¿Quien no ha oido hablar de Los Picapiedra? Estamos hablando de uno de esos pilares sobre los que se sustentan la infancia animada de varias generaciones. Pero visto desde el punto de vista actual podía perder parte de su encanto, porque la citada serie no dejaba de ser una sátira de la sociedad de hace medio siglo, pero cual si fuesen de la Prehistoria, por lo que hay otras series de animación que le han tomado el relevo en su espíritu como por ejemplo Los Simpson y esos muchos derivados que ha generado (como serían las series Padre de familia o American Dad de Seth MacFarlane) Pero esta prehistórica familia dejó huella desde la década de los sesenta.
¿Como actualizar un clásico como este pero sin que pierda su esencia? Una idea así en un inicio puede parecer atrevida, pero en DC se propusieron hacer reboots de algunas clásicas series de animación de Hanna-Barbera como Johnny Quest, Scooby Doo, Los Autos Locos o la que nos ocupa: Los Picapiedra. Tengo que admitir que supe de esta noticia en su momento pero no le dí mayor importancia porque tenía dudas de que un producto tan específico pudiera convencer al público actual, quedándose tan solo como una mera curiosidad. Pero parece ser que no solo ha sido así sino que incluso hay un título que ha destacado sobre el resto consiguiendo incluso nominaciones a los premios Eisner de comic. Y si, fue efectivamente Los Picapiedra, por lo que apenas tres meses después de salir a la venta en España por parte de ECC, ya ha entrado este tomo en las bibliotecas y ya he podido disfrutar con una obra hacia la que tenía mis reservas, pero que ha demostrado ser tan satírica como la original, analizando ahora detalles más contemporáneos.
Acostumbrado a la estética más cartoon con la que se hizo famosa tanto esta serie como otras muchas de Hanna-Barbera, pensaba yo que un tono más "realista" podría ser un claro obstáculo para aquellos más veteranos. Pero sobreponiéndose a ese detalle (digamos que hay que ser amplio de miras) estamos ante un comic bastante notable (y casi excelente) que sabe ser fiel a los planteamientos de la serie de animación original. Dividido en 12 capítulos, todos ellos incluidos dentro de este integral, los mismos gozan de un muy acertado guión de Mark Russell, que sabe criticar de forma muy sarcástica varios aspectos de nuestra sociedad actual, demostrando que la misma está sujeta por unos endebles pilares... aunque ello no es obstáculo para reirse de algunos temas tan claves para nuestro mundo de hoy como la religión, la política, el consumismo, las guerras, el racismo o la inmigración (por citar solo unos ejemplos)
Insisto en que lo que puede descolocar más al hipotético lector de esta obra es ese dibujo más realista y detallado obra de Steve Pugh, el cual se aleja más del clásico aspecto de dibujo animado para darle un tono que puede recordar a la película de acción real de 1994, cuyo uno de sus mayores aciertos fue encontrar al perfecto actor para ser Pedro Picapiedra: John Goodman. El citado apartado gráfico de Pugh y Rick Leonardi (aunque este tan solo dibuja un capítulo) logra alcanzar un resultado bastante destacable ya que sabe recoger esos detalles del clásico de la animación para hacer que los personajes resulten fieles a los planteamientos originales de Hanna-Barbera, siendo todos ellos perfectamente reconocibles. Al final este integral de Los Picapiedra resulta una inesperada y grata sorpresa que al mismo tiempo que me transporta hasta los recuerdos de mi infancia, realiza una sátira tan mordaz como reflexiva de los tiempos que vivimos cual si fuera de los mejores episodios de Los Simpson.
- Ficha editorial por este enlace, ficha de la biblioteca por este otro.