No resulta extraño en estos últimos tiempos que se estrenen supuestas secuelas, remakes o reboots que llegan a la cartelera muchos años (e incluso en algún caso décadas) más tarde del film inaugural. Ejemplos puede haber muchos, aunque uno de los más recientes que tenemos es el de Blade Runner 2049: una secuela que vió la luz nada menos que 35 años después de la original. Atreverse, cuando ha transcurrido una cantidad de tiempo razonable, con un título considerado más o menos emblemático suele comportar un alto riesgo (y si no que se le digan a los responsables de la versión femenina de Cazafantasmas estrenada el pasado 2016, siendo un título entretenido pero que no se libró de un duro castigo en la taquilla debido justamente a lo emblemático del film original, sobretodo gracias a la química entre su reparto)
En el caso que nos ocupa no estamos ante un reboot o un remake de la película de 1995 que protagonizó Robin Williams, sino que más bien ante algo así como una secuela que aunque deriva del Jumanji inicial, podría considerarse independiente, lo que le permite funcionar no solo de cara a las nuevas generaciones (porque estamos ante una película claramente dirigida al público juvenil) como para los veteranos que en su momento vimos el film previo cuando llegó a las carteleras hace ya 22 años. De hecho en mi caso siempre me extrañó que no se llevara a cabo una secuela cuando Robin Williams aún estaba vivo, porque ya la película original daba pie a ello, pero supongo que fue un proyecto que dió vueltas hasta quedar olvidado en un cajón.
Volviendo al inicio de esta crítica nos encontramos con que en Hollywood nada es intocable, y ahora nos hacen una nueva entrega de Jumanji, sin el que fuera protagonista de la primera (el difunto, que en paz descanse, Robin Williams) y con un dispar cuarteto protagonista, a lo que sumar ciertas licencias sobre el propio Jumanji, que abandona lo de ser un juego de mesa para convertirse en un videojuego. Con semejante panorama lo que yo esperaba era que la relación entre ambos films se quedara tan solo en lo de compartir nombre, siendo por lo demás dos películas del todo diferentes, tan semejantes como un huevo y una castaña (e incluso dejando que la nostalgía me llevará a pensar como se vilipendiaba la cinta original) La sorpresa es mayúscula cuando al verla tengo que admitir que me entretuve bastante más de lo que yo mismo esperaba con una película independiente por ella sola pero muy acertadamente (e incluso emocionalmente) conectada con la anterior en detalles que pueden considerarse secundarios pero que creo que respetan tanto a la película de 1995 como a su máximo valedor, el antes citado Robin Williams.
Para aquellos que tienen en un pedestal al título original, el presente les supondrá más bien un complemento, pero resulta innegable que esta película funciona en sus pretensiones y no acaba siendo el espectáculo bochornoso que podía uno pensar en principio. Mi mayor duda estaba en cambiar la propia esencia de Jumanji, por lo antes citado de pasar de un juego de mesa a videojuego, pero resulta coherente en su planteamiento, lo que le sirve a esta cinta para adoptar hasta las últimas consecuencias la narrativa propia de dichos entretenimientos, lo cual se hace evidente en una historia muy dinámica en la que se van superando hazañas cual si fueran los niveles de un videojuego. O sin ir más lejos, en su cuarteto protagonista, que vendrían a representar (y lo saben) los estereotipos de los personajes propios de dichos juegos para consola. Es justo ahi donde cabe alabar a unos actores con una acertada química para los papeles que tienen que interpretar, que no tienen problema para sacar su vis cómica (y cachondearse de ello), y en donde todos ellos tendrán sus momentos para destacar, siendo quizás Jack Black el que logra un mejor equilibrio al no desmadrarse teniendo en cuenta a quien interpreta.
Tampoco quiero decir que estemos ante una película maravillosa: como es natural tiene altibajos a lo largo de sus casi dos horas de metraje, a lo que sumar detalles (como el villano encarnado por Bobby Cannavale) al que nunca te lo acabas de creer en su pérfido personaje, quedando un poco desaprovechado en el conjunto. Eso si, cabe avisar (que era un temor que tenía viendo lo que ha pasado en recientes films, donde se han "recuperado" digitalmente a actores y sus personajes más allá de la tumba) que se "forzase" de ese modo aunque fuera un breve cameo del Alan Parrish original de Robin Williams, pero tengo que admitir, sin spoilers, que el momento de mayor "conexión" está resuelto de una manera tan sencilla que se puede considerar un hermoso tributo al fallecido actor. En resumidas cuentas el director Jake Kasdan (responsable de films como Bad Teacher) consigue con esta Jumanji: Bienvenidos a la jungla una entretenida y disfrutable película que toma el relevo con dignidad del título precedente, con un acertado cuarteto protagonista que interactuan bien y con algún que otro gag realmente hilarante. No estará entre lo mejor del año pero tampoco es una total pérdida de tiempo como temía.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 22 de diciembre de 2017
- Galería de posters por este enlace.
- LO MEJOR: Es un digno tributo al Jumanji original, además de una entretenida película en si misma, favorecida por un cuarteto protagonista muy bien compenetrado.
- LO PEOR: Quien vió la de 1995 añorará el carisma de Robin Williams, aparte de un desarrollo con algunos altibajos y un villano claramente desaprovechado.