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viernes, 10 de mayo de 2024

LO QUE SUCEDE DESPUÉS, teatro en el aeropuerto (crítica sin spoilers)

Que duda cabe que las preferencias cambian con el tiempo, y que lo que triunfaba en un momento dado, puede toparse con un ninguneo extremo pasados unos años. Si durante la década de los noventa y principios de los 2000 había un género con el que siempre se acertaba (al menos en la taquilla), era sin duda con la comedia romántica; y si hay una actriz que representa a la perfección dicho género durante aquellos años, esa es Meg Ryan. Aunque de entonces cada cual tendrá sus preferencias, en mi caso un film con la mencionada actriz que en su momento me gustó bastante fue Adictos al amor.

Pero han pasado ya tres décadas desde que la citada comedia romántica triunfaba, y las nuevas generaciones no la han encumbrado entre sus preferencias como si sucedió antaño. No habría problema si uno es un intérprete solvente con registros variados, que puede alternar entre las más diferentes temáticas con resultados como mínimo funcionales. 
 
El problema es que Meg Ryan quedó encasillada dentro de la comedia romántica, siendo donde ha conseguido sus mayores éxitos (aunque para el más reciente habría que retroceder hasta 2001, con Kate & Leopold junto a un por entonces emergente Hugh Jackman) ¿Solución? Darle al público lo que espera de uno, que es lo que aplica Meg Ryan, en la que sería su segunda película como directora tras estrenarse en 2015 con Ithaca, acompañada aquí de otro claro "encasillado": un David Duchovny por siempre recordado por Expediente X.

Presentada en la más reciente edición del BCN Film Fest, esta película se estrenó el pasado mes de noviembre en Estados Unidos, pasando totalmente desapercibida en cuanto a resultados de taquilla. Eso se puede justificar no solo en que Ryan y Duchovny son estrellas ya veteranas (y que por lo tanto las nuevas generaciones no conectan con ellas) sino porque en si SON LOS ÚNICOS PERSONAJES del film, más allá de incluir el aeropuerto donde acontece la acción como tercer personaje en la sombra, por los mensajes que claramente les dirige por megafonía y en cartelería. Aunque se vean más personas por donde acontece la acción, son meros figurantes sin ninguna frase ni relevancia e interacción de ningún tipo con la pareja protagonista, por lo que se nota (Y MUCHO) de donde viene la historia, ya que se trata de la adaptación de la obra teatral Shooting Star de Steven Dietz. El resultado se hace muy deudor de su origen, no ayudando la traslación cinematográfica llevada a cabo por Meg Ryan, que ofrece un resultado más cercano a un esquemático telefilm.
 
Es una pena porque su premisa argumental no está mal: Bill y Willa se encuentran por casualidad en un aeropuerto cuando ambos iban a diferentes destinos. Un fuerte temporal los deja anclados allí, y tras rememorar como les ha ido la vida desde que fueron pareja hace ya décadas (dejando claro que la rotura de la relación no fue del todo feliz), lo que viene a continuación son una sucesión de charlas sobre lo divino y lo humano en diferentes puntos del aeropuerto, que les llevará a la conclusión de que en el fondo tenían temas pendientes que este fortuito encuentro les permitirá resolver. Hasta aquí convence, pero se dilata en exceso (daba mejor para cortometraje o episodio televisivo), más allá de que la interacción antes citada del propio aeropuerto (o que en cierto momento se queden solos en él) resulte artificial y poco creíble, aunque se quiera englobar dentro de cierto "realismo mágico". Eso si, hay que reconocer que la pareja protagonista funciona bien y denotan tener cierta química, más allá de que sus personajes estén perfilados mediante meros arquetipos.

CALIFICACIÓN: Regular (2/5)

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 17 de mayo de 2024.

domingo, 8 de octubre de 2023

CEMENTERIO DE ANIMALES: LOS ORÍGENES (PET SEMATARY BLOODLINES), crítica sin spoilers de esta precuela

Stephen King es un escritor muy prolífico, pero las adaptaciones de sus obras, bien sean en formato televisivo o en cine, han tenido por tónica habitual mala suerte, siendo la mayoría productos a lo sumo correctos, cuando no directamente mediocres. Es cierto que hay excepciones, e incluso algunas de ellas que se han vuelto clásicos en su género, pero por regla general la calidad sería bastante dudosa y discutible, como le ocurre a esta desganada precuela de Cementerio de animales, en su versión de 2019 (como ya te deja claro el mismo inicio)
 
Es curioso porque de nuevo se repite la historia: en 1989 Mary Lambert dirigió su versión de la novela Cementerio de animales, logrando el éxito suficiente para que tres años después se pudiera embarcar en una secuela que iba ya por libre, con resultados mucho más inferiores. De dicha secuela lo que más se recuerda sería la presencia de Edward Furlong, entonces famoso por haber salido en Terminator 2, pero que luego no logró ningún otro éxito al mismo nivel en su carrera.
 
Eso se vuelve a repetir ahora con un remake en 2019 estrenado en cines que me pareció bastante correcto (pese a los cambios respecto a la obra literaria original), al que le sigue esta precuela directa a plataforma de streaming, y en donde el más popular de su reparto para muchos sería un David Duchovny que no ha logrado ningún éxito en su carrera como actor al nivel del conseguido en los noventa como el agente Fox Mulder en la serie televisiva Expediente X.

Su presencia aquí sería secundaria, ya que esta precuela estaría centrada en el personaje de Jud Crandall, encarnado por John Lithgow en el film de 2019 (o Fred Gwynne en la primera adaptación de 1989), y que aquí tiene los rasgos del joven actor Jackson White, al estar ambientada esta precuela en 1969, cuando era más joven. Pero en su elenco también hay otros intérpretes que tuvieron su momento de gloria, como Pam Grier (redescubierta para las nuevas generaciones por Jackie Brown de Tarantino), Henry Thomas (que logró la fama como Elliot, el niño amigo de ET, el extraterrestre de Steven Spielberg) o Samantha Mathis (con una variada filmografía, pero a la que yo descubrí como protagonista femenina de la versión en acción real de Super Mario Bros estrenada en 1993, junto a Bob Hoskins y John Leguizamo) Estos dos últimos encarnan en este film a los padres en la ficción del personaje de Jud Crandall, al cual nos presentan intentando irse del pueblo de Ludlow junto con su novia Norma (Natalie Alyn Lind)

Justo cuando iban a salir ocurre un incidente que les hace permanecer allí, lo que le llevará al protagonista a saber porque se libró de los sucesivos reclutamientos para la guerra de Vietnam. En dicho conflicto quien si fue es su amigo Timmy Baterman, que en inicio se nos dice que volvió con honores, aunque la escena inicial de un algo hierático David Duchovny (que encarna a su padre en la ficción) ya nos hace intuir que es lo que pasó verdaderamente. A partir de ahí se suceden una serie de sustos que basculan entre lo previsible y lo esquemático, que es lo mismo que se puede decir de un guion (del que sería co-responsable la misma directora de esta cinta, Lindsey Beer) donde se notan detalles interesantes (como cuando se retrocede aún más en el pasado, hasta los miembros fundadores de Ludlow), pero que son desarrollados de forma en exceso superficial. Al final esta precuela deja con una sensación insatisfactoria: pudiendo haber sido mejor se decanta por lo anodino e intrascendente, ofreciendo un film que sin ser malo resulta mediocre.

CALIFICACIÓN: Regular (2/5)

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN PARAMOUNT PLUS: 6 de octubre de 2023.

sábado, 15 de octubre de 2016

"HOLY COW", "QUE NO, QUE NO ME MUERO", "EL TIEMPO ES EL QUE ES", "75 AÑOS DE FLASH" y "TODOS LOS HIJOS DE PUTA DEL MUNDO"

Hay ocasiones en el que el nombre del autor de algo es el mayor reclamo para ese producto en cuestión, y eso es lo que me ha pasado a mi con Holy Cow: la primera novela del actor David Duchovny (el que fue el mítico agente Fox Mulder de la no menos mítica Expediente X) He de admitir que el libro resulta entretenido y se lee de manera rápida gracias a sus poco más de 200 páginas de grosor, y en cuanto a moraleja (porque habría que asumirlo cual si fuera un cuento) creo que acierta, aunque en el fondo sea la misma de siempre (respeto, tolerancia, etc.)

Pese a todo, y aunque no negaré lo ameno del resultado final, en muchas ocasiones se me hizo dificil de creer las andanzas de los animales protagonistas (una vaca, un cerdo y un pavo), ya que aunque podriamos catalogarla de fábula (por aquello de que estos animales se comuniquen entre si) no lo acaba siendo del todo, al resultar ambiguo si son antropomórficos como los de los citados relatos o reales (ya que tienen detalles de ambas condiciones) lo que logró que me costara más asumir como posibles algunas de las acciones que llevan a cabo en el tramo viajero que tiene lugar durante la segunda parte de la historia, siendo más simpática la primera, en la que funciona mejor el tono de fábula (aunque más bien para adultos, por lo que no me extraña que al final el propio autor diga que esta historia no se la aceptaron ni Disney ni Pixar para una película de animación: dificil lo veo al menos que no se haga algo en plan La fiesta de las salchichas)
No solo de comics de superhéroes se vive, y muchas veces me decanto y leo obras que me llaman la atención por la manera en la que se aproximan a un tema de gran importancia, como es en este caso el cáncer (de mama), lo cual ya se presupone con su título de Que no, que no me muero (y si me muero no es el fin del mundo)

El mismo ya sirve para dar una idea del caracter de su protagonista, que encara su enfermedad con naturalidad, lejos de esa visión tendenciosa que se tiene de estos enfermos, en donde tan solo cabe ser ejemplo de una actitud positiva y un talante de superación, o por contra el drama lacrimógeno ante el destino frente a dicho mal (que no siempre ha de ser así: en ocasiones cuesta superarlo pero se logra)

A través de 27 pequeñas historias en orden alfabético se recopilan los estados de ánimos y las experiencias, emociones y reflexiones de Lupe, la protagonista, una mujer de 38 años a la que le diagnostican un cáncer de mama pero que intenta huir de ese estereotipo en el cual la citada enfermedad parece que vaya siempre asociada con la muerte. Con un acertado tono de humor negro, irónico, sarcástico y tierno el notable guión consigue que se empatice enseguida con Lupe y los personajes y el mundo que la rodea con apenas pocas viñetas y líneas de diálogo (cada capítulo dura entre una y cinco páginas), a lo que habría que añadir un dibujo muy logrado que dota de individualidad (dentro de su nexo común) las 27 microhistorias que componen este comic.
No me considero fan de la serie española El ministerio del tiempo, ya que tengo que reconocer que cuando se estrenó, quizás mis pretensiones iban en otro sentido, por lo que no acabé de comulgar con algunos de sus detalles argumentales. Aún así no niego que es una obra digna de mérito al demostrar que en este pais se puede realizar ficción entretenida sin caer una y otra vez en los mismos temas y géneros.

Esta novela de poco más de 300 páginas recoge tres misiones de los protagonistas de la serie (a un centenar de páginas por cada una), lo cual ayuda a que la obra tenga gran fluidez y resulte muy amena y entretenida. De todas maneras si es cierto que se tienen que haber visto unos cuantos capítulos de la serie para saber asociar "quien es quien" aunque en mi caso, e insisto en que sin ser fiel al 100% porque no los he visto todos, me he encontrado con un muy aceptable entretenimiento donde he podido seguir la acción del relato sin problemas. Las tres aventuras relacionadas entre si de esta El tiempo es lo que es estan situadas en el siglo VIII, el 1603 de la época colonial y la Segunda Guerra Mundial, resultando esta última la que más me ha gustado (y la más extensa), si bien en todo momento no desmerecen a cualquier capítulo de la serie (de hecho lo aqui narrado se supone que tiene lugar entre los capítulos 19 y 20 de su segunda temporada)

Aún así tengo que reconocer que me cuesta aceptar en esta ficción que los viajes se realicen mediante puertas de las que no se sabe como, donde y porqué se abren, a lo que sumar que solo se puedan realizan viajes al pasado, no al futuro. Ya sé que no todos los viajeros temporales pueden ser como el Doctor Who (que en origen fue creada con intenciones didácticas, como el presente caso) pero me resultaría más entretenida esta serie si no se limitara tanto a si misma (a lo que supongo que influye el presupuesto), por lo que espero que a medida que avance vaya ganando méritos y se expanda.
Soy seguidor de la serie de televisión The Flash, no solo porque creo que la misma es buena (suele ser la primera por la que me decanto a la hora de ver cada semana los episodios de las series en curso que sigo) sino por el elemento nostálgico, al haber visto en mi adolescencia la previa (hecho con el que ha jugado la actual poniendo al mismo actor que entonces fue Flash como padre del actual)

Es justo señalar que en origen el alter-ego del superhéroe era Jay Garrick (y su indumentaria bien diferente), siendo años después cuando se llevó a cabo un "reboot" (ahora que la palabra está tan en boga) haciendo que fuera el ahora conocido Barry Allen, quien vistiera el uniforme escarlata más característico del personaje (aunque también fue asumido en diferentes etapas por Wally West y Bart Allen, si bien no calaron tanto como el citado Barry Allen -¿será por ello la ausencia de referencias a ellos en el presente comic?-)

Para celebrar los 75 años del velocista escarla se lanzó el pasado 2015 este tomo que sirve no solo para conocer el origen de los dos Flash principales, sino para ver incluso el primer encuentro que tuvieron entre si, aunque no el original de 1961 sino una versión posterior. De todas maneras se nota que está orientado hacia nuevos lectores (quienes pueden conocer de manera escueta lo más básico del personaje) porque a los veteranos les sabrá a poco (que es lo que me ha pasado a mi) ya que creo que se podría haber hecho un recopilatorio mejor (75 años dan para más que las tan solo ocho historias incluidas en este tomo, completado con un buen puñado de portadas alternativas), si bien cumple bien como homenaje, además de para cubrir la curiosidad de ver el ya lejano origen de tan popular personaje.
Si un comic lleva por título Todos los hijos de puta del mundo, lo primero que se le viene a la cabeza  a uno es si habrá suficiente espacio para TODOS los que hay, que seguro que tanto para vosotros como para mi serán un buen montón (y ya no te digo nada cuando, como en mi caso, te acercas al mostrador de la biblioteca y dices lo que vienes a buscar porque lo tienes reservado)

Pero bajo tan sugerente título que nos abre la mente ante lo que en él nos podemos encontrar, en si esto no deja de ser un recopilatorio de humor gráfico de Alberto González Vázquez ya visto en origen en El Mundo Today y Orgullo y satisfacción pero que yo he podido disfrutar ahora en este formato por primera vez. Sin ser de estilo caricaturesco, como en principio se podía pensar, el estilo gráfico del autor es más "realista" (entre comillas) aunque siempre llevado al exceso en una sátira política donde no deja títere con cabeza, dando igual si es Mariano Rajoy del P.P., Pedro Sánchez del PSOE (tener en cuenta que esto es previo a la dimisión de este último hace pocos días), Pablo Iglesias de Podemos o Albert Rivera de Ciudadanos (aunque también hay hueco para otros como Esperanza Aguirre o Aznar)

No hay límite para un humor que iría un paso más allá del simplemente negro para rozar lo escatológico (o ya directamente lo surrealista), por lo que aunque el estilo del autor "no sea dibujar", como él mismo admite, sino más bien retocar fotos para llevarlas al terreno del comic, sin duda alguna quien guste del humor gráfico más punzante, y viendo como está la situación política española, esbozará más de una sonrisa con este recopilatorio tan afilado como divertido (de hecho si os digo que el autor es colaborador en el programa de televisión El intermedio del Gran Wyoming ya creo que os imaginareis el tipo de humor que encontrareis en este comic)

miércoles, 24 de febrero de 2016

EXPEDIENTE X, décima temporada que entretiene pero no estusiasma

Justo acabo de ver el 6º y último capítulo de la 10ª temporada de Expediente X, el cual acaba con un intrigante cliffhanger de cara a una temporada 11 que supongo que habrá si las audiencias les han acompañado. Y no lo negaré, me ha resultado un regreso muy entretenido... pero también me ha dado la sensación de que no hay nada nuevo que contar.

Pero primero pongámonos en antecedentes: esta mítica serie de Chris Carter la ví por primera vez en Telecinco en los años noventa, y me pasó con ella como con la actual The big bang theory: al no seguirlas desde su inicio recuperé los episodios perdidos en las reposiciones que hacia el canal (fue con esta serie que comenzó la moda de emitir las series americanas de dos en dos episodios, siendo por tónica habitual el segundo la reposición... aunque ahora si se les tercia te pueden meter hasta cinco o seis, sean nuevos o no)

Recuerdo perfectamente que fue con la primera película que tuvo la serie en 1998, la primera vez que asistí a una sala de cine y me tuve que poner casi delante de la pantalla de todo el público que había congregado (era su momento de mayor éxito) Dicho film hacia de puente entre la quinta y la sexta temporada, y a partir de ahi fue cuando Telecinco empezó a emitirla en horarios cada vez más nocturnos hasta que al final dejó inéditas (aunque luego otros canales si las emitieron) las últimas dos temporadas, las cuales yo ya no vi porque había perdido el interes por una serie cuya mayor fama fue el milenarismo que hubo a finales del siglo XX, aparte de que aún no existian las muchas ventajas que da ahora internet y sumado a la ausencia de Duchovny, que ya entonces aspiraba a no quedarse encasillado en el personaje (aunque al final fue que si)

Aún así nadie niega el grato recuerdo que me quedaba, por lo que decidí darle una oportunidad a esta 10ª temporada (14 años después del final de la serie en televisión y 8 años desde su decepcionante segunda película estrenada en cines), en esta actual moda revival donde se les da cancha a conceptos exitosos de los ochenta y noventa, para exprimir aún más su éxito, ahora sobretodo nostálgico. Pero al quedar ya tan lejana la serie, y sin haber visto yo las últimas dos temporadas, hice las consultas pertinentes por internet (¡bendita wikipedia!) para saber más sobre ese hijo del duo principal, mi mayor intriga al principio de esta mini-temporada de 6 episodios.

¿Impresión final? Pues aunque el regreso no me ha disgustado, me deja la sensación de que su tiempo ya pasó: la serie fue una clara influencia en su estilo para otras que han venido después por lo que reinsistir sobre lo mismo solo puede llevar al agotamiento de una fórmula ya sin esquemas que romper (eso se hace evidente en la inclusión, un tanto forzada, de los agentes Miller y Einstein, una especie de variante más joven de Mulder y Scully para ¿sustituirlos si la serie continua?)

Supongo que habrá temporada 11 teniendo en cuenta el intrigante final de esta, y como queda claro que el hijo de Mulder y Scully tendrá importancia capital en la misma (o eso supongo), ahi tendremos el fichaje de algún joven actor que pueda continuar la franquicia y seguir en ese bucle de conspiraciones sobre conspiraciones (que creo que es lo que ha funcionado mejor en esta décima temporada -ver episodios 10x1 y 10x6-, ya que en los autoconclusivos ha primado cierta apatia, al menos en inicio, por parte de Gillian Anderson (ya evidente en la cancelada Hannibal) y cierto tono en exceso bufonesco por parte de David Duchovny, unido a unas tramas que por momentos rozaban demasiado lo paródico)

sábado, 26 de julio de 2008

X FILES: CREER ES LA CLAVE (EXPEDIENTE X 2)

FICHA TÉCNICA  
 
Título: X-FILES: CREER ES LA CLAVE 
Título original: The X-Files: I Want to Believe  
Dirección: Chris Carter  
País: Estados Unidos, Canadá  
Año: 2008  
Duración: 106 min. 
Género: Ciencia-ficción, thriller  
Reparto: Callum Keith Rennie, Amanda Peet, Gillian Anderson, Marci T. House, Adam Godley, Billy Connolly, David Duchovny, Spencer Maybee, Mitch Pileggi, Carrie Ruscheinsky, Steve Stafford, Denis Krasnogolov, Xzibit (Alvin Joiner)  
Guión: Chris Carter, Frank Spotnitz  
Distribuidora: Hispano Foxfilm  
Productora: Twentieth Century-Fox Film Corporation, Crying Box Productions, Ten Thirteen Productions  
Dirección artística: Tony Wohlgemuth  
Diseño de Producción: Mark S. Freeborn  
Fotografía: Bill Roe Montaje: Richard A. Harris Productor: Chris Carter, Frank Spotnitz  
Productor ejecutivo: Brent O'Connor 
Vestuario: Lisa Tomczeszyn 
 
SINOPSIS 
 
Después de nueve años en televisión y el salto cinematográfico en 1998, los agentes del FBI, Fox Mulder y Dana Scully, regresan una vez más a la gran pantalla.  
 
CRÍTICA 
 
Si una palabra define mi opinión de esta nueva película de Expediente X es DECEPCIÓN. Yo ya tenía mis particulares reservas cuando me enteré del proyecto, ya que sin duda alguna creo que esperaron demasiado (nada menos que 10 años desde el anterior film, y 7 desde que finalizó la serie) lo que sin duda repercute en un resultado final que parece más un desesperado intento de recuperar viejos laureles que de innovar o ni tan siquiera entretener. 
 
Y no creais que me duele decir eso teniendo en cuenta que para mi la serie es TODO UN CLÁSICO del que han bebido infinidad de productos posteriores, desde otras series de televisión hasta películas. Pero ya no es lo mismo y a eso no ayuda una historia sobre la que se guardó mucho secretismo pero que finalmente no deja de ser como una versión extendida de cualquiera de los episodios que tuvo la serie... y no precisamente de los mejores. 
 
Tambien es justo reconocer que esta película si se puede ver sin haber visto ni un solo capítulo de la serie original, a diferencia del primer film que dependía demasiado de la misma (en aquel entonces aún en emisión) pese a que hay ciertas referencias al final de la misma, como para intentar engarzar aquellos sucesos con el inicio de este film. El problema radica, como en tantos otros casos, en que se quiere vender algo como parte de una franquicia, pero no guarda relación alguna con la misma. 
 
Con eso me vengo a referir que si no fuera por el sacerdote que tiene visiones (y que justifica un poco la X del título) la historia no sólo sería la típica y tópica de cualquier thriller, sino que no tendría nada que ver con el universo creado por Chris Carter. Y eso se nota (y mucho) en unos protagonistas metidos con calzador, ya que tanto David Duchovny (Mulder) como Gillian Anderson (Scully) parecen haberse involucrado en esta película, ¿para que negarlo?, sólo por intentar levantar un poco sus alicaídas carreras profesionales (que salvo por el caso de Californication en el caso de él no han vuelto a conocer un éxito de público similar a Expediente X). 
 
Y el argumento, como ya he citado, sería el de cualquier thriller o el típico de un capítulo de 60 minutos (que igual hubiese entretenido y todo) pero que aquí alargado hasta los 106 minutos acaba resultando cansino, poco interesante y aburrido. Por ello el resultado final es una película que intenta recordar glorias pasadas sin conseguirlo y que se demuestra demasiado tardía en el tiempo, bastante poco novedosa y simple en su resolución final. 
 
Como nota final quiero citar que el doblaje español ha respetado las voces de Mulder y Skinner (que tiene un cameo hacia el final) pero a Gillian Anderson le ha puesto una nueva dobladora que le da una voz de pito totalmente irritante y que ayuda todavía más al distanciamiento con lo que nos cuenta la película. Si a eso sumamos también la deficiente traducción del título (¿Por qué no poner Expediente X que era el nombre por el que fue conocida la serie en lugar de The X Files? ¿Por qué entonces traducir el I want to believe por Creer es la clave?) el resultado justifica mi palabra inicial: DECEPCIÓN.  
 
LO MEJOR: Un chiste acerca de George Bush que sucede al inicio del film.  
LO PEOR: Lo poco novedoso del producto, la tardanza y la desgana que se nota en realizarlo y lo poco entretenido que es.