Muchas veces uno se queja de directores superficiales, que no tienen ni voz ni voto, ni saben dotar a sus obras de un toque algo personal (aunque sea mínimo) Ejemplos hay muchos, ya que son muchas las películas que tanto da si las dirige fulanito que menganito, porque no notas en el resultado final nada que la haga propia de su responsable. Como es lógico suponer,
Tim Burton sería sin duda lo contrario de ello, hasta el punto de que toda su filmografía está plagada de esos detalles que sus muchos seguidores agradecemos, y que se podría afirmar que lo han convertido en una marca propia, con unas características definidas, en donde se puede admitir que lo raro y extraño es lo que marca tendencia y triunfa.
El problema viene cuando mercadeas con tu sello más personal, o como mínimo lo "aligeras" tanto de sentido que se hace algo apto para todos los públicos, aunque por el camino pierda parte de su esencia. Y es cierto que se podría admitir que eso le sucedió al Tim Burton de los últimos años, cuyas producciones (bien fueran dirigidas por él, o sólo contando con su nombre como productor) ya no destilaban esa excentricidad de sus primeras obras, entre las cuales estaba sin duda la primera Bitelchús, cuya secuela llega 36 años después. En la misma repite parte del reparto original, y se suman nuevos fichajes como Willem Dafoe, Monica Bellucci o Jenna Ortega.
Estrenada fuera de competición en la reciente 81ª Mostra de Venecia, en declaraciones del propio Tim Burton, con esta secuela ha podido reconectar de nuevo con su alma de autor, después de quedar algo desencantado con la industria de Hollywood (lo cual se hace evidente en las más recientes colaboraciones de este director con la factoría Disney, que pese a que recibieran una mejor o peor recepción por parte del público, dejaban claro ese mercadeo al que me refería un poco más arriba, decepcionando a sus seguidores. Hay aquí un acertado comentario sarcástico hacia la mencionada Disney) Una vez vista es justo calificarla, y en este caso con toda la razón del mundo, como la cinta de los últimos años que mejor muestra el imaginario propio de este director, sin verse encorsetada por las exigencias de productores y otros miembros de la industria. Se nota mucho en ella que Tim Burton se puede permitir hacer una película como le de la gana, ya que no en vano lleva cuatro décadas al pie del cañón, pudiendo permitirse un capricho como este.
Repiten en esta secuela
Michael Keaton como el irreverente
Bitelchús (personaje al que vuelve tan gamberro como se recordaba),
Winona Ryder como
Lydia Deetz (conservando una estética similar, si bien siendo ahora madre de familia) y
Catherine O'Hara como
Delia Deetz (madre en la ficción del personaje de
Winona, y de talante excéntrico y divertido), a lo que sumar otro viejo conocido del director, que no spoilearé. Entre los nuevos fichajes se nota que disfrutaron
PERO los personajes de
Willem Dafoe y
Monica Bellucci parecen apenas perfilados, sin acabar de aprovechar todo lo que podrían sacar de ellos (en especial de él, ya que lo de ella se puede considerar el enésimo homenaje a
La novia de Frankenstein) De hecho la inclusión de
Bellucci, actual pareja sentimental del director, no sería algo raro dentro de la filmografía de
Burton, donde ya en anteriores ocasiones incluyó a sus por entonces parejas, como por ejemplo
Lisa Marie en
Mars Attacks! o
Helena Bonham-Carter en el remake de
El planeta de los simios o
Sweeney Todd.
Sin duda la actriz
Jenna Ortega (que encarna a
Astrid Deetz, la en inicio escéptica hija de
Lydia) es la que tiene un papel mejor definido dentro de las novedades en el elenco de esta secuela. La citada intérprete coincidió con
Burton en
la serie Miércoles de Netflix, y si allí era palpable la conexión con el mundo surrealista de este director, eso se hace aún más patente en este film. De todas maneras la tremenda ilusión que puede hacer el volver por terrenos conocidos (ya desde que suenan los primeros compases de la banda sonora de
Danny Elfman) se diluyen un tanto cuando en el fondo ves que la cinta sigue la senda marcada por su predecesora, mezclando variedad de registros sin que la lógica y la coherencia ayuden mucho a que el resultado suba más allá del entretenimiento. Pero pese a cierta sensación de anárquico desmadre (que no en vano ya estaba en el film de 1988) para el recuerdo queda un irónico momento con unos influencers pegados a las pantallas de sus móviles, cuyo destino final provocó aplausos en el pase al que asistí.
CALIFICACIÓN: Entretenida (3,5/5)
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 6 de septiembre de 2024.
- Galería de posters por este enlace.