Si hay obras emblemáticas de tal o cual autor, en el caso de
Clive Barker sin duda alguna esa sería
Hellraiser, aunque sólo sea porque inició una saga que, de momento, consta ya de diez entregas. Tengo que admitir que no había visto ninguna, porque la ensalzaban tanto en cuanto a su sadismo que no sabía yo si sería capaz de aguantarla (es justo recordar que el primer film es de 1987, y en aquella época tenía apenas 13 años) Pero ya que hace poco descubrí la labor en el género del terror de
Clive Barker, no podía faltar la lectura de la (breve) novela que dió pie a la película inicial,
así como el visionado de la misma, 31 años después de su estreno.
Hellraiser sería un relato alargado, ya que sus apenas 154 páginas en la edición que he leído yo llegarían quizás como mucho a novela corta, por lo que bien podría considerarse junto con los
Libros de sangre, ese conjunto de relatos también de
Clive Barker que fueron editados en origen en la década de los ochenta. Al leer esta novela, cuyo título original es
The hellbound heart, y ver también su adaptación (la citada
Hellraiser)
hay cambios evidentes.
Al nivel de
Freddy Krueger, Michael Myers o
Jason Voorhees estaría el más famoso cenobita de esta historia, que tiene el nombre de
Pinhead supongo que por las progresivas secuelas, porque ni en la novela ni en la película lo denominan como tal. Su característico aspecto, con la cabeza llena de clavos, lo hizo lo más emblemático de esta historia y de la franquicia que creó, pese a que su presencia sería más bien secundaria tanto en la novela original de
Clive Barker como en su luego posterior traslado en imágenes, a cargo del propio autor. Al igual que me pasó con
Razas de noche, la película
Hellraiser de 1987 vista ahora me pareció una correcta adaptación pero muy deudora de su época, pudiendo haber sido más visceral como si lo es en las páginas (ese detalle supongo que aumentaría en las sucesivas secuelas, si bien las mismas ya van por libre, siendo tan solo la primera la que adapta la historia original de
Barker)
La historia de Hellraiser es bastante sencilla: todo comienza con Frank, un individuo que ya ha probado de todo y que en la búsqueda de nuevos placeres se encontrará con la caja de Lemarchand, una especie de puzzle que cuando se consigue resolver puede abrir la puerta al mundo de los cenobitas. El bueno de Frank los convocará, en su ansiada búsqueda de un placer extremo (sobretodo sexual), pero estos demonios pronto le demostrarán que su deseo está intrínsecamente ligado a la más extrema tortura. Tiempo después de caer en el mundo de los cenobitas, la casa donde fueron convocados pasa a ser el hogar de su hermano Rory y su esposa Julia, esta última una mujer insatisfecha que tras pasar por el altar se da cuenta de que no está enamorada de su marido sino que de su cuñado, el desaparecido Frank con el que empezó todo. Cuando ella entre en contacto con él empezará una sucesión visceral de acontecimientos con resultados altamente sangrientos.
El origen como relato de esta historia hace que los pocos personajes que se mueven en ella estén tan solo desarrollados en lo más básico, mientras que los secundarios no llegarían a nada más que la simple carnaza que se requiere de ellos. Pese a ello el tono como narrador de Barker resulta intenso y enseguida te atrapa por sus muchas virtudes, si bien igual se puede notar cierto tono misógino a la hora de describir los actos de Julia, lo que me hizo recordar el hecho de que Clive Barker es un homosexual reconocido (detalle que no cito como homofobia de ningún tipo sino tan solo por la imagen que me dió a través del citado personaje) Aún así como réplica a la malvada Julia estaría la posterior Kirsty, que en esencia se podría decir que es la protagonista (aunque en principio no lo parezca) y cuya relación de amistad con Rory se modificó en la cinta de 1987, haciéndola hija de él.
Para aquellos que no hayan probado aún el humor un tanto surrealista de este autor, creo que encontrarán en este comic una muy buena puerta de entrada al mismo, ya que sin perder su tono tan particular si que es verdad que estariamos ante una obra más accesible, al tratarse del formato de tira cómica autoconclusiva de 3 viñetas.
Con personajes recurrentes como un reptil que es el presidente secreto de la Tierra, un amigo robot, un vecino inquietante o un piloto de avión bastante enajenado, hay que admitir el destacable uso que realiza el autor del humor absurdo (sea con el tema que sea) incluso con personajes famosos como Edgar Allan Poe o Steven Spielberg. Eso si, el que se me hizo por mi parte más gracioso (aparte del que tiene como padre a un koala u otros muchos que circulan por estas páginas) sería el desquiciado Francisco Ibáñez que aparece aqui, totalmente sobrepasado por la fama de sus Mortadelo y Filemón.
Con
el tercer tomo aún más o menos reciente, he tenido la suerte de tener disponible el cuarto volumen de
Moon Girl y Dinosaurio Diabólico que lleva por título
Girl-Moon, en el cual estan recogidos los números 19 al 24 de dicha cabecera americana, que incluyen los cinco números del arco argumental que da título a esta entrega más un sexto número denominado
Epílogo. Me ha llamado la atención en este tomo el hecho de que la portada del mismo, aunque bastante eficaz y llamativa, no sea ejemplo nada más que de una mínima parte de lo que sucede en el mismo.
Pero entrando en materia, ¿qué pasa en este? Con el título de Girl-Moon y con esa portada uno podría pensar que estamos ante esos villanos que son la antítesis del héroe, pero aunque dicho pensamiento no estaría muy desencaminado, tal y como he indicado antes representa tan solo una parte de lo que se cuece por aqui. En realidad todo gira sobre una misteriosa niña que pide ayuda a nuestra protagonista, lo que la lleva al espacio tan solo para descubrir que esa llamada de auxilio es de una luna denominada Illa que es hija de Ego, el planeta viviente.
En los sucesivos acontecimientos que tendrán lugar a continuación está un escueto viaje de Lunella a un universo paralelo donde se cruzarán con este reverso oscuro de si misma, que responde al nombre de Diabolic Girl y el Dinosaurio Lunar, y que son los que dan portada a este cuarto tomo pese a que su presencia sería más bien fugaz (aunque no resultaría nada extraño que regresen en algún momento futuro) Pero como he indicado, sería Girl-Moon la que centra la mayor parte de lo aqui incluido, en una acertada labor en el guión por parte de Brandon Montclare en solitario, que se ve acompañada muy bien por el notable apartado gráfico obra de Natacha Bustos (salvo en el Epílogo final donde cruzan a Lunella con Mojo y Los nuevos X-Men, Ghost Rider y Daredevil) Y no digo nada del cliffhanger final que me deja con las ganas de MÁS...
Para finalizar hago doblete con
Robert Kirkman, ya que aunque haya abandonado esa serie que le ha dado fama (
The walking dead) si que sigo de momento las de
Paria e
Invencible de las cuales me he leído el cuarto tomo de la primera y el vigésimo tercero de la segunda. En el caso de
Paria ya me había leido las entregas previas, pero estamos ante un evidente ejemplo de que la dilatación de los acontecimientos en un comic no sería siempre algo muy favorable, porque la progresión en este tomo cuarto sigue siendo mínima. De todas maneras hay que valorar en su justa medida el talento como narrador de
Kirkman, que consigue que se mantenga un mínimo interés en lo que se nos está narrando, más allá de dilataciones del todo innecesarias, siendo el motivo por el que
aunque haya serie de televisión de este comic no me haya planteado darle una oportunidad.
Otro tema sería
Invencible, una serie también de
Kirkman que sigo también por la biblioteca pero no en la edición regular sino en la recopilatoria (
siendo el ocho el que me he leído más reciente) Pero aunque no haya habido regularidad de compra en la regular (valga la redundancia) entró como reciente novedad el tomo 23 titulado
Una familia numerosa y decidí probar aunque adelantara acontecimientos (calculo que lo que hay aqui estará en el décimo volumen recopilatorio) El resultado ha sido satisfactorio porque aunque ahora ya sé que el protagonista será padre, me ha resultado bastante acertadas así como sinceras las valoraciones que como tal se hace a si mismo en este comic, y todo ello sin que esta serie pierda ese tono tan coherente (dentro de sus mismas pretensiones) que la lleva a una evolución efectiva que resulta más acertada que la de otros que siguen volviendo ciclicamente a sus orígenes.