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miércoles, 20 de diciembre de 2023

AQUAMAN Y EL REINO PERDIDO (AQUAMAN 2), crítica sin spoilers

Hasta aquí hemos llegado: diez años después del estreno de El hombre de acero el universo DC en cines toca a su fin con esta secuela, previa al reboot orquestado por James Gunn, del que empezaremos a ver algo a partir de 2025. En esta década han sido unas cuantas las cintas que han compuesto este universo compartido, que pretendía hacerle la competencia al de Marvel (exitoso en sus inicios, ahora más dubitativo), pero que se han topado con una recepción crítica que no las ha aceptado, en líneas generales, igual de bien (hay sus pocas excepciones) a lo que sumar un éxito algo variable, que en el caso de los títulos estrenados de forma más reciente (Black Adam, Shazam: La furia de los dioses, Flash y Blue Beetle) se ha convertido en una ristra de fracasos consecutivos, quizás porque el público ya anticipaba que con el reboot antes indicado, todo esto ya no importaba para nada.
 
A toda esa problemática hay que añadirle los muchos retoques que ha sufrido esta película desde que se acabó de rodar, hace ya casi dos años, hasta que por fin llega a las salas de cine. Por un lado está la Mera encarnada por la actriz Amber Heard, cuyo personaje ha sido reducido a su mínima expresión (poca presencia y aún menos diálogos) debido al muy mediático juicio que tuvo con su expareja el actor Johnny Depp, que dejó su imagen pública bastante dañada.
 
No ha sido lo único: en Flash se reintroducía al Batman encarnado por Michael Keaton en el film de Tim Burton de 1989, con la idea de convertirlo en eje de este universo, motivo por el que también aparecía en la cancelada Batgirl (estando la película casi finiquitada), y que tenía que aparecer también en esta secuela, al igual que también probaron con el Batman oficial de este universo (encarnado por el actor Ben Affleck), aunque al final ni uno ni otro, lo cual se nota mucho en ciertos momentos donde esta película va por su cuenta, y casi parece que no exista ningún otro superhéroe en este mundo nada más que Aquaman. Asimismo se establece una relación más o menos forzada, debido a las circunstancias, entre el protagonista y su hermano en la ficción (encarnado por el solvente Patrick Wilson), donde se nota mucho que el ejemplo a seguir lo han tomado de las películas del universo Marvel de Thor, y la relación de este con su hermano Loki, salvo que aquí sin la química que allí si hay entre los actores Chris Hemsworth y Tom Hiddelston.

En cuanto a villanos se vuelve a echar mano del Black Manta al que en el film precedente encarnó Yahya Abdul Mateen II, que repite en esta secuela con la única motivación de su venganza contra Aquaman. Para ello tendrá la suerte de conseguir cierto poder ancestral relacionado con ese Reino Perdido al que hace referencia su título, y cuyo poder en la sombra recuerda BASTANTE al Sauron de El señor de los anillos (no sería la única semejanza, ya que hay cierto momento que me llevó a recordarme del Jabba The Hutt de la saga Star Wars) A eso agregemos el regreso de cierto cefalópodo que hizo gracia en la primera película, y que aquí goza de algo más de tiempo; a lo que sumar un tono, en determinados momentos, de comedia forzada que no siempre funciona (digamos que uno ya es previsor cuando se echa mano casi de entrada al humor escatológico con su retoño, mientras ejerce como padre y héroe con esa socarronería macarra que le ha funcionado bastante bien a Jason Momoa al encarnar a este personaje)
 
De ese universo cinematográfico DC (que es la novena franquicia más rentable de la historia, con 6300 millones de dólares) da la casualidad de que su film más taquillero hasta el momento era la primera Aquaman, siendo la única en superar los 1000 millones de dólares de recaudación mundial (lo cual no deja de sorprender teniendo en cuenta que tienen una fama mayor otros superhéroes de esa editorial como Batman y Superman) Y es que mucho también se ha querido relacionar a dicho universo con el director Zack Snyder, si bien han sido otros directores (como Patty Jenkins o James Gunn, por poner dos ejemplos) los que han conseguido mejores resultados artísticos. O como en este caso, y el film precedente, un James Wan consciente de las muchas carencias del material del que parte, pero que aún así consigue cohesionar un resultado final funcional, pese a que también sea evidente que en muchos momentos pretenden tapar esos agujeros de montaje y guion con un abrumador uso de efectos especiales.
 
Agradeciendo, aunque sea con bastante brocha gorda, cierto mensaje ecologista en la historia que nos plantea, no deja de resultar curioso a nivel actoral que repitan intérpretes de cierto renombre como Dolph Lundgren o Nicole Kidman que, para lo poco que aportan, podían haber sido obviados, y curiosamente quien destaque más sea el personaje encarnado por Randall Park, que durante todo el metraje uno se pregunta si acabará llegando vivo al final. En cuanto a la moda de las siempre presentes escenas entre o tras los créditos de las películas de superhéroes, la única que tiene esta película (en el primer caso) sería una mera gracia "gastronómica", relacionada con cierto chiste previo entre los dos protagonistas, y que acaba siendo un colofón tan inocuo como intrascendente para un universo que, pese a que nadie le niega sus contados aciertos, no ha logrado alzarse y llegar a las cotas esperadas. 

CALIFICACIÓN: Entretenida (2,5/5)

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 20 de diciembre de 2023.
  • Galería de posters por este enlace.

jueves, 3 de febrero de 2022

MOONFALL, la luna se nos cae encima (crítica sin spoilers)

Roland Emmerich
es un director con amplia experiencia en esto de los apocalipsis, ya que en su filmografía tiene varios títulos con los cuales ha intentado arrasar nuestro planeta de todas las formas que ha podido, bien sean invasiones alienígenas (Independence Day y su secuela), profecias mayas (2012) o el cambio climático a lo bruto (El día de mañana) Teniendo en cuenta sus antecedentes como director, con algunos títulos más o menos aceptables pero sin ninguna cinta meritoria (asunto aparte es que tenga unas cuantas más o menos exitosas), estamos ante un realizador del que lo mejor es no esperar mucho de ninguna obra suya... y si a partir de ahi como mínimo te entretiene, pues eso que sales ganando.

Resulta curioso que pese a su citada experiencia a la hora de intentar acabar con el mundo, su nueva película (esta Moonfall) haya coincido con el reciente estreno del film No mires arriba en Netflix, teniendo ambas el nexo común de algo que se puede estrellar contra la Tierra y arrasarla (en la dirigida por Adam McKay un meteorito, en esta de Emmerich la Luna) Eso me llevó a recordar cuando en ocasiones han coincidido en las carteleras dos películas de temáticas muy similares, como pasó por ejemplo en 1998 con Deep Impact y Armageddon, films resueltos de maneras diferentes por parte de sus responsables (Mimi Leder y Michael Bay respectivamente) pero también en ambos casos curiosamente sobre meteoritos que podían arrasar la Tierra, lo que ponía en jaque a la humanidad.

Mientras que en No mires arriba se decantan por una sátira bastante meritoria en pretensiones, aunque no tan acertada en resultados, esta Moonfall opta por el esquema básico de los films catastrofistas, en la que resulta bastante evidente (y previsible) que el final será más o menos positivo, que veremos destrucciones apocalípticas muy brutas e impactantes, y que los personajes serán bastante básicos (donde lo mismo te encuentras al héroe en inicio incomprendido que al friki que se usa como "alivio cómico" y recurso final esperpéntico, o a ese personaje secundario trazado para que no caiga del todo bien pero que llevará a cabo cierto gesto de heroismo que motivará el respeto de los supervivientes) Es cierto que en ambas se coincide en que las altas esferas esconden en inicio lo que va a pasar, pero mientras que en la película de Netflix es un elemento primordial para dejar constancia de la manipulación política hacia la sociedad, en este caso es un elemento secundario que sirve tan solo para justificar la única escena que tiene el actor Donald Sutherland en esta cinta.

En cuanto a la premisa de la que parte, mientras que en No mires arriba se opta por el hipotético (pero no por ello menos descartable) meteorito que choque contra nuestro planeta como ocurrió (y motivó) la extinción de los dinosaurios; en Moonfall el problema lo daría la Luna al salirse de su órbita, lo que llevaría a una situación más o menos similar, pero en este caso totalmente disparatada (que ya en su último tercio directamente se desmadra) Y con eso me vengo a referir a que ante la total ausencia de coherencia científica, se opte por la justificación alienígena, siendo el enemigo a batir algo así como la versión ultimate de Galactus (los lectores de los comics Marvel sabrán a lo que me refiero) y el sorprendente campo de batalla un giro argumental que lleva a que nuestro satélite sea algo que parece inspirado en cierto emblemático elemento visto en varias entregas de la saga Star Wars
 
Por ello EN CONCLUSIÓN esta Moonfall es la típica tonteria que uno podría esperar de este director, que se deja ver con las expectativas bajo mínimos, pero que no deja de ser el enésimo "más de lo mismo" en esto de arrasar nuestro planeta. Recurriendo a un guión con agujeros abismales (donde la lógica brilla por su ausencia y los deus ex-machina abundan a destajo) resulta curioso que no se enfoque más hacia la comedia satírica (podía haber seguido la estela de la mencionada No mires arriba) e intente plantearse desde un punto de vista más o menos serio (algo totalmente absurdo) Reconozco que a mi me pilló de buen talante y me hizo pasar un rato algo ameno (por todo lo apocalíptico) e hilarante (por el batiburrillo de inconsistencias que conforman su estrambótica historia)... salvado en parte por el carisma de Patrick Wilson. De todas maneras ni él ni Halle Berry tampoco es que hagan absolutamente nada digno de mención... y son los más conocidos de un reparto donde el resto sería igual de intrascendente y olvidable.
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miércoles, 2 de junio de 2021

EXPEDIENTE WARREN: OBLIGADO POR EL DEMONIO, crítica sin spoilers

Dudo mucho que los responsables de la primera película de Expediente Warren (traducción española del The Conjuring original) pensaran que iban a crear un universo propio que iba a dar tanto de si, ya que si nos ponemos a contar este sería ya el octavo film de dicha franquicia. Pero a diferencia de otros títulos famosos en el género del terror que luego han tenido multitud de secuelas, en este caso esa expansión ha venido mediante unos cuantos spin-offs (las tres películas de Annabelle y las de La Monja y La Llorona) derivados de las películas de la franquicia principal, que eran tan solo dos hasta la fecha (la inicial y la de El caso Enfield) a la que ahora hay que sumar esta. 
 
Hay más o menos cierta unanimidad en que las mejores entregas hasta el momento eran las dos iniciales dirigidas por James Wan, ya que no en vano han sido el origen de todas las posteriores, si bien la presencia secundaria de los Warren en la tercera entrega de Annabelle, de la que Wan fue coautor de la historia, la convertía en lo más similar (sin serlo) a una secuela de las dos iniciales entregas de Expediente Warren. Pero ya fuera de las manos de James Wan como director (en este caso tiene esa función Michael Chaves, responsable del spin-off de La Llorona) esta Expediente Warren: Obligado por el demonio nos devuelve al matrimonio de demonólogos formado por Ed y Lorraine Warren (otra vez a cargo de los carismáticos Patrick Wilson y Vera Farmiga), esta vez inmersos en lo que en un principio parece tan solo un nuevo caso de posesión demoníaca que tomará otros derroteros.

Este octavo film de la franquicia iniciada por James Wan (y a su vez tercera entrega de la primera cinta) comienza con un nuevo exorcismo en el que participan los Warren, con un resultado más o menos afortunado pero que les dejará secuelas, no tan solo a ellos (especialmente a Ed) sino a los integrantes de la familia afectada (por cierto hecho que sucede mientras se lleva a cabo dicho exorcismo), a partir de lo cual se desarrolla la vertiente detectivesca que tendrán los protagonistas en esta nueva secuela. Porque uno de los miembros de esa familia comete un asesinato poco después, argumentando en su defensa que lo hizo obligado por el demonio, lo que llevará a los Warren a intentar descubrir si existe causa para ello o no (las pruebas en un principio no son del todo concluyentes en la teoria de la posesión), moviéndose la película con bastante solvencia por terrenos más propios de las tramas policiacas y de suspense. Logicamente tras ese tránsito por otros géneros la historia se reconduce hacia su temática habitual, si bien en este caso las casas encantadas de las dos películas previas dan paso a los cultos satánicos, llevando a una conclusión final funcional pero ya no tan sorprendente.

La sensación final que deja esta tercera entrega de Expediente Warren es la de un film tan entretenido como claramente inferior a sus dos entregas precedentes, notándose el cambio de director y dejando con la duda de si Michael Chaves, que fue el responsable del spin-off más forzado que ha tenido hasta ahora esta franquicia (La Llorona), era la mejor opción para recoger el testigo de James Wan. Su trabajo como responsable puede pecar de ser demasiado conservador, primero por cumplir con corrección ante unos hechos con ciertos toques verídicos (efectivamente los Warren fueron asesores en el primer caso de homicidio en Estados Unidos donde el acusado puso como atenuante la posesión demoníaca), y segundo por contentar a los seguidores de esta franquicia ofreciéndoles lo que esperan, algo que lleva a cabo de forma aceptable pero sin los momentos de tensión que logró el director de las dos primeras. Como mínimo la pareja formada por Patrick Wilson y Vera Farmiga sigue funcionando de manera bastante destacable, siendo en gran parte el carisma de ellos dos encarnando al matrimonio Warren el que hace funcionar mejor a esta secuela.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 4 de junio de 2021.
  • LO MEJOR: Sabe resultar entretenida pese a todo lo que hemos visto ya en esta extensa franquicia, y la pareja protagonista a cargo de Patrick Wilson y Vera Farmiga sigue funcionando muy bien.
  • LO PEOR: Resulta algo conservadora, quedándose al nivel medio de cualquiera de sus spin-offs antes que al más destacable logrado por las dos películas que la preceden.

miércoles, 3 de julio de 2019

ANNABELLE VUELVE A CASA, la tercera o la séptima (no hay spoilers)

En su momento las muy extensas franquicias a las que dió lugar la moda de los asesinos en serie en la gran pantalla derivaron en una paulatina pérdida de valores, que las iba transformando en meros artilugios para tener la susodicha franquicia en curso. Aquellas eran fáciles de detectar porque iban todas numeradas, pero de un tiempo a esta parte hay algunas franquicias que lo han modificado por un título más o menos descriptivo pero bien reconocible por el gran público, siendo el ejemplo más evidente todo el universo generado a raiz de la película The Conjuring (conocida aqui por Expediente Warren), de la cual el presente film sería ya su séptima entrega.

Esta franquicia ha tenido evidentes altibajos, ya que mientras las dos películas "oficiales" han resultado unos muy destacables ejemplos de lo que tendría que ser el cine de terror de buena calidad, en sus spin-offs el aplicar esa misma "fórmula" no ha servido para lograr los mismos resultados, aunque en conjunto son productos correctos respecto a las expectativas por las que fueron creados, pese a que en algunos (como por ejemplo en la reciente La Llorona) justo lo que menos funciona es su forzada relación con el universo creado por la saga principal. De forma afortunada eso no ocurre aqui, en la que sería la tercera cinta relacionada con la muñeca Annabelle (y que completa trilogia antes que la propia franquicia que la vió nacer)

Probablemente lo mejor de esta película esté en el hecho de volver a contar, aunque sea tan solo de una forma secundaria, con los actores principales de esta franquicia: Patrick Wilson y Vera Farmiga, que se vuelven a meter en la piel del matrimonio de demonólogos formado por Ed y Lorraine Warren (que recordemos que existieron en la realidad, ya que justo esta película está dedicada a la memoria de ella, fallecida el presente año) Aunque estén tan solo en el tramo inicial y el final, su presencia resulta muy acertada, ya que la aproximación hacia ellos es como si fuera el reencuentro con unos viejos amigos, funcionando en la idea de conseguir empatizar con el espectador. Pero esta nueva cinta sería ante todo una película bastante femenina, ya que los principales personajes de la misma son la hija pequeña de los Warren (y que ha heredado las mismas percepciones que su madre), a cargo de la joven actriz McKenna Grace, y las adolescentes Mary Ellen y Daniela Rios, la primera como "canguro" de Judy Warren (ante la ausencia temporal de los padres) y la segunda como amiga demasiado curiosa, que debido a un trauma personal que arrastra con la muerte de su padre será quien desatará el poder de la muñeca.

Debuta como director en este film Gary Dauberman, con un resultado bastante mejor de lo esperado siempre teniendo en cuenta el tipo de película que es, notándose también la mano de James Wan, el creador de esta rentable franquicia que aqui ejerce como productor además de haber escrito la historia que sirvió para el guión generado por el propio Dauberman, que sigue como buen "alumno" las enseñanzas de su "maestro", siendo evidente en muchos momentos una planificación y un desarrollo que bien podrian recordar a los vistos en las películas de Expediente Warren. Al igual que en aquellas, esta también está ambientada en la década de los años 70, si bien eso no deja de ser un mero detalle secundario, ya que la mayoría de la acción se desarrolla en la casa de los Warren, o para ser más exactos en su Sala de los artefactos, un sótano en el hogar familiar plagado de todo tipo de objetos relacionados en mayor o menor medida con maldiciones de toda condición, las cuales se desatarán una vez que Annabelle logre escapar de la urna bendecida donde los Warren la han encerrado (un spoiler menor pero predecible, sino no tendriamos película)

La citada muñeca actuaría como una especie de nexo de unión entre el mundo de los vivos y el de los muertos, ya que sirve para que los espíritus canalicen su poder a través de ella. Teniendo en cuenta donde está encerrada (y todo lo que tiene a su alrededor), cuando se libera desata multitud de entes siniestros que se dedican durante toda la película a asustar a sus indefensas víctimas, si bien es justo reconocer que algunos de ellos lo consiguen con más acierto que otros (el del hombre-lobo sería por ejemplo el más fallido) De todas maneras resulta evidente el tipo de película que es, por lo que hay que ser condescendientes y enfocar su visionado como si se recuperase un estilo de terror ya algo añejo, pero que aún puede ser más o menos funcional, donde los personajes encarnados por Madison Iseman y Katie Sarife (los antes citados Mary Ellen y Daniela Rios) sufrirán lo indecible junto a la pequeña Judy Warren (a cargo de la muy acertada McKenna Grace, en un personaje al que vimos en Expediente Warren: El caso Endfeld con los rasgos de la actriz Sterling Jerins) En resumen se puede decir que Annabelle vuelve a casa es, siempre dentro de sus pretensiones, una de las mejores películas surgidas de Expediente Warren, mejorando sin problemas las dos entregas previas protagonizadas por esta siniestra muñeca.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 12 de julio de 2019
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: Su estilo y desarrollo, así como lo bien que se aprovecha la Sala de los artefactos, ya vista en anteriores entregas pero que estaba pendiente de ser el foco principal de la acción.
  • LO PEOR: Entre todo lo que se desata hay algunas entidades que funcionan mejor que otras, haciendo algo más irregular su ritmo ya que descentran del tono que se pretende lograr.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

AQUAMAN, el superhéroe pescadero de DC (crítica sin spoilers)

Con Aquaman en DC me pasa algo parecido como con Thor en Marvel: son dos personajes que a priori me llaman poco la atención por lo que se puede decir que los conozco lo justo y básico (y para de contar) En el caso del mencionado heroe de Marvel, por más que pueda levantar discrepancias (lo cual entiendo) las tres películas que ha tenido hasta la fecha me han hecho verlo desde otra perspectiva, si bien me sigue costando mucho de entrar en algunas etapas suyas que según muchos se pueden calificar de clásicos. En el caso del superhéroe acuático de DC lo que más tenía en mente antes de ver la película fue la parodia que tuvo en la serie The big bang theory, donde se quejaba Raj (uno de los protagonistas) de lo ridículo que es. A eso hay que añadirle el poco éxito que ha tenido hasta ahora DC en su intento de levantar un universo de películas como Marvel (con la única excepción de Wonder Woman, que si convenció más tanto a público como a crítica) pero en mi caso tenía esperanzas de que el resultado final fuera convincente a tenor de la buena imagen que me dió su presencia en la irregular Liga de la Justicia, lejos de su imagen más clásica (esa más ridícula según la referencia previa a The big bang theory)

Pues bien, el resultado final del presente film me convence al estilo de como lo hicieron las tres cintas de Thor (unas más que otras, pero en general) y sería la comparación más adecuada que le hago porque igual que se necesitó de efectos visuales para crear Asgard (y que estuviera bien), algo similar ocurre aqui con Atlantis y sus mundos submarinos.

Pero no todo sería positivo: aunque su espectacularidad hace que entre por los ojos muy bien (eso si, con el peligro de que se les empache a los que se quejan del abuso de los efectos visuales, algo evidente en el presente caso), si nos paramos un poco a analizar vemos evidentes decisiones erróneas a la hora de desarrollar la historia, que aunque en su cómputo ofrecen un resultado entretenido, podian haber mejorado el resultado final. Pondré un ejemplo bien evidente en el caso de Black Manta, villano que tiene aqui su origen y su respectiva espectacular batalla con nuestro héroe (y que incluso tiene para él la única escena entre los créditos, porque al final no hay ninguna), pero que me dejó con la misma sensación que Veneno en Spider-Man 3: puede ser muy chula su inclusión pero parece estar metido en la película de manera forzosa a tenor de la poca repercusión que tiene si valoramos todo el conjunto (y es que el verdadero villano de la función sería el que interpreta el actor Patrick Wilson, habitual en la filmografía de James Wan, el director del presente título)

Su extensa duración de 140 minutos se puede hacer un poco pesada para algunos espectadores, si bien es justo alabar el hecho de que mantiene un buen ritmo, lo que hace que cuando se aproxime el límite de tolerancia del espectador, el film nos ofrezca algún detalle que vuelve a llamarnos la atención. Aún así su esquema argumental seguiría el típico periplo del héroe que tiene que recuperar su destino, por lo que aunque funcione mientras la estas viendo (insisto en que no se hace aburrida), se note la antes mencionada dilatación temporal teniendo en cuenta lo escueto de su historia. Eso además se salpica en algunos momentos de ciertos toques de humor de cara a que actuen de "alivio cómico" ante la incesante acción, lo que en muchos casos provoca un efecto negativo al dar la sensación de ser bastante forzados. Pero evidentemente hay también cosas buenas, como el acierto de tener de protagonista a Jason Momoa, en un papel que hace unas décadas bien podía haber caido en manos de Schwarzenegger, que se ve complementado por una Amber Heard en el papel de Mera con la que tiene una adecuada química.

Más que una película de superhéroes en muchos momentos sería casi una fantasía épica, que puede recordar a las películas que Peter Jackson ha hecho adaptando a Tolkien, destacando también por méritos propios la magnífica banda sonora de Rupert Gregson-Williams, muy acertada para el tipo de producto que es Aquaman. En el reparto, además de los actores mencionados también nos encontramos en roles más secundarios a intérpretes tales como Nicole Kidman (como madre del protagonista), Willem Dafoe (que bien podría considerarse el mentor en la sombra de este superhéroe) o incluso a todo un veterano en el cine de acción como es Dolph Lundgren, todos ellos cumpliendo de manera bastante correcta ante los muy esquemáticos pero funcionales personajes a los que tienen que hacer frente (llama la atención ese rejuvenecimiento digital que tiene en algunos momentos el personaje de Dafoe, por flashbacks que nos ilustran como "adiestró" al protagonista) Al final esta película resulta un buen entretenimiento siempre que el espectador no se la cuestione mucho, ya que entonces se desmoronaría por pura lógica: hay que dejarse llevar, sin pararse a pensar lo coherente de lo que nos estan explicando.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 21 de diciembre de 2018
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: Aceptarlo como el simple entretenimiento que es, con algunos detalles que funcionan mejor que otros pero cuyo resultado global resulta convincente.
  • LO PEOR: Cuestionar lo que nos plantea (que en algunos momentos roza lo ridículo), pese a algunos defectos que se hacen más evidentes (como ese Black Manta que está de más)

jueves, 11 de enero de 2018

EL PASAJERO, cuarto film de JAUME COLLET-SERRA y LIAM NEESON

Desde que triunfó hace una década con Venganza (Taken) la carrera de Liam Neeson le ha llevado a ser cabeza de cartel en multitud de títulos donde ejercía de maduro héroe de acción, de entre los cuales llama la atención su amigable relación con el director catalán Jaume Collet-Serra, que los ha llevado a que ambos hayan coincidido en Sin identidad, Non-Stop (sin escalas) y Una noche para sobrevivir, a la que se suma ahora esta El pasajero (The commuter) como su cuarta colaboración en común. Quien esté al tanto de la citada trayectoria de Neeson, que aqui vuelve a coincidir con el director con el que más ha trabajado en estos últimos años, no les causará asombro el hecho de encontrar en este caso un producto solvente orquestado para que se luzca su protagonista, que vendría a ser casi como uno de los trabajos previos de estos dos (Non-Stop) pero cambiando del escenario aéreo de un avión al de un tren suburbano.

En esta faceta como héroe de acción de Neeson sus personajes se han caracterizado por ser personas más o menos normales y corrientes que se ven inmersos en situaciones extraordinarias, que les llevan a tener que tomar medidas extraordinarias. Uno de los alicientes más manidos para que se establezca la acción es secuestrar a alguien de la familia del héroe al que interpreta, obligándolo a realizar lo que le digan bajo la amenaza de acabar con ellos, si bien los recursos extraordinarios de su esquemático héroe de acción le servirán para resolver la situación y salir indemne de la misma. Por ese mismo camino circulamos aqui.

En esta El pasajero el héroe de Neeson se llama Michael MacCauley, aunque para el caso podría haber sido sin problemas cualquiera de los personajes previos a los que ha interpretado en esta última década. Nos lo presentan como un agente de seguros y cabeza de familia responsable y respetable, al que le queda poco para la jubilación (el propio personaje admite tener 60 años, cinco menos de los que tiene ahora mismo el actor) El film comienza mostrando su rutinaria vida, uno de cuyos detalles es su acostumbrado uso del tren de cercanias para ir a su trabajo, hecho que se repite una y otra vez hasta cierto día en que, tras ser sospechosamente despedido, en su viaje ferroviario se cruza con el misterioso personaje al que interpreta Vera Farmiga, la cual le propondrá un trato a priori bien sencillo y generosamente remunerado. Lo que en inicio tenía pinta de ser una mera anécdota curiosa pronto se convierte en algo mucho más peligroso, un ultimatum en el cual se verá inmerso de manera forzosa, y del que no hay opción a la negativa o el error, o su familia pagará las consecuencias.

Esta película no engaña a nadie, y de hecho vendría a entroncar con ese estilo clásico en el género de acción que popularizó hace unas décadas la saga Jungla de Cristal, siendo una fórmula que ha tenido multitud de variantes que han girado en su mayoría por ejes conocidos. Aunque la mayor parte de la película transcurra dentro del tren, hay que reconocer que Collet-Serra consigue que en ningún momento se sienta uno aburrido, ya que logra sacar el máximo partido de ese escenario tan reducido hasta el punto de mostrarnos siempre que sea necesario hasta el menor recoveco del citado tren, incluyendo una escena que, comenzando en el billete marcado de un pasajero, lo recorre en toda su extensión. Por su parte Neeson aporta toda la solvencia que ha demostrado en otros trabajos similares, si bien la historia peca de la previsible esquematización de sus personajes, que resultan demasiado maniqueos, lo que se hace evidente entre los pasajeros del tren que se verán inmersos en la acción, si bien cumplen con corrección a lo que uno espera en un producto así.

Cabe citar que aunque esta sea la cuarta unión entre Jaume Collet-Serra y Liam Neeson, no es la única que hay, ya que el citado director repite aqui con Vera Farmiga (vista en la serie Bates Motel, y con la que trabajó en La huérfana) la cual a su vez también vuelve a coincidir con Patrick Wilson, que ha sido su marido en la ficción en la saga de terror Expediente Warren (The conjuring) Pero esos dos actores, al igual que ocurre con el también aqui presente Sam Neill, resultan tan solo meros secundarios (quizás demasiado) de una historia que vendría a ser otra vuelta de tuerca sobre un estilo que ya ha tenido multitud de variantes, siendo esta solvente y entretenida, si bien carente de detalles que la hagan resaltar por encima de propuestas similares, ofreciendo un trabajo en el fondo previsible aunque funcional. Como curiosidad el toque patrio, aparte de en la silla del director, lo tenemos en la presencia secundaria de la actriz española Clara Lago (famosa a raiz del éxito de las comedias Ocho apellidos vascos y Ocho apellidos catalanes) como una de las pasajeras del tren.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 26 de enero de 2018
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: Esta otra muestra más del carisma logrado en estos últimos años por el actor Liam Neeson como maduro héroe de acción, en una entretenida historia centrada por y para él.
  • LO PEOR: Su esquema básico no aporta nada novedoso al estilo en que se engloba, del que se han visto multitud de variantes en las últimas décadas.

jueves, 23 de febrero de 2017

EL FUNDADOR, el origen de los populares restaurantes McDONALDS

Ya me pasó con el anterior título que ví de este director (Al encuentro de Mr.Banks) y me ha vuelto a pasar con este, coincidiendo ambos en su condición de biopic: son títulos amenos y entretenidos pero sobre los cuales te queda la sensación de que las historias tratadas podrían haber dado más de si, quedándose tan solo en un resultado final que más o menos cuenta lo que tiene que contar con la relativa verdad que uno quiera suponer en la historia (en el caso del título antes indicado era evidente al no mostrar los detalles menos agradables de Disney mientras que aqui consigue que sintamos empatía hacia un personaje que en si no inventó nada, si no que cogió la idea de otros y la amplió mucho más allá de lo que hubieran imaginado sus creadores)

Es un tema muy recurrente el recelar de la buena calidad de lo que se vende en lugares como en este caso sería la cadena de restaurantes McDonalds, pero más allá de que cada cual tenga su propio dictamen acerca del tema, resulta curioso ver como esta película nos plantea lo que en origen era un negocio familiar, donde primaba la calidad por encima de la cantidad (aunque esta última se veía beneficiada por la velocidad en el servicio) y que se convirtió en la famosa marca que es hoy en día por la visión de futuro que tuvo el personaje encarnado por Michael Keaton, un corriente comercial que se ganaba la vida como buenamente podía a mediados del pasado siglo, y que cuando conoció a los hermanos McDonalds enseguida se dió cuenta que ahi había un gran negocio a explotar, y que sería él quien lo hiciera.

Es cierto que el cine ya ha tenido antes personajes llevados por la ambición que eran el eje central de la historia (sirva de ejemplo el Gordon Gekko de Michael Douglas en Wall Street) por lo que por ese lado no se puede decir que nos descubra nada nuevo, pero al menos ha sido un acierto el darle el papel principal a Michael Keaton, porque consigue levantar él solo todo el conjunto (los otros rostros más conocidos en su reparto serían los de Patrick Wilson y Laura Dern, pero el primero tiene una mera función secundaria, mientras que la apática labor de ella no aporta mucho al resultado final, con lo que creo que podía haber sido obviada) Habrá quien defienda la actitud de Ray Kroc, el personaje de Keaton, con el argumento de que él tuvo la ambición que los verdaderos creadores no tuvieron, pero sin duda se establece un paralelismo bien presente aún hoy en día: la de enriquecerse robando los méritos de los demás (y quien dice "méritos" dice lo que se tercie...)

Resulta irónico que sean los aros dorados del establecimiento los que le lleven a Kroc a una especie de epifania en la que los ve como dos símbolos tan destacables como la bandera norteamericana y la cruz católica, lo que le llevará a una cruzada para intentar lograr su objetivo, no solo frente a las adversidades de cualquier emprendedor con un negocio recien iniciado sino a los diferentes criterios entre él y los hermanos McDonalds, en los que el poder corporativo aplastará cualquier tipo de obstáculo, lo que llevará a Kroc del dudoso vendedor que es al inicio del film al reputado magnate que acaba siendo (lo cual no es spoiler porque todos sabemos ya lo poderosa que es esta cadena de restaurantes, que como dato final indican que alimenta CADA DÍA al 1% de la población mundial)

La película ha tenido una repercusión paupérrima en taquilla, y ha sido olvidada en los premios más importantes (que en si serían para el protagonista Michael Keaton) pero a lo primero no me extraña, porque en mi caso asistí a verla más por la curiosidad sobre su argumento que sobre la calidad que esperaba del producto final (que insisto, NO es mala, digamos que tan solo entretenida) por lo que me imagino que la mayoría del (escaso) público habrá tenido un pensamiento similar. Y de lo segundo, si es cierto que El fundador se sustenta gracias al destacado trabajo de Michael Keaton, pero premiarlo por el hubiera sido injusto respecto a trabajos previos suyos que estaban mejor (sin ir más lejos el Oscar que no se llevó por la película Birdman)
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 10 de marzo de 2017
  • LO MEJOR: Sin duda su protagonista, un Michael Keaton que sustenta con acierto sobre sus hombros todo el peso del film.
  • LO PEOR: Se visiona más por curiosidad que por esperar una gran película (aunque se deja ver bien, resultando entretenida)

lunes, 13 de junio de 2016

EXPEDIENTE WARREN: EL CASO ENFIELD, una muy digna secuela

Admito que no soy perfecto (nadie lo es) y que quizás en ocasiones he dejado pasar buenas películas por la típica selección que uno hace con los estrenos de la cartelera (verlo todo es abusivo y uno escoge bajo sus propios criterios) Eso me ocurrió hace tres años con Expediente Warren: The Conjuring, que luego pude recuperar en un pase cuando la emitieron por televisión, admitiendo (y ya es extraño teniendo en cuenta que uno ha visto casi de todo en lo referente a sustos) que era una película de terror realmente inquietante. Su éxito ha propiciado esta secuela, que pese a todo se puede disfrutar sin problemas en caso de que no se haya visto el film precedente, si bien tiene el handicap de una mayor duración.

No quiero sugerir que sea peor por ser más extensa (tampoco mucho, de 1 hora 52 minutos pasamos a 2 horas 14 minutos), pero el terror (al igual que la comedia) suele funcionar mejor en pequeñas dosis, por lo que la insistencia sobre un mismo concepto puede restar importancia al mismo (¿cuantas películas no hemos visto donde la sorpresa inicial se diluye si se abusa durante el resto del metraje de la misma?) Pero por suerte eso no ocurre en este caso, y aunque tampoco estemos ante un título que invente nada nuevo, como le pasaba a la precedente, si es digna de mérito la labor a la hora de desarrollar momentos tensos y angustiosos que consigan mantener atento al espectador.

La más clara referencia de la primera película era ese horror de estilo más "cercano" que se puso de moda en los años setenta, con films como El Exorcista y Terror en Amityville, lo cual vuelve a estar presente en esta secuela, en la que repiten no solo director (James Wan) sino también guionistas (Chad y Carey Hayes) así como lo más emblemático del primer título, el matrimonio Warren, investigadores de lo paranormal, de nuevo a cargo de los actores Patrick Wilson y Vera Farmiga. Es indudable que este equipo vuelve a dar en la diana, porque esta Expediente Warren: El caso Enfield (dilatado título español para un original que es tan solo The conjuring 2) resulta de nuevo un producto muy por encima de lo que el género nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos.

La historia de esta secuela nos situa en 1977 (unos años después del título precedente) en donde nos encontramos con el matrimonio de Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga) que se han convertido en celebridades mediáticas, si bien les surgen detractores que los tachan de embaucadores. El destino los lleva hasta una vetusta casa en Londres en la que la tranquila y apacible vida de una madre soltera (Frances O'Connor) y sus cuatro hijos se ve subitamente perturbada por fenómenos paranormales que afectan a su familia, sobretodo a la menor de las niñas (Madison Wolfe), lo que llevará a los Warren a investigar el caso. A partir de ahi el director malasio James Wan nos ofrece de nuevo una historia que es un claro homenaje a ese terror setentero de tono más creible (repitiendo en las virtudes del film precedente), y que se sitúa lejos de las atrocidades a las que nos vimos expuestos después, en las que muchas han confundido el gore y lo sangriento con el terror clásico (que sugiere e insinúa, mostrando lo mínimo)

Cabe señalar que aunque aqui de nuevo se repita eso de que está "basada en hechos reales" lo cierto es que el suceso del poltergeist de Endfield fue uno de las más famosos de Gran Bretaña, y se llegó a dudar de su veracidad (algo citado en el guión de esta secuela) pero la labor de los Warren en la resolución del mismo no fue tan primordial como se nos ofrece aqui (de ahi esa "presencia" inicial que sirve para hilvanar vínculos entre la pareja protagonista y la familia asediada desde el Más Allá) Atención a cierto "detalle" secundario (que puede recordar al de Babadook), el cual bien podría tener su propio spinoff como ocurrió con la muñeca Annabelle de la anterior entrega (el cual tampoco he visto, pese a que en este caso las críticas ya dejaron claro que no es un producto tan logrado como el original Expediente Warren: The Conjuring
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 17 de junio de 2016
  • LO MEJOR: Que en los tiempos que corren una película de terror sea inquietante es de agradecer, y si su secuela repite dichas virtudes, pues mejor todavía (y aunque todo el reparto cumple con solvencia, atención a la joven Madison Wolfe, que me recordó al trabajo más icónico de Linda Blair... y no digo más para no soltar ningún spoiler)
  • LO PEOR: Dilatar demasiado una historia que luego finiquita quizás de manera un tanto efectista, aunque bien integrada dentro del conjunto.
  • REFERENCIAS PREVIAS: El caso real en el que está basada esta secuela dio pie a un documental de 2008, así como una reciente miniserie de 2015 protagonizada por Timothy Spall