Este pasado 2016 cumplió 75 años Wonder Woman, la primera superheroina de la historia (e incluso la primera "pura" si entendemos como tal el no ser la contrapartida a ningún personaje masculino) y como ya pasó con otros personajes de DC que han llegado a tan significativa cifra, se ha celebrado con este tomo conmemorativo que como mínimo, y en mi caso, me ha servido para leer la primera historia que la vió nacer, allá en un lejano 1941.
Como todo recopilatorio, en este hay historias que pueden gustar más que otras, pese a que puede quedar una cierta insatisfacción al terminar de leerlo, aunque me imagino que algún tipo de selección tenian que hacer de cara a realizar la presente obra, en la que se intenta ofrecer por décadas lo más significativo que ha dado de si este personaje. De lo incluido, y a la espera de que se estrene este próximo verano la película que se prepara con Gal Gadot en el papel, la referencia artística previa que tenía de ella era Lynda Carter, por lo que me gustó el evidente homenaje que se le hace en una de las historias de este tomo. También me gustó la de Dennis O'Neil (aunque quizás sea demasiado deudora de su época) no pudiendo faltar aqui George Perez, para muchos el autor más representativo del personaje en los años 80, aunque lo que me dejó encandilado es la selección final de portadas de Adam Hughes: sin duda alguna auténticas maravillas.
75 años son muchos años, y los personajes de los comics DC han vivido un montón de vaivenes, pero de cara a conocer más de Wonder Woman (para aquellos que, como yo, no hayan sido especiales seguidores del personaje) este tomo sin duda cumple su función aunque al final (y reinsisto en que 75 años dan para mucho) uno se queda con las ganas de más.
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El increible (y merecido) éxito de la película Deadpool el pasado año ha motivado que se trabaje ya en una secuela, en la que ese peculiar superhéroe se juntaría con otro personaje con el que ha hecho un duo muy común en las viñetas: Cable. Aunque sea algo reinsistente por mi parte, como el universo Marvel es tan amplio hay algunos personajes que se me escapan (sobretodo en las cabeceras de grupo, donde las alineaciones son muy extensas) por lo que como de ese citado Cable no había leído nada más allá de alguna presencia secundaria en tal o cual comic, le dí una oportunidad al titulado El hombre que vino del futuro.
Con mis escasos conocimientos acerca del personaje tengo que admitir que me he encontrado aqui un comic entretenido que me hizo recordar a la saga Terminator, ya que como en aquella, Cable es un guerrero del futuro que viaja al pasado (nuestro presente) para intentar cambiar la línea temporal enfrentándose a un mortal enemigo (Apocalipsis, otro del que mis referencias son su presencia en la reciente película mutante X-Men: Apocalipsis y poco más)
Este entretenido tomo engloba los números 48 al 58 de la serie original del personaje, fechados entre 1997 y 1998 siendo uno de los mayores alicientes de este comic el trabajo gráfico del mexicano José Ladronn, que por momentos puede llevar a recordar al maestro Jack Kirby (como la misma contraportada ya indica) aunque en mi caso también le ví rasgos que me hicieron recordar al estilo de John Romita Jr (otro de mis dibujantes preferidos en esto del comic de superhéroes) Añadir que Cable viene de "buena cuna" ya que su nombre es Nathan Dayspring Summers siendo, como muchos ya sabrán o se imaginarán, hijo de Scott Summers (Cíclope) y Madelyne Prior (clon de Jean Grey), por lo que sus dos progrenitores son miembros fundadores de los X-Men.
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En los ya remotos años 80, cuando un servidor era poco más que un chaval, una de tantas y tantas series de animación con las que disfrutaba en aquel entonces era Lucky Luke, por lo que me decidí a comprar la primera entrega del coleccionable que edita Planeta de Agostini para conmemorar su 70 aniversario, en parte por la buena oferta de lanzamiento (2,99 euros el primer tomo) y en parte por esa nostalgia de los que ahora rozamos o superamos los 40.
Es cierto que la aventura incluida en esta primera entrega es sencilla y apta para todos los públicos, pero también es verdad que la misma destila una inocencia con la que seguro que conectarán los más mayores, y que puede servir para introducir en el buen hábito de leer a las nuevas generaciones (aunque para algunos esa sencillez se malentienda como simpleza) Este coleccionable, eso si, se presenta en un formato de lujo (amplia información por este enlace y ficha de este primero por este otro) por lo que con todo lo que hay del personaje en las bibliotecas no descarto futuras lecturas con las que pasar unos buenos momentos, aunque quien desee hacerse la colección no creo que quede defraudado (sobretodo los ahora padres que quieran traspasar el legado de su infancia a sus hijos)