Ficha técnica
Dirección: LEN WISEMAN
Intérpretes: BRUCE WILLIS, TIMOTHY OLYPHANT, MAGGIE Q, JUSTIN LONG, JEFFREY WRIGHT, MARY ELIZABETH WINSTEAD.
Guión: JEFF MARK BOMBACK; basado en los personajes creados por RODERICK THORP.
Producción: MICHAEL FOTTRELL, JOHN MCTIERNAN, ARNOLD RIFKIN Y BRUCE WILLIS.
Música: MARCO BELTRAMI
USA, 2007
Sinopsis
Un ataque a la vulnerable infraestructura informática de
Estados Unidos comienza a apagar poco a poco a la nación entera. La misteriosa figura detrás de este plan devastador ha cuidado hasta el más mínimo detalle, pero nunca contó con
John McClane.
Crítica
La Jungla 4.0 se convierte en otra decepcionante secuela dentro de este verano del 2007 lleno de secuelas cinematográficas que no han llegado a lo que uno esperaba de ellas. Eso no quita para que (pese a todo) entre todos esos films haya diferencias entre los que como mínimo mantienen un nivel correcto y los que directamente se estrellan.
La Jungla 4.0 estaría en el primer grupo… pero cerca de la frontera del segundo.
Para empezar hay que decir que la película es entretenida, eso sin duda. Se podrá decir lo que se quiera de ella, lo cual no es óbice para mentir y decir que no me entretuve viéndola, porque la verdad es que si que me entretuve. El problema es que carga con tres películas previas que desde luego la superan. Personalmente considero que los mejores films de la saga son los dirigidos por
John McTiernan. En la primera entrega supo demostrar como crear un clásico del género de acción (con la ayuda además de un magnífico villano encarnado por
Alan Rickman), y en la tercera contó con un entretenido argumento, un
Bruce Willis igual de socarrón que en el primer film, un espléndido secundario como
Samuel L.Jackson (la química entre él y el protagonista era innegable) y un simpático
Jeremy Irons disfrutando en su papel de villano. Y aunque en el caso del tercer film había bastantes excesos (por esa regla esquemática de que una secuela ha de ser superior al capítulo precedente) mantenía un nivel innegable si no fuera por un final en el que se echaba en falta un cara a cara entre héroe y villano. La segunda entrega, dirigida por
Renny Harlin, sigue un esquema parecido al del primer film pero aumentando el radio de acción (de un edificio a un aeropuerto). El problema está en que falla el villano (
William Sadler como el
Coronel Stuart no impresiona tanto, por mucha cara de malvado que quiera poner) pero pese a ello
Harlin era en aquel entonces un buen director de películas de acción y supo hacer un film entretenido.

El problema es ahora. El cine de acción de los ochenta parece estar desaparecido en combate, ahora lo que se llevan son las aventuras mastodónticas con alucinantes escenas de acción y espectacularidad por los cuatro costados. Y ya no importa ni el argumento (en algunos casos inexistente) ni los actores (¿cuántos héroes ha generado el cine de acción en los últimos años que esten al mismo nivel de
Willis, Stallone, Schwarzenegger o
Harrison Ford? Yo diría que ninguno). Supongo que por eso estamos viviendo el retorno de varios clásicos del pasado como
Rocky, Rambo, Indiana Jones o
John McClane.
Lo que pasa que a la espera de ver como van las cuartas entregas de
Rambo e
Indiana Jones, juzgando los retornos de este año (
Rocky y
John McClane) desde luego este último sale perdiendo.
Stallone, sabiendo la edad que tiene, actua y hace actuar a su personaje en
Rocky Balboa conforme lo que puede hacer un hombre de su edad, lo cual resulta creible. Por contra a
John McClane (Bruce Willis) le hacen realizar unas virguerias en esta película que cuesta mucho de creerselas. Y esto no es una crítica hacia el actor, que su buen esfuerzo físico le habrá costado realizarlas teniendo en cuenta que ya tiene 52 años, el problema está en que no te las crees dentro de la película, pareciendo más propias de la franquicia de
Misión Imposible que no de esta (de hecho me refiero exactamente a las escenas del coche contra el helicóptero y la del caza militar contra el camión). Y el ejemplo de la saga de películas protagonizada por
Tom Cruise me viene que ni al pelo, porque es que todo el argumento del film parece una especie de guión-comodin que lo mismo que se ha retocado para ser
La Jungla 4.0 podría haber sido perfectamente el argumento de
Misión Imposible 4 o si mucho me apuras incluso de
James Bond 22.
Pero seguimos, que esto no ha acabado:
Justin Long es el peor actor que ha acompañado a
McClane en sus peripecias cinematográficas. Y nuevamente he de matizar que no es una crítica hacia el actor, cuya actuación no molesta (aunque tampoco es que destaque). Pero uno lo compara con el anterior compañero de
Willis en la saga (
Samuel L.Jackson) y mientras que con aquel si había química (lo que hacía ganar muchos enteros al film) aquí desde luego no. Pero sin duda el que menos se salva es el villano, encarnado por un
Thomas Olyphant que la primera vez que lo ví aparecer (no sé porque) me recordó a
Jose Coronado pero con ciertos aires amanerados. Y para que os hagais una idea yo a
Jose Coronado lo considero un bastante pésimo actor…
Mary Elizabeth Winstead es quizás la novedad más ingeniosa de la película, al encarnar a la hija del protagonista. Si bien su personaje no difiere mucho del de la típica chica que ha de ser rescatada por el héroe, que en este caso sea un policia tan socarrón como
McClane y que además éste sea su padre hace que tenga un par o tres de escenas en las que (lejos de amilanarse ante el peligro) le echa valor al tema. Del resto del reparto poco se puede decir salvo que pasan por pantalla, hacen lo que tienen que hacer (en el caso del director
Kevin Smith cuatro gracias con relativa poca gracia) y para de contar.
Pero pese a ello, y volviendo al inicio de esta crítica, la película he de reconocer que no aburre, quizás por esa exageración en algunas de sus escenas. En ese sentido hay que reconocer que
Len Wiseman sabe realizar películas de acción (ya lo demostró en las dos entregas de
Underworld). El problema está en que en aquellas tenía un argumento plagado de referencias previas (
Matrix, Blade,…) mientras que aquí tiene que lidiar con las tres películas previas, desde luego realizadas por unos directores que supieron en su momento combinar mejor la simpatia del personaje de
Willis y la espectacularidad de las escenas de acción de una manera más coherente de lo que lo hace
Wiseman. Es por eso que si bien la película se deja ver, a punto estuvo en muchas ocasiones de que al final la suspendiera de nota. En resumidas cuentas lo mejor que se puede decir de ella es que es
entretenida y punto.
LO MEJOR: Bruce Willis y la ironia de su personaje (aunque quizás se nota más forzada que en los títulos precedentes) y la inclusión de la hija del protagonista. Además, pese a sus fallos, la película es entretenida, eso es innegable.
LO PEOR: La comparación con los títulos precedentes (todos ellos mejores que esta), el villano (el peor de la saga) y algunas escenas de acción (que no te las puedes creer para un actor de 52 años como
Willis, aparte de que algunas parecen más propias de
Misión Imposible)