El problema de algunos realizadores es tener una autocomplacencia con ellos mismos, de tal forma que a la hora de realizar una película suelen estar tan satisfechos de lo que han rodado que en la sala de montaje dejan más bien poco material, lo cual repercute en un metraje que se dispara por encima de la media. Si hubiera que achacarle algún error a la novena película de Quentin Tarantino sería justo ese detalle: sus 165 minutos se podrían considerar un tanto excesivos una vez vista la cinta y dándote cuenta de lo que nos quería contar. Y es que además otro de los temas por los que podía pasar un título asi (los asesinatos de la familia Manson que entraron en la crónica negra del Hollywood de aquellos años) no es para Tarantino más que un mero macguffin, lo cual queda claro en su último tramo al darte cuenta de que los hechos narrados por esta película serían más bien una ucronía que una crónica veraz, o si acaso (dejándonos llevar por su propio título), un cuento para narrarnos otros tiempos con acertada nostalgia.
Hay que dejar bien claro el citado concepto de "nostalgia", porque este director se ha caracterizado en no pocas ocasiones por unas historias más viscerales y plagadas de un claro y evidente humor negro que aqui tan solo sería evidente en el citado tramo final, cuando Tarantino se sumerge en lo que fueron los sucesos reales para contárselos a los que vemos esta cinta desde su punto de vista, y en donde deja salir ese lado más gamberro que le concedió en sus inicios tantos admiradores como detractores.
Pero antes de eso lo que nos cuenta este director serían los últimos coletazos del cine más clásico, y como eso iba dejando paso a una manera de entender esta industria que ha desembocado en lo que vivimos hoy en día. Ello quedaría planteado de forma excelente en el personaje al que da vida Leonardo DiCaprio, ya que su Rick Dalton sería un evidente ejemplo de esos actores que vivieron su época de mayor gloria en el pasado y que ahora tiene que aceptar papeles que considera que no están a su nivel. Otro tanto se podría decir del Cliff Booth al que da vida Brad Pitt, y que vendría a ser el especialista encargado de las secuencias peligrosas que tiene que rodar Dalton, aunque en el fondo resulta más bien el único amigo que este ha podido conservar, formando ambos una pareja profesional que intenta no verse derribada por el continuo devenir de los acontecimientos en una industria, la de Hollywood, que había ido perdiendo sus referentes previos.
Sin en ningún momento desmerecer al resto de actores que pueblan esta película, se podría decir que el duo formado por DiCaprio y Pitt son los personajes primordiales de esta historia (si bien no dejan de ser referentes para la idea que tiene Tarantino de contarnos su nostalgía por aquellos años), ya que el resto del elenco del presente film, plagado de nombres conocidos, vendría a ser tan solo como una especie de "reunión de amigos", donde cada uno da lo mejor de si mismo (que no es poco), pero que no dejan de ser complementos a una historia mayor que ellos mismos, con eslabones que si bien no están mal, su trascendencia sería irrisoria para el conjunto. Eso repercute en una serie de personajes que sobre el papel se revelan interesantes (están representados en la película personajes reales como Sharon Tate o Bruce Lee), pero que en la película quedan como meros guiños hacia el espectador, simple imagen sin nunca acabar de hacerlos consistentes.
La radiografía que hace Tarantino de aquella época (finales de los años sesenta) resulta precisa y meticulosa, mezclando bien el director tanto a los que fueron personajes reales como a los ficticios creados para este film. Su visión de como se vive esta industria desde los diferentes eslabones de la misma resulta muy acertada, consiguiendo que sea palpable tanto la nostalgía que siente el realizador por aquellos años como lo importante que resultan para entenderlo a él y su obra. No todo es bonito dentro de esa industria, por lo que también queda muy clara la incisiva crítica que realiza Tarantino sobre la misma, mostrando que bajo el brillo de las bambalinas también hay detalles más sórdidos. Pero el problema puede venir de que para mostrar ese GRAN CONCEPTO que significa para él lo de "amar el cine" lo va desarrollando con un gran número de personajes que no dejan de ser nada más que peones para un resultado final que hay que evaluar en su integridad.
Al final Erase una vez... en Hollywood se revela como una notable película de Quentin Tarantino (tanto para lo bueno como para lo malo), que sabe transmitir el amor hacia el cine que siente este realizador con una sucesión de historias en principio intrascendentes en las que se beneficia de la buena labor de unos actores que saben sacar lo mejor de si mismos (aunque sus personajes queden poco esbozados) Destacando de forma bastante evidente la soberbia pareja protagonista formada por Leonardo DiCaprio (con un personaje más extrovertido) y Brad Pitt (que desarrolla un acertado contrapunto más introvertido), así como la excelente reconstrucción histórica de aquella época a lo que sumar la maestría de Tarantino para escoger la música que suena en sus películas, que se hace palpable en una banda sonora tan elegante como magnífica. Lo más lamentable sería que esta es la novena película de un director que aspira a llegar a las 10 antes de retirarse.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 15 de agosto de 2019
- Galería de posters por este enlace.
- EL DETALLE: Hay una escena entre los créditos finales, más que nada anecdótica. Avisado queda.
- LO MEJOR: Es Tarantino en estado puro, tanto para lo bueno como para lo malo, destacando de forma especial tanto la reconstrucción histórica como la nostalgía del conjunto, su destacable banda sonora así como la labor meritoria del duo principal formado por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt.
- LO PEOR: La mayoría de personajes (salvo los dos principales) apenas son esbozados y el metraje puede dar la sensación de dilatarse en exceso.