Muchas veces se cita la poca coherencia temporal que tienen las películas de los X-Men hasta el momento, ya que sería tarea dificil (por no decir imposible) el poder englobarlas dentro de una línea temporal más o menos certera. Si vamos al origen la cosa es aún más peliaguda porque desde que nacieron estos personajes en los 60 han tenido multitud de incorporaciones, bajas, nuevas incorporaciones, así como varios grupos, subgrupos y un gran montón de alineaciones diferentes. Al ser una serie coral por la que han pasado tantos mutantes (y tantos autores que se han hecho cargo de ellos) no tengo problema en admitir que más o menos conozco a los más populares, pero incluso aqui me he encontrado a alguno que o bien no recordaba, o bien nunca había leído nada de él.
Ello no ha sido obstáculo para llevarme una grata sorpresa al leer este volumen, que pensaba yo (error por mi parte) que sería tan solo otro comic más de los mutantes de Marvel. La idea de la que parte puede parecer muy simple ya que todo consiste en que Lobezno decide volver al lugar original donde todo empezó para inaugurar allí una renovada escuela para mutantes: en donde en su día se alzó el Instituto Xavier para jóvenes talentos ahora está la Escuela Jean Grey de enseñanza superior, en la que el citado Lobezno será su director, Kitty Pride la directora y La Bestia será el subdirector. En el profesorado contarán (entre otros) con Gámbito, Pícara o el Hombre de Hielo, e incluso tendran conserje (Sapo) o a Doop ejerciendo como equipo adjunto, todo ello con un alumnado bien variado (y ahi es donde a muchos no los conocía) entre los cuales me encantó Nydo, una disparatada mezcla entre el Alien de H.R.Giger y el Sheldon Cooper de The big bang theory (de hecho Chris Claremont creo a esas criaturas originales, vistas por primera vez en 1982, inspirándose en el mencionado Alien. e incluso anticipándose, en ese concepto de las mismas como "sociedad de colmena", a la secuela de 1986 dirigida por James Cameron)
Asumido con sentido del humor, de semejante idea que podía hacer pensar que el resultado sería una insustancial tonteria, resulta que estamos ante una historia muy simpática y divertida de la que en este volumen se incluyen sus ocho primeras entregas. La serie da inicio presentando a sus integrantes principales en una sencilla historia centrada en la visita de dos inspectores de educación que tienen que otorgar los permisos pertinentes a la escuela, mientras han de enfrentarse a un juvenil versión (aunque no por ello menos peligrosa) del Club Fuego Infernal. A medida que entran nuevos alumnos (entre ellos un desmemoriado Ángel que cree ser lo que su apodo denomina) la historia que más me gustó de las incluidas en este tomo sería la que mezcla a estos personajes en una trama a medio camino entre Viaje Alucinante y el antes citado Alien. Con un muy jocoso guión de Jason Aaron, cuya máxima en esta serie parece ser la de ofrecer entretenimiento sin tregua para el lector, el apartado gráfico también resulta acertado estando en manos de Chris Bachalo y Nick Bradshaw, si bien en el caso del segundo podría haber discrepancias (sirva de ejemplo ese Lobezno que dibuja en la portada alternativa del número 1)
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Si hace poco mencionaba a John Green como un autor de esos a los que voy siguiendo (y leyendo) lo que van haciendo, otro tanto se puede decir de David Safier, a quien llegué por la ferviente recomendación del amigo Paco Hernández, que me habló maravillas de la novela Maldito Karma. A partir de ahi pronto congenié con el estilo de este autor y todo lo que ha venido a continuación lo he leído: Jesús me quiere, Yo, mi, me... contigo, Una familia feliz, ¡Muuu!, Más maldito karma e incluso 28 días, donde el autor dejaba de lado su toque más humorístico para centrarse en algo más real: el levantamiento del gueto de Varsovia.
Con la excepción de esa novela (28 días), el resto de obras de este autor se han caracterizado por plantear situaciones algo rocambolescas que sus variados protagonistas tenían que sobrellevar de la mejor manera posible, basándose la mayoría de ocasiones en el choque emocional y/o cultural que se establecía entre dos identidades opuestas (fuera por el motivo que fuera), lo que nos lleva a las situaciones cómicas que abundan por sus muy entretenidos relatos.
En el caso de esta Y colorín colorado... tú nos encontramos un esquema de ese estilo, que puede parecer una repetición de conceptos (cambiando solo los elementos) pero que el autor solventa con su habitual ironía así como su total acierto a la hora de que el lector logré empatizar con el protagonista. En esta ocasión se trata de una frustrada dibujante de comics (lo que da pie a multitud de referencias de cultura popular) que esboza al que considera el Príncipe Azul de sus sueños en una libreta mágica, la cual lo vuelve real (para sorpresa de ella) A partir de ese momento se establecen una serie de delirantes situaciones que provocarán el choque cultural y emocional entre un personaje ficticio y la dura realidad, pero sin abandonar nunca ese tono irónico y optimista tan propio de este autor, con multitud de momentos de un humor absurdo, surrealista y hasta disparatado, tan habitual en sus obras, pero que consigue manejar con soltura, ofreciendo una nueva muestra de ese entretenimiento literario (tampoco aspira a más) que a él se le da tan bien.
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Si hablar de Mike Mignola es pensar enseguida en Hellboy (su creación más célebre), algo paralelo ocurre con Stan Sakai y su conejo samurai Usagi Yojimbo. Por eso que en cuanto ví novedades de este autor y su personaje más emblemático, fui a por ellas con total convencimiento para leerlas lo antes que pudiera, ya que todo lo previo que está en las bibliotecas me había proporcionado muchos buenos ratos de notable lectura. En esta ocasión son los dos tomos que engloban toda la etapa del conejo samurai en Fantagraphics (dos enormes volúmenes que agrupan más de 1000 páginas de lectura) y el individual titulado Senso.
Aunque erróneamente se pueda pensar que estamos ante un comic infantil por su estilo de dibujo así como por el hecho de poner animales como protagonistas (cual si fuera una fábula), nada más lejos de la realidad: dentro de esa inicial ligereza se esconde una obra que se puede considerar incluso instructiva sobre la época del Japón feudal en la cual se situa (cabe citar que en inicio yo pensaba que era manga pero hace ya tiempo me aclararon que más bien sería "amerimanga") Usagi Yojimbo nació en 1984 y sus primeros años estuvo editado por Fantagraphics, la etapa que recopilan estos dos tomazos de Planeta-Comic, para luego pasar a Dark Horse (su actual casa) Aunque sus aventuras son del todo disfrutables a nivel individual, el poder leer las iniciales ahora en su orden correlativo me ha permitido disfrutar aún más de esta emblemática obra a medida que se desarrolló durante sus primeros años.
Además del conejo protagonista son muchos los personajes que aparecen por estas páginas, estableciéndose con algunos nexos de unión de todo tipo que los llevan a enriquecer aún más el universo de Usagi Yojimbo, gracias especialmente a la notable labor de Sakai como narrador y guionista, construyendo acertadas alegorías sobre la condición humana a través de animales cual si de una fábula se tratara. Con unas historias sobretodo breves, aunque se incluyen sagas más extensas en estos dos volúmenes, uno enseguida se ve cautivado por la personalidad de su protagonista, desarrollada con todo tipo de matices, que se ve enriquecida por todos los escenarios y personajes que pueblan sus aventuras, tan entrañables como el propio conejo protagonista. Como curiosidad estos dos tomazos incluyen una serie de extras como portadas originales asi como otros detalles y curiosidades de la creación y desarrollo de Usagi Yojimbo (incluso ese muy curioso crossover con las Tortugas Ninja), si bien estan todos concentrados al final del segundo volumen.
- Ficha editorial del primer volumen por este enlace, del segundo por este otro y de la biblioteca (de ambos) por este enlace.
Y si ya en estos dos excepcionales tomos que nos situan en los orígenes de este personaje quedan claras las referencias a clásicos de Japón que pueden ir desde títulos emblemáticos como El lobo solitario y su cachorro a criaturas tan populares como Godzilla, en el titulado Senso se permite nada menos que un homenaje a otro clásico título mítico, en esta ocasión de la literatura universal: La Guerra de los Mundos de H.G.Wells. Situada 15 años después de las aventuras narradas en su serie regular, este comic reune de nuevo al conejo samurai con sus secundarios más emblemáticos, los cuales tendrán que hacer frente a una invasión marciana que (como el propio autor indica en el simpático preámbulo) se podría considerar una avanzadilla de la que luego atacó nuestro planeta en la obra de Wells. En una historia narrada con mucha convicción veremos como no todos llegarán al final (la misma contraportada ya lo indica) en un relato que serviría de enlace entre la serie regular del personaje y Space Usagi, su contrapartida futurista.
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