Mostrando entradas con la etiqueta Zac Efron. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Zac Efron. Mostrar todas las entradas

sábado, 14 de mayo de 2022

OJOS DE FUEGO (2022), insipidez calorífica (crítica sin spoilers)

De un tiempo a esta parte parece que TODO se pueda convertir en una película: se generan guiones a partir de sencillas ideas, en algunos casos tan simples que dejan del todo patente su pobreza argumental cuando se tienen que estirar más allá de una idea que no pasaría en muchos casos de mera anécdota. Quiero pensar que ese es el motivo para la proliferación de tantos remakes, secuelas, precuelas, reboots, recuelas o el que concepto que se les ocurra, los cuales en algunos casos pueden estar más o menos acertados, pero en donde otros (como es el caso de esta película) dejan bien palpable que de donde no hay no se puede sacar.

Stephen King es un escritor con una carrera muy dilatada y con una amplia bibliografía que abarca varias décadas, y en la cual nos podemos encontrar desde obras brillantes hasta algunas más o menos entretenidas, así como también (sin por ello en ninguno momento menospreciarlo, ya que su éxito le avala) relatos más irregulares y discretos, e incluso también algunos directamente soporíferos. En una red social llegué a leer que este autor sería respecto al género del terror como un restaurante de comida rápida respecto a la gastronomía; pero creo que eso sería injusto respecto a sus obras maestras (que también las tiene, aunque no son tantas), por lo que ya de entrada suena pretencioso el calificar como tal la novela original de King, tal y como presume el poster de este remake de la versión previa de 1984.

Ojos de fuego (en inglés Firestarter) es una de los primeros libros de Stephen King, publicado en 1980 y adaptado al cine poco tiempo después por Mark L.Lester con una jovencísima Drew Barrymore de protagonista, justo antes de su caida en el pozo de las adicciones tras su éxito en el ET de Spielberg, y del que la actriz tardaría varios años en resurgir. En mi caso descubrí dicho film hace ya muchos años en un pase televisivo, justo en ese momento de la preadolescencia en la que descubrí las obras de Stephen King y las consideré como una evolución lógica hacia lecturas más adultas, lo que me llevó a interesarme también por aquellas que tenían adaptación cinematográfica. 
 
En su esquema básico esta historia puede guardar paralelismos con su obra previa Carrie, también del mismo autor, que en este caso fue adaptada por Brian de Palma en un meritorio film (con un remake no tan acertado en 2013) que dió el pistoletazo de salida a las muchas adaptaciones que ha habido de obras de Stephen King en todo tipo de formatos (desde películas hasta series de televisión, etc.) En ambos casos coincide en tener una chica con problemas de integración social, variando la telekinesis de la joven Carrie por la pirokinesis de la protagonista de esta historia, aunque los orígenes de dichas habilidades sean diferentes (en este caso sería por una indefinida experimentación gubernamental)

Ojos de fuego es una novela más o menos entretenida, pero que no acaba de situarse entre lo más destacado de su autor, y a tono con eso la versión de 1984 era una película discreta, cuya mayor curiosidad radicaba en ver a una muy joven Drew Barrymore justo en la época previa a su turbulenta infancia entre drogas y alcohol. ¡Con la cantidad de obras de Stephen King que se pueden adaptar! (algo que en ocasiones se ha hecho con resultados brillantes... y también todo lo contrario), en Blumhouse se decidieron por un innecesario remake de Ojos de fuego, que se cuenta desde ya mismo entre las más insípidas adaptaciones que ha tenido la extensa bibliografía de Stephen King
 
Con un reparto intrascendente donde sin duda destaca (y no precisamente para bien) un desubicado Zac Efron, esta cinta peca de un acabado visual carente de interés, en lo que perfectamente podría haber sido un mísero telefilm. Con hasta una tonta y forzada mención a los superhéroes, lo único destacable sería su banda sonora de John Carpenter, ya que sus personajes (mal planteados y peor desarrollados) se mueven en una historia indecisa con un final ridículo que intenta abarcar mucho y se queda en nada, ya que hasta las capacidades pirokinéticas lucen pobres (supongo que a tenor de su poco presupuesto) para algo que podía haberse mostrado bastante más espectacular.
=================================

viernes, 14 de septiembre de 2007

HAIRSPRAY

Ficha técnica

Dirección: ADAM SHANKMAN
Intérpretes: JOHN TRAVOLTA, QUEEN LATIFAN, MICHELLE PFEIFFER, CHRISTOPHER WALKEN, NIKKI BLONSKY, ZAC EFRON, BRITTANY SNOW, AMANDA BYNES, JAMES MARSDEN, ELIJAH KELLEY, ALLISON JANNEY, TAYLOR PARKS
Guión: LESLIE DIXON; basado en el guión de JOHN WATERS para su película Hairspray de 1988
Producción: CRAIG ZADAN Y NEIL MERON
Montaje: MICHAEL TRONICK
Fotografía: BOJAN BAZELLI

Sinopsis

Tracy Turnblad, una chica grande, con un gran peinado y un corazón aún mayor, tiene solamente una pasión: bailar. Su sueño es aparecer en "El Show de Corny Collins", el programa de baile televisado más codiciado de Baltimore. Tracy parece perfecta para el programa, a no ser por un problema no tan pequeño: no cabe. Su figura generosa siempre la ha apartado de los grupos a la moda, cosa que le recuerda continuamente su amante pero excesivamente sobre protectora madre y de generosa figura, Edna. Esto no detiene a Tracy porque si existe alguna una cosa que esta gran chica sabe, es que ella nació para bailar.

Después de cautivar a Corny Collins con su interpretación en la escuela secundaria, Tracy se gana un puesto en el show y se convierte inmediatamente en una sensación de televisión, para gran dolor de la princesa reinante del show, Amber Von Tussle y de su vitriólica madre, Velma, que lleva la estación WYZT de televisión. Incluso peor para Amber es el hecho de que no sólo es la audiencia la que adora a la nueva sensación: el amor de Amber, Link Larkin, también parece estar sucumbiendo al encanto de Tracy. El show de baile se convierte en algo personal al transformarse en una pelea amarga entre las chicas mientras compiten por la codiciada corona de "Srta. Hairspray".

Crítica
He de reconocer que cuando voy al cine tengo unas expectativas determinadas hacia lo que voy a ver. Partiendo de valoraciones del 1 al 5 pienso que tal película igual llega a esto o a lo otro y luego sólo es cuestión de si se confirma (lo esperado), si es peor de lo esperado (lo últimamente demasiado habitual) o si de repente te dan la sorpresa y resulta mucho mejor de lo esperado. La suposición que llevaba para Hairspray era de entretenida o buena. Es EXCELENTE.

Personalmente nunca he sido fan de los musicales. No reniego de ellos pero es un género que en su vertiente más canóniga (Fred Astaire o Gene Kelly) se me hace un poco anticuado, mientras que en sus vertientes más famosas (Grease, Fiebre del Sábado Noche) se me hace atractivo en cuanto a canciones pero siendo films con bastantes altibajos. Y en sus ejemplos más recientes (por ejemplo Chicago) creo que consiguen resultados simplemente correctos pero no especialmente destacables. Sólo cuando quizas se rompen un poco los esquemas del género, aún manteniéndolos, la cosa se hace más interesante (de hecho esta frase la cito a colación de la película de South Park, que en parte se puede considerar un musical por la gran cantidad de canciones que tiene… aunque bastante irreverentes)

Fuera de esta clasificación quedarian quizás los musicales de Disney, porque en la mayoría de casos el resultado ha sido bastante bueno pero el género de animación no tiene las cortapisas de la acción real: mientras que en una película de dibujos animados no tiene porque discutirse que un personaje se ponga a cantar de repente sin motivo aparente ese margen es más difuso en los musicales de acción real, donde como mínimo se espera cierta lógica en que de repente se ponga a entonar una canción.

Con esta introducción no quiero decir que Hairspray tenga un argumento de Oscar o unas justificaciones lógicas para que los personajes se pongan a cantar. PERO NO IMPORTA porque la película es alegre y simpática desde el principio, hablen los personajes o canten. Y todo ello dentro de un homenaje a los años 60 que quizás se queda en la parte estereotipada de los mismos (la película tiene quizás el altibajo más notable cuando se introduce la manifestación por la integración racial) pero que rebosa una impresionante alegria y jovialidad de principio a fin.

Lo que pasa que una película no puede ser sólo estado de ánimo, ha de tener algo más. Y aquí es bastante más. La estética de los años 60 está muy bien conseguida, no sólo porque no se buscaba una recreación 100% fidedigna, sino porque en el fondo se da una imagen idealizada de los mismos al estilo de la vista en la parte que transcurre en el pasado del primer Regreso al Futuro. Y a todo eso ayudan unos actores verdaderamente geniales en sus personajes DEL PRIMERO AL ÚLTIMO: John Travolta como mujer gorda está divertidísimo, así como un (al principio) insípido Christopher Walken como su marido, Michelle Pfeiffer hace una villana realmente simpática dentro de sus desmedidas ambiciones para encumbrar a su hija, el famoso Zac Efron (por el éxito de High School Musical) hace un papel que en su esquema puede recordar al del propio Travolta en Grease. La sorpresa de la película es la protagonista, Nikky Blonsky, todo un descubrimiento CUYA ACTUACION ES DE LO MEJORCITO DE LA PELÍCULA ya que desde el primer momento que aparece en pantalla conectas con su personaje y las ilusiones del mismo. Y atención también a la guapísima Amanda Bynes (la amiga de la protagonista). Y eso citando sólo a algunos de ellos porque realmente no puedo decir que hubiera algún actor que desentonara con el resto.

Porque, en resumidas cuentas, la adaptación que ha realizado Adam Shankman del argumento de la película original de John Waters es perfecto: desde el primer momento en que suena una canción uno queda encandilado por una música que te atrapa, no sólo ya por su frenético ritmo sino por el desparpajo de sus incisivas letras o por la espectacularidad de la puesta en escena y de las coreografias de la mayoria de ellas. Y todo ello con un argumento sencillo: como el baile consigue romper los arcaicos arquetipos de la clasicista sociedad de Baltimore de los años 60. El resultado final es una película que tendría que estar recomendada para subir el estado de ánimo de toda persona alicaida, porque desde luego sales del cine mucho más contento de lo que entrastes. Y encima habiendo visto una película realmente magnífica.

LO MEJOR: Casi todas las canciones, las espectaculares coreografias, la recreación (quizás un tanto idílica) de los años 60, los actores (sobretodo los jóvenes y en especial la protagonista, Nikky Blonsky) y el argumento (sencillo pero perfectamente resuelto).

LO PEOR: Pequeños altibajos (como la manifestación racial) o que los actores más veteranos (aún cantando bien) haga que se note tanto la diferencia con los jóvenes.