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jueves, 18 de agosto de 2022

¡NOP! de JORDAN PEELE, algo acecha en el cielo (crítica sin spoilers)

Tengo que admitir que la campaña publicitaria de esta película ha sido realmente meritoria: empezó hace un año con un teaser cartel de una nube con unas banderitas que me hizo pensar en la de Goku en la serie Dragon Ball. El título tampoco es que diera muchas pistas porque era la típica negación coloquial con la que se da a entender cierto escépticismo tajante, por lo que la traducción al español (del ¡Nope! original a este ¡Nop!) tampoco es que desvelara mucho más. Lo que yo no tuve en cuenta es si eran siglas, al menos en su versión original, lo cual ya da alguna pista de hacia donde va esta cinta: Not of planet Earth o Nowhere of planet Earth hacen intuir cierto toque de ciencia-ficción (entre otros géneros)

Sin haber visto aún, al menos en mi caso, la película inicial de Jordan Peele por la que cosechó triunfos y premios (Déjame salir), tengo tan solo para opinar el que fue su segundo trabajo como director (Nosotros), que me convenció relativamente ya que era algo así como un episodio de la mítica serie The twilight zone (inspiración admitida por el propio director) pero algo alargado para que se pudiera considerar una película. Curiosamente Peele fue el narrador de un revival de dicha serie (conocida por aqui como La dimensión desconocida) que no fue el éxito que se esperaba, extendiéndose tan solo durante dos escuetas temporadas.

Sin llegar a ser del todo destacable, me ha convencido más esta ¡Nop! (que sería ya su tercera película como director y con la que ha vuelto a repetir éxito en taquilla), pese al handicap de estrenarse en España casi un mes después que en Estados Unidos (18 de agosto frente al inicial 22 de julio), cuando una película sorpresiva como esta puede venir con los spoilers desvelados. En mi caso intenté llegar lo más virgen posible a su visionado, aunque el detalle citado al inicio de esta crítica, y alguna que otra escena suelta vista en sus diferentes avances ya me hizo sospechar por donde podría ir esta cinta. Pese a ello admito haberme entretenido bastante en su (por otra parte) también algo excesivo metraje de 130 minutos, ya que cuando te das cuenta de lo que nos quiere contar (con un evidente homenaje a cierto mítico director que nos hizo temer a los escualos allá por 1975, sólo que aqui cambiando las aguas del mar por el cielo), esta película peca de extenderse demasiado en detalles superficiales que se quedan sin un mayor desarrollo, como por ejemplo toda la trama del chimpancé Gordy, que vendría a ser tan solo la plasmación de un sueño de Peele.

El problema de esta ¡Nop! viene no tanto en las capacidades como director de su responsable, que vuelven a ser realmente meritorias (con unos notables apartados visuales y sonoros), sino en un guión (también suyo) que tendría que haber tenido algún reajuste para concretar y centrarse en lo que nos quiere contar, y no derivar a tramas secundarias que se quedan en un simple esbozo, sin mayor desarrollo o sin otorgarles más importancia. Tampoco es que ayuden mucho unos personajes bastante simples, empezando por el protagonista O.J.Haywood (a cargo del actor Daniel Kaluuya) que se muestra en exceso impertérrito, haciendo dificil que el espectador empatice con él. Su, en ocasiones excesivo, contrapunto lo tiene en Jill, su hermana en la ficción (interpretada por la actriz Keke Palmer), que en muchos momentos uno piensa que pueda ser víctima propiciatoria del "misterio" (¡no voy a desvelar ese spoiler!) a tenor de lo cansina que se hace. El resto del reparto son unos personajes algo vacios, por más que se les quiera dotar de ciertas dosis de pasado (como ocurre en el caso del interpretado por Steven Yeun), siendo más interesante el citado "misterio" que ellos mismos.

Afortunadamente el trabajo como director de Jordan Peele si resulta notable, y aunque en la primera mitad divague sobre detalles intrascendentes (temas de guión ya citados), consigue mantener con soltura el suspense ante lo que se intuye en el cielo, aprovechando muy bien tanto los apartados de fotografía (sacando el máximo provecho a los paisajes) como de sonido (haciéndolo un elemento de vital importancia), así como manteniendo un buen equilibrio en los otros géneros que maneja esta historia (ciencia-ficción y terror con ciertos toques de western) Asimismo resulta agradable ver una película más o menos novedosa y sorpresiva en estos tiempos que corren, donde todo parece moverse en franquicias, remakes, sagas, reboots, secuelas o cualquier otro derivado, lo cual no es que sea malo pero que ya encauza el resultado final por unos parámetros determinados. A tenor de lo visto tanto en esta película como en su anterior trabajo (la citada Nosotros) queda claro que Jordan Peele es un buen director al que solo le queda saber acabar de pulir las historias que salen de su mente, para así lograr ese sobresaliente al que aspira... pero al que no llega.
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lunes, 19 de julio de 2021

SPACE JAM: NUEVAS LEYENDAS, la tienda WARNER (crítica sin spoilers)

Despues de esa nostalgia que se vive hoy en día por la década de los años ochenta, ¿vendrá otra por los noventa? Lo digo pensando en dos títulos que fueron muy populares en su estreno como Jumanji y Space Jam (si bien la primera me parece mejor que la segunda) que han tenido unas "relativas" secuelas o reboots bastantes años más tarde, la primera con Jumanji: Bienvenidos a la jungla (cuyo éxito llevó a Jumanji: siguiente nivel) y la segunda con esta Space Jam: Nuevas leyendas, cuya mayor "gracia" estaría en incluir TODO de lo que tiene sus derechos la Warner (Harry Potter, Matrix, universo DC y un largo etcetera) Desde guiños, cameos, escenas icónicas o meras presencias testimoniales en segundo plano, todo tiene cabida para aparecer aqui, en lo que se podría considerar más un escaparate de merchandising variado que una película con cierta dosis de coherencia.

Sería este continuo fluir de referencias el que más puede entretener al espectador más adulto, que acudirá por la nostalgia hacia los clásicos Looney Tunes (e incluso por el film previo de hace 25 años) pero que los verá siendo una mera presencia más de este festival de marcas registradas que recuerda al popurrí multireferencial que había en Ready Player One (si bien allí podriamos argumentar que tenía un mínimo de justificación) Aqui todo se reduce a una sencilla excusa: volcar encima del espectador tal cúmulo, tal aluvión de referencias que uno se sienta abrumado por todo el catálogo de licencias que tiene Warner (lo que siendo justos es sin duda así)

El problema es que son tantas las referencias que uno piensa si verdaderamente importan algo o están ahi tan solo para rellenar espacio, decantándose al final por esta segunda opción. Y es que algunas de ellas pueden hacer gracia, o incluso ser algo simpáticas y provocar alguna que otra sonrisa (como la película dentro de la cual están en origen el Coyote y el Correcaminos), pero esa manera de apabullar al espectador lo único que logra es que pierda interés la ya de por si escueta historia, que nunca circula fuera de terrenos claramente predeterminados de antemano. Al menos hay que agradecer que no se plantea el mismo esquema del film previo, pero es que el mismo (la animación tradicional) está "anticuado" según las grandes productoras, debido al apogeo que ha tenido la animación por ordenador en las últimas décadas. 

Y ahi radica otro de los contrasentidos de este film, ya que funciona mucho mejor cuando circula por la animación clásica, bien sea el mundo original de los Looney Tunes u otros populares por los que también pasarán, que cuando Bugs Bunny y compañía pasan a ser recreados en tres dimensiones (lo cual puede no acabar de convencer a los más puristas, más allá de la polémica con el diseño menos sexualizado de Lola Bunny respecto a sus orígenes) Es también llamativo que contando en esencia con poco que desarrollar dilate tanto su metraje: cuando el Space Jam de 1996 apenas duraba 87 minutos esta secuela se extiende hasta las dos horas, que se hacen especialmente pesadas en su tramo inicial, cuando se plantea el conflicto paternofilial sobre el que girará todo (y que enseguida se hace evidente como acabará)

El villano al que interpreta Don Cheadle resulta intrascendente, pero tiene su gracia por lo que es y el nombre que recibe, además de resultar indudable (ya que así lo transmite) lo mucho que el actor se divirtió interpretándolo. También aparecen breves cameos de otros actores como Steve Yeun (visto en la serie The walking dead o la película Minari) y Michael B.Jordan (el protagonista de la saga Creed, con el que hacen un jocoso guiño al que fue protagonista del film inicial por lo similar de sus nombres) Pero el mayor peso de la película recae en el jugador de baloncesto LeBron James, que habrá que ver si llega (y no sólo en Estados Unidos) al nivel mítico o al tirón mediático que tuvo su predecesor, pero que consigue compensar sus nulas dotes actorales por un inesperado y sorprendente carisma.

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 23 de julio de 2021.
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: La cantidad de referencias que tiene la Warner, los tramos en animación tradicional y el carisma de los Looney Tunes (aqui quizás algo diluido) más el inesperado de LeBron James.
  • LO PEOR: Tiene un ritmo excesivamente precipitado, el conflicto paternofilial sobre el que pivota todo resulta manido y las virguerías visuales no logran enmascarar una historia tan esquemática o más que la de la primera entrega (y aqui dilatándose hasta las dos horas)

viernes, 21 de mayo de 2021

MINARI: HISTORIA DE MI FAMILIA, una buena película (crítica sin spoilers)

Tengo que admitir que Minari, a la que se le ha añadido el subtítulo de Historia de mi familia, es una de esas películas que si no fuera por su repercusión en la temporada de premios pasaría quizás un tanto desapercibida. En mi caso la he podido recuperar ahora gracias a una amable invitación por parte de su distribuidora que no he querido desaprovechar para así poder verla y juzgarla por mi mismo, ya que hay que recordar que en la ceremonia de los Oscars de este año, el presente título del director Lee Isaac Chung obtuvo seis nominaciones (mejor película, mejor dirección, mejor actor, mejor actriz secundaria y mejor banda sonora) ganando finalmente el Oscar a mejor actriz secundaria que fue a parar a manos de la surcoreana Youn Yuh-jung, encargada de dar vida a la simpática abuela en este hermoso relato de lo cotidiano, que me hizo recordar en esencia al tono que emplea Jiro Taniguchi en algunos de sus mangas, al menos a nivel personal. 

Pero si tengo que desvelar cual era mi curiosidad principal hacia este film, la misma está en su actor protagonista Steven Yeun, que estuvo nominado como mejor actor (aunque quien al final ganó fue Anthony Hopkins por El padre) pero que tanto a mi como a muchos se nos ha hecho mundialmente conocido por interpretar a Glenn en la serie The walking dead hasta que su personaje pereció a manos del entonces novedoso Negan (interpretado por Jeffrey Dean Morgan) En este caso realiza una actuación como cabeza de familia realmente sólida, la cual justifica su nominación al Oscar a mejor actor.

Ambientada en la década de los ochenta, se nota el caracter autobiográfico de esta historia, ya que el director se posiciona con el miembro más joven de esta familia coreana emigrante en los Estados Unidos de Reagan, donde intentan alcanzar el tan ansiado "sueño americano". Eso nos lleva al relativo estereotipo de que sería en esa América rural donde radica la oportunidad para alcanzar dicho sueño, siempre que uno le dedique el tiempo y la constancia necesaria, aunque no siempre los mejores deseos vienen acompañados de los mejores resultados (como se descubre en el tramo final) Pero pese a que el éxito no siempre está al alcance de todos, el tono de la historia es respetuoso hacia esos progenitores que pasaron muchos sacrificios para conseguir que sus hijos no tuvieran que pasar por las mismas necesidades que ellos, lo cual se nota en la forma de describir a los padres (y por extensión a la abuela), que derrocha sinceridad y un profundo cariño. De hecho sería justo esta última la que se gana enseguida la simpatía del espectador al ser una abuela poco convencional, como le dice irónicamente su nieto en algunos momentos de la película, al no cumplir con los estereotipos asociados a alguien asi.

Es curioso porque aparte del núcleo formado por la joven pareja coreana, sus dos hijos y la abuela se situa también un vecino del pueblo al que da vida el actor Will Patton, que resulta tremendamente llamativo por su exacerbada fé religiosa, si bien se convierte bien pronto en un carismático compañero de fatigas del protagonista encarnado por Steve Yeun. Este interpreta a un emigrante coreano que decide comprar unas tierras en Arkansas y trasladarse allí con su familia (no del todo convencida), con la idea de cultivar plantas propias de su pais, pensando en la salida comercial que tendrían por los muchos compatriotas que en aquel entonces marchaban a Estados Unidos. El problema viene en que el matrimonio, hasta que ese proyecto funcione (o no) se tiene que ganar la vida como sexadores de pollos, algo que al padre no le convence del todo al no permitirle la estabilidad económica que él quería tener para los suyos. Para cuidar a los niños entra la atípica abuela, que pese a su delicada salud intentará ayudar a los suyos, al mismo tiempo que también representa ese último reducto con las costumbres y raices ancestrales, que con la integración familiar a una nueva cultura se van diluyendo.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 13 de marzo de 2021.
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: Los cinco personajes principales, bien planteados y notablemente desarrollados, si bien los que más destacan serían el padre, la abuela y el niño pequeño (que actúa como alter-ego del propio director), todo ello en un film que se deleita a mostrarnos la bella delicadeza de lo cotidiano, sin excesos melodramáticos.
  • LO PEOR: La total ausencia de conflictos raciales (por ejemplo son aceptados sin problemas en la iglesia del condado) es algo secundario, pero resulta un tanto utópico de creer. Asimismo el curioso y fervoroso vecino encarnado por Will Patton deja con las ganas de saber más de él.