CATWOMAN: CIUDAD SOLITARIA (2 y 3 de 4)
Hace unos meses me deleité con el primer album de los cuatro que iban a recoger la serie limitada Catwoman: Ciudad solitaria, y ahora ha llegado a la biblioteca el turno del segundo y el tercero. Editada bajo el sello Black Label, Cliff Chiang (responsable total de esta obra) planteaba una historia alternativa donde una Catwoman de 55 años sale de prisión, tras haber cumplido 10 años de condena. En la ciudad de Gotham que se encuentra no hay superhéroes debido a cierto suceso denominado La noche de los necios, y Harvey Dent es un alcalde que controla la ciudad con mano de hierro, mientras se ve resguardado por su equipo de Batpolicias. En los albumes 2 y 3 asistimos a como Selina sigue preparando su asalto a la Batcueva, en su búsqueda de saber que o quien es Orfeo, uniendo a su grupo a nuevos y viejos conocidos (entre los cuales habrá sorpresas al ver como villanos emblemáticos de este universo han evolucionado en esta historia alternativa)
Entre las muchas peripecias que pasarán los integrantes del grupo de Selina cabe citar el emotivo sacrificio que hará uno de ellos en el tercer album, así como la relación que se establece entre Catwoman (perfectamente definida como personaje y como mujer) y otro de los miembros de su banda (destacando su cordial y extensa charla sobre anécdotas de ambos en común contra Batman), mientras en paralelo también se asiste a la preparación de las elecciones (donde Harvey Dent compite con la concejala Barbara Gordon), así como a flashbacks que nos sitúan en La noche de los necios para intentar aclarar que sucedió en aquella decisiva jornada. El nivel de estas segunda y tercera entrega sigue siendo muy bueno, no solo por el estilo gráfico de un notable Cliff Chiang, si no porque creo que su idea es captar la esencia de El regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller, pero bajo otra óptica. Hasta el momento está funcionando bien, a la espera de que la cuarta entrega dictamine si el conjunto le hace justicia, o se queda solo en otra distopia alternativa más de DC.
LUCKY DEVIL
Cuando leí la premisa de este comic, y vi que los responsables eran Cullen Bunn y Fran Galán, tengo que admitir que me llamó la atención y me apunté para leerlo cuando me llegara el turno en la biblioteca. Eso ya ha ocurrido y lo que me he encontrado es una historia bastante simpática (casi diría que sardónica) en la que el responsable de Harrow County nos presenta a Stanley, un tipo normal y corriente (un pobre perdedor de esos a los que todo les sale mal, un pringado del que todos se aprovechan), que se ve de pronto poseído por un demonio. El pobre protagonista accede a un exorcismo que le soluciona el problema... más o menos: mientras que el demonio si es expulsado de su cuerpo, lo que le queda serian sus poderes malignos. Stanley intentará sacar provecho de esas capacidades (¡que se prepara la sociedad!) e incluso montará una secta, pero sus actos han llamado la atención en el infierno, donde no permitirán que se beneficie de algo que no es suyo. Partiendo de una buena idea, Lucky Devil entretiene en su desarrollo (que se mantiene con un buen ritmo), si bien deja con la sensación de que la historia podía haber dado para más.
RAFFASOFIA: PARA ALCANZAR LA FELICITÀ-TÀ-TÀ
Raffaela Carrá fue uno de tantos personajes televisivos que llenaron mi infancia televisiva, pero más allá de su vertiente como artista polifacética en el escenario, no conocía mucho más de su biografía. Pero cuidado, porque tampoco se puede decir que esta Raffasofía: Para alcanzar la felicità-tà-tà sea en si un repaso a la carrera profesional de la protagonista (que lo es), sino también un compendio de la filosofía de vida que demostró a lo largo de su carrera con su forma de ser, demostrando ser fuerte e independiente en unos años en los que eso no era posible sin la tutela del hombre. Ella misma se consideró siempre una mujer libre, y actuó como tal, siendo atrevida (para los cánones de la época) pero nunca vulgar, y promoviendo una alegre visión de la feminidad que iba más allá de los tópicos de aquellos años (donde la mujer era poco más que la damisela en apuros, vetada para cualquier condición que fuera más allá de sus roles tradicionales) Es este un libro bastante entretenido que nos permite ver desde otra perspectiva a una mujer adelantada a su tiempo, que encandiló a generaciones con sus bailes insinuantes, su tremenda simpatía y su alegría de vivir.
RANCIOFACTS DE CINE
Pedro Vera es el responsable de una sección de la revista satírica El Jueves denominada Ranciofacts, donde se hace un repaso a eso (lo rancio, lo casposo, lo hortera, lo cutre) que hay y ha habido en nuestras vidas. No hay ningún obstáculo en esa sección, y lógicamente el cine no iba a ser uno de ellos teniendo en cuenta todo lo que se puede sacar, algo que queda demostrado en este desternillante Ranciofacts de cine. En sus páginas se hace un repaso a tópicos y clichés de una gran variedad de géneros (comedia de todo tipo, acción, bélico, negro, peplum, policiaco, superhéroes, terror, porno, etc.), a una gran cantidad de anécdotas y curiosidades (como la forma de nombrar a muchos famosos actores y actrices, las frases que se han hecho más tópicas, etc.), así como un jocoso repaso a lo que es y ha sido el cine (con el objetivo en tipos, formatos, aberraciones promocionales, premios y supuestos sesudos críticos cinematográficos, a los que desmonta el autor con mucho sarcasmo) En resumidas cuentas Ranciofacts de cine se puede decir que no deja a títere con cabeza, siendo una muy recomendable diversión para todo amante del llamado séptimo arte.
HIT-GIRL EN COLOMBIA
Aunque hace unos meses me leí el inicio de la segunda temporada del personaje, es ahora cuando he podido echarle mano a como empezó este periplo viajero de Hit-Girl por diferentes ciudades y países, donde la expeditiva Mindy impartirá justicia siempre con su estilo habitual (o sea, arrasando a todos los villanos que se atrevan a cruzarse en su camino) La historia de este comic comienza con Hit-Girl siendo contratada por una madre colombiana que le pide ayuda para acabar con el asesino de su hijo. Pero Hit-Girl tiene planes más ambiciosos y tras secuestrarlo consigue obligarlo a acabar con todos los criminales de las bandas rivales, antes de empezar con la suya propia (y siempre sin olvidar el motivo por el que se encuentra ella en el país) En este arco argumental situado en Colombia el guionista sigue siendo Mark Millar, el responsable y creador tanto de la obra (Kick-Ass) como del personaje (Hit-Girl), pero el apartado gráfico corre a cargo de Ricardo López Ortiz, que le otorga cierto toque cartoon y manga al resultado final. Quizás no podrá presumir de un guión muy complejo (ni falta que le hace), pero sin duda ofrece acción desenfrenada y mucho entretenimiento.