frente encarnado por Radcliffe nunca acaba de hacer gala de su supuesta maldad, dejándose llevar más bien por una imperiosa ambición que le situaría como una parodía de los megalómanos con los que ha tenido que lidiar James Bond. Supongo que por más que Radcliffe quiera demostrar su versatilidad más allá del Harry Potter con el que alcanzó la fama, aún seguimos viendo en él a aquel muchacho que conocimos en Hogwarts, lo que le resta credibilidad enfrentándose a personajes como el que encarna aqui. En cuanto al trabajo de los directores (el duo formado por los hermanos Aaron y Adam Nee) hacen aqui su debut en el panorama más comercial de Hollywood con corrección, sin alardes ni pretensiones aunque también sin sorpresas ni innovaciones, en un mero entretenimiento que nunca aspira a más que eso.
=================================

jueves, 7 de abril de 2022

ANIMALES FANTÁSTICOS: LOS SECRETOS DE DUMBLEDORE, crítica sin spoilers de esta tercera entrega de las precuelas de HARRY POTTER

La saga de Harry Potter es una de las más populares y rentables, tanto a nivel literario como cinematográfico, por lo que es lógico exprimir lo máximo posible para contentar a los fans y hacer crecer dicho universo mágico. Pese a ello ya la serie principal dió evidencias de alargarse en exceso en siete libros que se convirtieron en ocho películas (la última entrega literaria se dividió en dos cintas), pero más o menos cumplió con sus objetivos, por lo que había esperanzas cuando se estrenó Animales fantásticos y donde encontrarlos. Dicho film partía como spin-off precuela de la saga original, pero en este caso con el guión directo de J.K.Rowling (creadora de todo este universo), pero sin basarse en ninguna obra literaria suya previa.

Dicha ilusión empezó a quedar mermada cuando dos años después se estrenó su secuela (la inferior Los crímenes de Grindelwald), en lo que aspiraba a ser la segunda entrega de una pentalogía fílmica que ya veremos si se finaliza. Y eso se debe a que ya han pasado cuatro años desde aquel film hasta esta tercera entrega, teniendo que lidiar por el camino con varios problemas que se hacen evidentes en este tercer episodio. El primero fue el descenso en taquilla de la entrega previa, el segundo vino por la polémica que llevó a cambiar a Johnny Depp por Mads Mikkelsen, el tercero fue el retraso por la pandemia mundial y el cuarto el férreo control de J.K.Rowling sobre el producto final, intentando alargar en exceso algo que ya no da para más, lo que de nuevo se hace palpable en esta película.

Las muchas dudas que levanta esta tercera entrega de Animales fantásticos probablemente se hacen evidentes en ser la primera película de este universo que no se estrena ni en la temporada veraniega ni en la navideña, que es cuando han llegado tanto los ocho entregas de Harry Potter como las dos anteriores de este spin-off precuela. También hay una evidente incertidumbre en la propia película, que se dilata más de dos horas llevando a sus personajes de un sitio a otro con poca convicción sobre sus objetivos, para en resumidas cuentas dejarlos casi como al principio; si bien aqui se permite un cierto paralelismo más o menos acertado entre el auge de ciertos populismos políticos (¿fascismo?) y la ascensión de Grindelwald dentro de este mundo mágico. Asimismo resulta irónico que estas películas se titulen Animales fantásticos cuando los mismos cada vez tienen una menor trascendencia, algo también palpable en esta cinta (que además prioriza en lo de Los secretos de Dumbledore, por aquello de si nombrando a un personaje algo más conocido de este universo se consigue atraer a más espectadores: de que lo consiga depende su incierto futuro)

Pese a una evidente irregularidad durante sus excesivos 142 minutos, esta película tiene aciertos que se mantienen de la anterior entrega, como un destacable Jude Law encarnando al joven Albus Dumbledore, que en esta película ya deja clara su orientación sexual por más que el detalle tampoco aporte algo de especial trascendencia al producto final. Su reverso lo tiene en Gellert Grindelwald, que en esta franquicia ha tenido los rostros de Colin Farrell en el primer film, Johnny Depp en el segundo y Mads Mikkelsen aqui, consiguiendo este último una aceptable actuación por más que dicho villano quede algo lejos (de momento) de lo amenazador que representó ser Voldemort para Harry Potter. Ellos dos serían los evidentes protagonistas de esta película, quedando en segundo plano otros como el Newt Scamander encarnado por Eddie Redmayne, mientras que el resto pulula aportando poco o nada al resultado final, siendo especialmente hiriente en el personaje de Tina Goldstein, que pasa a ser un mero cameo quizás porque la actriz Katherine Waterston osó criticar los mensajes tránsfobos de J.K.Rowling (dueña y señora de toda esta franquicia) 
=================================

jueves, 31 de marzo de 2022

MORBIUS, vampirismo indefinido (crítica sin spoilers)

Los aficionados a los comics (especificamente de superhéroes) estamos viviendo una época maravillosa, en la que cada año se pueblan las carteleras de diferentes opciones para todos los gustos. Aún así está claro que esos universos son de manera general los de Marvel y DC... pero mientras que la primera ha ido escalando éxitos desde su nacimiento (allá por de 2008) con los mínimos tropezones, los de DC no pueden presumir de lo mismo, ya que fracasaron en su forzado intento de un universo entrelazado como ha conseguido ya la citada Marvel, teniendo que anclarse en éxitos individuales (como esa The Batman de reciente estreno) pero sin formar aún un conjunto más o menos cohesionado... al menos a corto plazo.

Bastante más equivalente a los fallidos intentos por parte de DC que a los éxitos de Marvel, en Sony (al tener los derechos de Spider-Man) tienen al famoso arácnido "compartido" con Disney, ya integrado en el universo Marveliano... pero quieren "crear" uno propio con las extensas opciones que les da todo lo relacionado con Spider-Man, que se inauguró con Venom y su secuela, que continua con Morbius, y que se espera que tenga más entregas con las futuras películas para Kraven y Madame Web. A priori no pinta mal, pero la calidad es otro tema y las dos entregas (hasta la fecha) de Venom no convencieron del todo, y esta Morbius sigue por los mismos derroteros.

El mayor problema que arrastra esta película radica en un guión retocado por infinidad de manos, lo que provoca una indefinición genérica sobre la historia que nunca acaba de tomar un camino determinado. Con esto me vengo a referir que aunque estemos hablando de un universo de superhéroes donde todo gira sobre unos conceptos más o menos similares, las diferencias inherentes de según que personajes permiten tocar otras temáticas, estando claro en este caso que una de ellas podría haber sido el terror (por la condición vampírica de su protagonista) Asimismo los films de orígenes se hacen un tanto cansinos si se decantan por la resolución más esquemática, ya que eso los hace previsibles para el espectador más curtido en esto... siendo otro de los errores patentes en este film, que al menos en mi caso provocó las mínimas sorpresas. A ello habría que añadirle una resolución visual con la que parece que retrocedamos al pasado, recordando a ejemplos tales como Blade o Buffy Cazavampiros que triunfaron allá por los noventa, pero en este caso sin aportar nada digno de novedad (ya que en muchos momentos las escenas de acción resultan hasta confusas)

La pobreza de su guión se ve además afectada por un montaje en el que debieron pensar que esto era un puzle que debía de montarse como fuera para sacarlo adelante lo antes posible (esta cinta fue otra víctima de sucesivos retrasos debidos al Covid), siendo eso evidente en las dos escenas ENTRE los créditos finales (ya que tras los mismos no hay ninguna), en el que se juega con que lo sucedido en Spiderman No way home lleva hasta "este" universo a cierto villano arácnido que ya estaba presente en el otro (lo que justifica la presencia de ESE actor que se ha visto en algunos trailers, pero que nada más aparece en lo que cito) El problema radica en hacerlo sin la más mínima coherencia, al igual que las paralelas al final de la secuela de Venom, llevando el simbionte al universo cinematográfico Marvel, quedándose en meras promesas de cara a futuros e indefinidos cruces entre ambos (por las redes sociales circula una petición para realizar The Amazing Spider-Man 3, con Andrew Garfield frente a Venom y/o Morbius (se supone que comparten este universo) más lo que sea, dejando al arácnido encarnado por Tom Holland para las películas cohesionadas de Marvel)

En resumidas cuentas Morbius es otro ejemplo de película fallida en el tema de adaptación de un personaje de comic a la gran pantalla, ya que aunque el aspecto visual de Jared Leto cumpla bastante con las características de este personaje (no siendo tan grotesca como la que el mismo actor ofreció con su Joker en Escuadrón Suicida), resulta insuficiente para hacer remontar este film, también lastrado por un ritmo algo atropellado. No ayuda mucho un reparto donde ninguno de sus miembros consigue destacar lo suficiente (ni Matt Smith como villano que no acaba de desmelenarse como desearía, ni Jared Harris como mentor inicial de los oponentes principales, ni Tyrese Gibson como policia que investiga las muertes que se provocan; siendo los más conocidos de su elenco), aunque tenga algún detalle bastante acertado como el referente al Nosferatu de Murnau, si bien no dejan de ser momentos puntuales en 109 minutos con poco bueno para recomendar. Lo lamentable es que si películas como las citadas de Venom o como esta triunfan en taquilla (y la del simbionte lo ha hecho), serán el ejemplo a seguir... con lo cual mal vamos.
=================================