De siempre desde que me aficioné de nuevo a las viñetas que el Castigador ha sido uno de mis personajes preferidos de los comics Marvel. El motivo supongo que debe de estar en el hecho de representar lo que muchos entenderían viendo como funciona en ocasiones la justicia: esa satisfacción de tomársela por la propia mano. Pero más allá de defender una opción como esta que muchos tacharán de facistoide, este personaje representa ese "placer culpable" de leer lo que muchos harían si pudieran (de ahi el éxito del subgénero de los justicieros urbanos)
Este tomo que lleva por título Blanco y negro comienza con una serie limitada de dos números en los que asistimos al juicio de Castle, que se ha entregado de forma voluntaria, si bien todo ello esconde un plan que pronto saldrá a la luz. Tras ella da comienzo una nueva etapa de este personaje a medio camino entre la clásica de Ennis (fuera del ambiente de los superhéroes) y la propia en la que nació el Castigador (es decir, dentro de ese universo), enfrentándolo aqui a un cártel de la droga y a Electro, en un comic correcto y entretenido.
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Justo el tomo que viene después sería Dos soles, y en el continúa la etapa de Nathan Edmonson y Mitch Gerads a cargo del Castigador, incluyendo seis números de la serie en comic americana que se podrían dividir en tres partes independientes aunque relacionadas entre si. En la primera nos encontramos con la continuación directa de como acabó la entrega previa, con el Castigador herido y huido en México donde intentará recuperarse para volver a Los Ángeles, algo que más de uno se asegurarán de ponerle lo más complicado posible.
Tas esa trama más bien simple y rutinaria para lo que son los cánones de este personaje hay un pequeño crossover con la Viuda Negra, que en aquel entonces compartía guionista (Edmonson) con el Castigador, en una historia correcta y resuelta de manera eficaz, con la única curiosidad de aqui narrarlo bajo el punto de vista de Frank y en la serie de la Viuda Negra hacer lo mismo desde la perspectiva de ella. Se cierra este tomo con el regreso de Castle a Los Ángeles, ahora una ciudad en la anarquía en la que se supone que el Castigador tendrá que poner orden.
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Todo lo que comienza tiene un final, y tengo que dar gracias de haber podido leer completa y en su orden toda esta etapa del Castigador previa a las Secret Wars II, que fueron las que unieron al universo Ultimate de Marvel con el tradicional, si bien nada de ello es necesario para leerse y disfrutar del presente comic. El cierre beneficia a la satisfacción del lector, que puede apreciar en su conjunto una historia autocontenida que no necesita dilatarse de forma innecesaria con la obligación de otras lecturas complementarias.
El presente tomo se inicia ahondando en los Comandos Aulladores, un grupo militar relacionado con Nick Furia que ha tenido importancia en esta etapa del Castigador, para a continuación ver como este pone en orden la ciudad de Los Ángeles, sumida en la anarquia debido a la ausencia de Frank Castle. Por el camino se cruzará con el Capitán América, puesto aqui a cargo de Sam Wilson, para acabar con una breve historia donde queda claro la utilidad del Castigador frente a terroristas árabes, quedando en conjunto una etapa entretenida.
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Si el Castigador está entre mis preferidos de Marvel a nivel masculino, otro tanto puedo decir a nivel femenino con Elektra, fantástico personaje creado por Frank Miller para su etapa en Daredevil y que después ha corrido una suerte desigual, sin llegar al nivel de calidad que tuvo por parte de su creador, aunque ofreciendo en ocasiones comics interesantes como el presente. En este volumen titulado Linajes se recopilan los cinco primeros números de la (escueta) serie regular con la que Marvel probó suerte con ella hace unos años.
Lo más destacable del presente comic sería su apartado gráfico, en el cual Mike Del Mundo y Marco D'Alfonso parecen rendir homenaje a la labor de Bill Sienkiewicz en Elektra Asesina, mítico título de este personaje aún a cargo entonces de Frank Miller. En comparación el guión de W.Haden Blackman para esta historia sería más bien funcional y tan solo correcto: Elektra recibe el encargo de buscar a un misterioso personaje, pero para ello tendrá que lidiar con otro villano, un canibal que asimila las habilidades de sus víctimas.
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Y si justo antes citaba como muy breve esta serie de Elektra es porque lo fué, ya que en este segundo y último tomo se recopilan los números 6 al 11 de la cabecera americana. Es cierto que sigue siendo muy destacable el apartado gráfico de Mike Del Mundo que hay en este volumen pero tan solo es suyo el segundo arco argumental por lo que se nota mucho el contraste de los dos primeros números incluidos aqui, obra de Alex Sanchez, ya que su estilo es correcto pero comparativamente resulta claramente inferior al visto hasta ese momento.
Por su parte el guión (de nuevo a cargo de W.Haden Blackman) refleja un tanto ambiguamente los métodos de Elektra, aunque decantándose más por su apartado más positivo, lo que quizás le quita parte de la esencia vital del propio personaje, que siempre se ha movido en esa difusa frontera entre el bien y el mal. Eso si, lo que no falta en este tomo es acción y aventuras ya que la protagonista se las tendrá que ver con todos los villanos que el Gremio de Asesinos pone tras ella, además de La Mano, Maria Hill o el mismísimo Bullseye. Sin duda muy entretenido.
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