Hay ocasiones en el que el nombre del autor de algo es el mayor reclamo para ese producto en cuestión, y eso es lo que me ha pasado a mi con Holy Cow: la primera novela del actor David Duchovny (el que fue el mítico agente Fox Mulder de la no menos mítica Expediente X) He de admitir que el libro resulta entretenido y se lee de manera rápida gracias a sus poco más de 200 páginas de grosor, y en cuanto a moraleja (porque habría que asumirlo cual si fuera un cuento) creo que acierta, aunque en el fondo sea la misma de siempre (respeto, tolerancia, etc.)
Pese a todo, y aunque no negaré lo ameno del resultado final, en muchas ocasiones se me hizo dificil de creer las andanzas de los animales protagonistas (una vaca, un cerdo y un pavo), ya que aunque podriamos catalogarla de fábula (por aquello de que estos animales se comuniquen entre si) no lo acaba siendo del todo, al resultar ambiguo si son antropomórficos como los de los citados relatos o reales (ya que tienen detalles de ambas condiciones) lo que logró que me costara más asumir como posibles algunas de las acciones que llevan a cabo en el tramo viajero que tiene lugar durante la segunda parte de la historia, siendo más simpática la primera, en la que funciona mejor el tono de fábula (aunque más bien para adultos, por lo que no me extraña que al final el propio autor diga que esta historia no se la aceptaron ni
Disney ni
Pixar para una película de animación: dificil lo veo al menos que no se haga algo en plan
La fiesta de las salchichas)
No solo de comics de superhéroes se vive, y muchas veces me decanto y leo obras que me llaman la atención por la manera en la que se aproximan a un tema de gran importancia, como es en este caso el cáncer (de mama), lo cual ya se presupone con su título de Que no, que no me muero (y si me muero no es el fin del mundo)
El mismo ya sirve para dar una idea del caracter de su protagonista, que encara su enfermedad con naturalidad, lejos de esa visión tendenciosa que se tiene de estos enfermos, en donde tan solo cabe ser ejemplo de una actitud positiva y un talante de superación, o por contra el drama lacrimógeno ante el destino frente a dicho mal (que no siempre ha de ser así: en ocasiones cuesta superarlo pero se logra)
A través de 27 pequeñas historias en orden alfabético se recopilan los estados de ánimos y las experiencias, emociones y reflexiones de Lupe, la protagonista, una mujer de 38 años a la que le diagnostican un cáncer de mama pero que intenta huir de ese estereotipo en el cual la citada enfermedad parece que vaya siempre asociada con la muerte. Con un acertado tono de humor negro, irónico, sarcástico y tierno el notable guión consigue que se empatice enseguida con Lupe y los personajes y el mundo que la rodea con apenas pocas viñetas y líneas de diálogo (cada capítulo dura entre una y cinco páginas), a lo que habría que añadir un dibujo muy logrado que dota de individualidad (dentro de su nexo común) las 27 microhistorias que componen este comic.
No me considero fan de la serie española El ministerio del tiempo, ya que tengo que reconocer que cuando se estrenó, quizás mis pretensiones iban en otro sentido, por lo que no acabé de comulgar con algunos de sus detalles argumentales. Aún así no niego que es una obra digna de mérito al demostrar que en este pais se puede realizar ficción entretenida sin caer una y otra vez en los mismos temas y géneros.
Esta novela de poco más de 300 páginas recoge tres misiones de los protagonistas de la serie (a un centenar de páginas por cada una), lo cual ayuda a que la obra tenga gran fluidez y resulte muy amena y entretenida. De todas maneras si es cierto que se tienen que haber visto unos cuantos capítulos de la serie para saber asociar "quien es quien" aunque en mi caso, e insisto en que sin ser fiel al 100% porque no los he visto todos, me he encontrado con un muy aceptable entretenimiento donde he podido seguir la acción del relato sin problemas. Las tres aventuras relacionadas entre si de esta El tiempo es lo que es estan situadas en el siglo VIII, el 1603 de la época colonial y la Segunda Guerra Mundial, resultando esta última la que más me ha gustado (y la más extensa), si bien en todo momento no desmerecen a cualquier capítulo de la serie (de hecho lo aqui narrado se supone que tiene lugar entre los capítulos 19 y 20 de su segunda temporada)
Aún así tengo que reconocer que me cuesta aceptar en esta ficción que los viajes se realicen mediante puertas de las que no se sabe como, donde y porqué se abren, a lo que sumar que solo se puedan realizan viajes al pasado, no al futuro. Ya sé que no todos los viajeros temporales pueden ser como el Doctor Who (que en origen fue creada con intenciones didácticas, como el presente caso) pero me resultaría más entretenida esta serie si no se limitara tanto a si misma (a lo que supongo que influye el presupuesto), por lo que espero que a medida que avance vaya ganando méritos y se expanda.
Soy seguidor de
la serie de televisión The Flash, no solo porque creo que la misma es buena (suele ser la primera por la que me decanto a la hora de ver cada semana los episodios de las series en curso que sigo) sino por el elemento nostálgico,
al haber visto en mi adolescencia la previa (hecho con el que ha jugado la actual poniendo al mismo actor que entonces fue
Flash como padre del actual)
Es justo señalar que en origen el alter-ego del superhéroe era
Jay Garrick (
y su indumentaria bien diferente), siendo años después cuando se llevó a cabo un "reboot" (ahora que la palabra está tan en boga) haciendo que fuera el ahora conocido
Barry Allen, quien vistiera el uniforme escarlata más característico del personaje (aunque también fue asumido en diferentes etapas por
Wally West y
Bart Allen, si bien no calaron tanto como el citado
Barry Allen -¿será por ello la ausencia de referencias a ellos en el presente comic?-)
Para celebrar los 75 años del velocista escarla se lanzó el pasado 2015 este tomo que sirve no solo para conocer el origen de los dos Flash principales, sino para ver incluso el primer encuentro que tuvieron entre si, aunque no el original de 1961 sino una versión posterior. De todas maneras se nota que está orientado hacia nuevos lectores (quienes pueden conocer de manera escueta lo más básico del personaje) porque a los veteranos les sabrá a poco (que es lo que me ha pasado a mi) ya que creo que se podría haber hecho un recopilatorio mejor (75 años dan para más que las tan solo ocho historias incluidas en este tomo, completado con un buen puñado de portadas alternativas), si bien cumple bien como homenaje, además de para cubrir la curiosidad de ver el ya lejano origen de tan popular personaje.
Si un comic lleva por título Todos los hijos de puta del mundo, lo primero que se le viene a la cabeza a uno es si habrá suficiente espacio para TODOS los que hay, que seguro que tanto para vosotros como para mi serán un buen montón (y ya no te digo nada cuando, como en mi caso, te acercas al mostrador de la biblioteca y dices lo que vienes a buscar porque lo tienes reservado)
Pero bajo tan sugerente título que nos abre la mente ante lo que en él nos podemos encontrar, en si esto no deja de ser un recopilatorio de humor gráfico de
Alberto González Vázquez ya visto en origen en
El Mundo Today y
Orgullo y satisfacción pero que yo he podido disfrutar ahora en este formato por primera vez. Sin ser de estilo caricaturesco, como en principio se podía pensar, el estilo gráfico del autor es más "realista" (entre comillas) aunque siempre llevado al exceso en una sátira política donde no deja títere con cabeza, dando igual si es
Mariano Rajoy del
P.P., Pedro Sánchez del
PSOE (tener en cuenta que esto es previo a la dimisión de este último hace pocos días),
Pablo Iglesias de
Podemos o
Albert Rivera de
Ciudadanos (aunque también hay hueco para otros como
Esperanza Aguirre o
Aznar)
No hay límite para un humor que iría un paso más allá del simplemente negro para rozar lo escatológico (o ya directamente lo surrealista), por lo que aunque el estilo del autor "no sea dibujar", como él mismo admite, sino más bien retocar fotos para llevarlas al terreno del comic, sin duda alguna quien guste del humor gráfico más punzante, y viendo como está la situación política española, esbozará más de una sonrisa con este recopilatorio tan afilado como divertido (de hecho si os digo que el autor es colaborador en el programa de televisión
El intermedio del
Gran Wyoming ya creo que os imaginareis el tipo de humor que encontrareis en este comic)