FICHA TÉCNICA
Título: Revolutionary Road
Dirección: Sam Mendes
País: Estados Unidos, El Reino Unido
Año: 2008
Duración: 118 min.
Género: Drama
Reparto: Leonardo DiCaprio, Kate Winslet, Kathy Bates, Kathryn Hahn, MIchael Shannon, Zoe Kazan, Ryan Simpkins, Dylan Clark Marshall, Kristen Connolly, David Harbour, Ty Simpkins
Guión: Justin Haythe
Distribuidora: Paramount
Productora: BBC Films, Scott Rudin Productions, DreamWorks Pictures SKG, Neal Street Productions, Evamere Entertainment, Goldcrest Pictures
Cásting: Debra Zane, Ellen Lewis
Decorados: Debra Schutt
Dirección artística: John Kasarda, Nicholas Lundy, Teresa Carriker-Thayer
Diseño de Producción: Kristi Zea
Fotografía: Roger Deakins
Montaje: Tariq Anwar
Música: Thomas Newman
Productor: Bobby Cohen, Gina Amoroso, John Hart, Sam Mendes, Scott Rudin
Productor ejecutivo: David M. Thompson, Henry Fernaine, Marion Rosenberg, Nina Wolarsky, Peter Kalmbach, Pippa Harris
Vestuario: Albert Wolsky
SINOPSIS
Frank Wheeler (Leonardo DiCaprio) y su esposa April (Kate Winslet) son una joven pareja que intenta encontrar la felicidad en una época donde predomina la conformismo, en los suburbios de la Connecticut de los años cincuenta . Atrapados en un mundo lleno de convenciones, ellos sueñan sin fe, mientras las mentiras y las autodecepciones les conducen a unas dramáticas consecuencias.
CRÍTICA
Nadie puede negar el antes y después que hubo tras Titanic. Por encima de una calidad que varía según la valoración de cada uno, estamos hablando de un fenómeno que fue más allá del simplemente cinematográfico, convirtiendo al film en un mito bendecido por 11 Oscars y un record de taquilla aún no alcanzado (pese a que títulos como el reciente El Caballero Oscuro hayan optado a intentarlo). Que parte del éxito de la película de James Cameron se debió al carisma de su pareja protagonista es algo innegable, con lo cual llamó mucho la atención el anuncio de que iban a rodar juntos la presente Revolutionary Road, cuyo estreno sería 11 años después del film que los catapultó al estrellato como pareja romántica. Pero hay que dejar las cosas claras, o para ser más exactos dejar al Titanic aparcado, porque lo que nos encontramos en este caso es algo literalmente diferente.
En Revolutionary Road tenemos a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet interpretando a un matrimonio cansado de la vida rutinaria que llevan. El film lo que nos viene a narrar es la fase final de dicha pareja... y claro, contado así, ¿no os suena? Efectivamente es también la base argumental que sustentaba American Beauty, el film por el que se dio a conocer el también director de esta película, Sam Mendes. Las semejanzas empiezan y acaban ahí, porque además Revolutionary Road está ambientada en los años 50 del siglo XX, mientras que American Beauty era contemporánea, pero el hecho de que básicamente coincidan en ese detalle le resta novedad a un producto que, además, simplemente nos narra eso (el progresivo deterioro de la relación de los dos protagonistas), con lo cual las dos horas de duración se hacen demasiado pesadas en según que momentos (¡si ese matrimonio no va a durar que se separen ya y dejen de dar la brasa!).
Asimismo también peca la película de demasiado academicismo: muchas veces se le echan en cara a ciertos films los elementos tan claros que tienen de cara a intentar ser blockbusters taquilleros, pero eso mismo le pasa a según que otros que parecen hechos con tanto formulismo que mismamente es como si estuvieran pidiendo algún Oscar a gritos. ¿Lo conseguirá? ya veremos, ¿lo merece? ni más ni menos que otras películas que han hecho los mismos méritos o más y no hacen tanta ostentación de ellos. Y es que tras acabar de ver la película lo que sin duda uno puede valorar mejor de la misma son las interpretaciones, ambas dignas de nominación porque la química entre DiCaprio y Winslet es innegable: sus disputas en pantalla son sin duda lo más memorable de una película que, por lo demás, vence pero no convence (es moderadamente entretenida... pero tiene los puntos para haber sido mucho más, sin lograrlo).
LO MEJOR: La pareja protagonista, especialmente en las disputas, recreadas con una verosimilitud altamente destacable gracias a la labor actoral de DiCaprio y Winslet.
LO PEOR: Que la progresiva ruptura del matrimonio sea básicamente lo único que nos cuenta la película, provocando altibajos de interés a lo largo del metraje.