No lo puedo remediar, hay mangakas con los que casi siempre disfruto, y sin duda uno de ellos es
Jiro Taniguchi. Lo que siempre ha caracterizado a este autor sería, aparte de la variedad, la serenidad con la que acomete sus obras (al menos las que me he leído hasta el momento) que vuelve a estar presente en esta
Furari, la cual guarda ciertos parecidos con otra obra del mismo autor:
El caminante.
En este manga
Taniguchi nos ofrece una biografía parcial del cartógrafo y erudito
Tadataka Inô (1745-1818), el cual (ya jubilado) se dedica a dar largos paseos por la ciudad de
Edo en los que iba midiendo las distancias, con el propósito de intentar realizar un mapa conciso de todo
Japón en una época (finales del siglo XVII y principios del XVIII) en la que se carecía de ello. En esas caminatas "sin rumbo fijo" (que podría ser la traducción del
Furari del título) el protagonista disfruta de los ambientes, la naturaleza y las personas que se cruzan con él, e incluso tiene tiempo para deleitarse con la poesía, y la astronomía, siendo ese intenso gozo por los pequeños detalles el mayor punto de conexión con la antes citada
El caminante, si bien en aquella la contemplación era en esencia más pura, sin ningún objetivo prefijado, mientras que aqui es en pos de algo (hacer un mapa cartográfico de
Japón) que luego no sabemos si logró, porque la historia acaba justo cuando emprende su periplo para llevarlo a cabo,
aunque consultando por internet parece que lo logró tras 17 años de preciso trabajo.
De todas maneras Furari sigue siendo una obra tan recomendable de Jiro Taniguchi como cualquier otra: es una historia bonita, sensible, emotiva y pausada (todo ello entendido en el mejor sentido) en la que sin duda nos vemos sumergidos en el Japón de entonces a traves de las experiencias de nuestro protagonista y los ambientes cotidianos en los que vive, las costumbres de la gente con la que se cruza, o los hermosos paisajes en los que se recrea, todo ello con un apartado gráfico tan notable como al que nos tiene acostumbrados este autor.
Siempre me han gustado mucho las historias breves de temática fantástica con cierto toque de ambigüedad de esas que te dejan con la sensación de que podía pasarte a ti. El ejemplo más clásico y evidente sería la serie de televisión
La dimensión desconocida (The twilight zone) con episodios notables cuando no directamente magistrales, siendo ese estilo (para que os hagais una idea) lo que me he encontrado en este
3 calle de los misterios, un manga de
Shigeru Mizuki (el autor de
Kitaro,
ya reseñado por este blog)
Siete son los relatos que se incluyen en esta obra (el primero es el que le da título a este tomo, al que le siguen Al otro lado del aro, El licor de la inmortaldiad, Los remolinos de mar, Las tres calaveras, La chica del último tren y Los monstruos massmedia), siendo de diferente extensión aunque conservando en todos los casos una acertada mezcla entre la mitologia más moderna del género fantástico y las más antiguas tradiciones japonesas de fantasmas, dando como resultado unas historias donde caben desde yokais de todo tipo (sirva como ejemplo la última) hasta difuntos que vuelven de la muerte, agujeros que te llevan a otro mundo, calles que te llevan a otra dimensión o pisos inexistentes enmedio de bulliciosos centros comerciales (siendo este uno de mis preferidos al llevar el miedo a un sitio muy común en las grandes ciudades urbanas de hoy en día)
Y aunque en algunos casos pueda haber leves notas de humor (como en la historia de los gatos) el mismo no deja de ser un elemento más para completar unos relatos de esos que nos llevan a sentir una cierta inquietud hacia aquello que tenemos más cotidiano, haciendo que lo miremos desde otro punto de vista. El que haya disfrutado con Kitaro sin duda lo hará con esta recomendable obra del mismo autor.
Que duda cabe que Richard Corben es uno de los mejores autores de comic y que duda cabe que Edgar Allan Poe es un clásico de la literatura, por lo que de la unión de ambos tan solo podría salir un producto tan notable como este Los espíritus de los muertos, que adapta las (algunas famosas, otras no tanto) siguientes historias del citado autor: Solo, La ciudad en el mar, La durmiente, La cita, Berenice, Morella, Sombra, La caida de la mansión Usher, Los asesinatos de la calle Morgue, La máscara de la muerte roja, El gusano conquistador, El entierro prematuro, El cuervo y El barril de amontillado.
Estos relatos fueron publicados por
Dark Horse entre 2012 y 2015, y en mi opinión tengo que reconocer que algunos me sonaban y otros no tanto (yo descubrí a
Poe como un precedente de
Sherlock Holmes en su historia
Los asesinatos de la calle Morgue, una de las versionadas a viñetas en el presente tomo,
así como en las películas basadas en su obra llevadas a cabo por Roger Corman) pero admito haber disfrutado con todos ellos por igual gracias a la maestría de
Corben a la hora de trasladar (para disfrute del lector) esos ambientes lúgubres con entierros prematuros, locuras de todo tipo, criaturas del infierno y asesinatos impensables, tan propias de la literatura de
Edgar Allan Poe, y que son adaptadas todas ellas con mayor o menor fidelidad en la presente obra (porque alguna pequeña licencia si he detectado, lo que no es obstáculo para un notable y muy disfrutable resultado final)
Moviéndose como pez en el agua en un ambiente tan ideal a su estilo, el trabajo de Corben queda redondeado con la Arpía Mag, una especie de "presentadora" que en ocasiones interactua en el relato, y que viene a recodar al famoso Guardian de la Cripta de las historias de terror de EC o al Creepy / Eerie de las revistas homónimas, a lo que hay que sumar al final de un recopilatorio de portadas originales (también del mismo Corben) que sirven para ilustrar los relatos precedentes de una manera tan acertada que seguro que quien se acerque a la obra de Poe tras leer este comic (porque le ha interesado lo que ha visto en él) a medida que lea las obras clásicas originales sin duda que las asociará con el notable apartado gráfico del presente tomo.
Si cuando un poco más arriba, al reseñar Furari, comentaba que la serenidad era uno de los detalles más característicos de la obra de Jiro Taniguchi, eso es así porque aún no me había leído Enemigo, una de sus primeras obras, a la que le he dado ahora una oportunidad (es de esas cosas que hay por las bibliotecas y que pienso que ya tendré tiempo a leer) y con la que me he encontrado con una agradable sorpresa.
Con un claro y evidente toque al tipo de historias de acción propias de los años 80 (cuando vió la luz la presente obra) además de un evidente guiño cinematográfico que la situa por aquel entonces (en una escena se ve un cartel del film Los Cazafantasmas) en esta obra primeriza del citado Taniguchi se pueden detectar ya esos detalles tan propios de este autor si bien aún en un estado más "primario", sin pulirlos de manera tan acertada como hizo en sus trabajos posteriores, que le hicieron evolucionar como artista a lo que ahora conocemos de él.
Con un estilo gráfico muy cinematográfico, la historia es muy entretenida, centrándose en un detective japonés (aunque con claros ecos occidentales) que emprende la misión de rescate de su hermano, que ha sido secuestrado por una guerrilla que se muestra contraria a la explotación de los recursos naturales llevada a cabo por el gobierno de un imaginario pais y con la complicidad de grandes compañias interesadas en los mismos. Como es facil de imaginar, la acción está presente en casi todo momento, resultando un claro contraste al sosiego que ha desarrollado Taniguchi en las obras por las que es más conocido, si bien en este caso son los guionistas de las siglas M.A.T. los responsables de una historia que él tan solo ilustra (si bien demostrando que ya había ese talento que dejó patente, y mejoró, de forma posterior)
Si un producto es rentable, ¿no le sacarás provecho? tonto sería quien no lo hiciera, por lo que
J.K.Rowling ha decidido ampliar la saga de 7 libros de su famosa creación del joven mago
Harry Potter con una obra teatral que situa la acción 19 años después (además de ese spin-off precuela de título
Animales fantásticos y donde encontrarlos que se estrena en breve)
Lo que más me ha llamado la atención de esta obra ha sido la "situación temporal": con esto no solo me vengo a referir a que en lo que nos narran hayan varios viajes a través del tiempo, sino que en los mismos nos fechan en 1980 cuando nació
Harry Potter (a tenor de las varias fechas que se van dando a lo largo de la historia) cuando hasta el momento la saga había comenzado en 1997 en los libros y en 2001 en el cine, extendiéndose en ambos casos durante una década. Eso por tanto hace que lo que nos narra esta obra esté situado en el más actual presente (2016) por lo que resulta del todo factible que si quieren hacer película de esto,
y no piensan en una sino ya en una trilogia, se lleve a cabo cuando se agote el citado spin-off precuela en cines de
Animales fantásticos y donde encontrarlos, de la que esperan llegar hasta las cinco entregas) Pero ciñéndonos tan solo a esto... ¿merece la pena?
Aunque siempre me ha parecido entretenida en su conjunto, y con momentos puntuales muy notables (y otros magníficos) la saga literaria encuentro que se dilató de forma innecesaria, ya que daba la sensación de que todas las historias estaban narradas con un mismo patrón, algo que tan solo varió de cara a darle la puntilla ¿final? Uno esperaría que así fuera, pero esta obra de teatro nos situa donde nos dejaron tanto los siete libros como las ocho películas, y a partir de ahi narrarnos las andanzas de
Albus Potter y
Scorpius Malfoy (hijos de
Harry y
Draco respectivamente) que vivirán toda una serie de paradojas temporales al más puro estilo
Regreso al futuro 2 en un viaje que nos llevará a cruzarnos por multitud de sitios comunes y caras conocidas por los seguidores de esta franquicia.
No negaré que entretener entretiene, pero las novedades casi que brillan por su ausencia, por lo que más bien tendriamos que decir que esta obra es un regreso al mundo mágico del personaje pero no tanto su octava aventura, ya que no aporta detalles sustanciales que se puedan valorar como novedosos (más allá de que sea cuarentón y padre de familia) De hecho habría que echarle en cara la nula evolución de los personajes más clásicos de la franquicia, porque aunque sean adultos no dejan de ser una extensión de sus personalidades infantiles (lo que se hace especialmente evidente en Ron, quizás el más irritante del trio protagonista) Creo que el mundo mágico del mago de J.K.Rowling se merece algo más que jugar siempre con las mismas caras en los mismos lugares, algo que imagino que se subsanará en el antes mencionado spin-off Animales fantásticos y donde encontrarlos.
Acabo esta batería de reseñas con otro manga de Jiro Taniguchi, en este caso uno que me ha parecido especialmente emotivo en un día como el de hoy, en el que hace ya 10 años que perdí a un importante miembro de mi familia: se trata de Cielos radiantes. En ella el autor nos presenta una historia ya vista, por ejemplo, en muchas películas pero que no por ello deja de tener menos vigencia si está bien desarrollada (y aqui sin duda que lo está): una reflexión sincera sobre la reencarnación y la vida más allá de la muerte.
La obra comienza con el fatal accidente que tienen un hombre conduciendo su coche después de una titánica jornada laboral que lo ha dejado exhausto y un joven que iba en moto. Ambos son hospitalizados pero mientras que el adulto muere, el joven sobrevive... solo que no es él, sino que el espíritu del difunto se ha metido en el cuerpo del joven, en lo que pronto se dará cuenta que es una segunda oportunidad que le ofrece el destino para dejar zanjados errores con su familia de los que ahora se arrepiente.
Con el aliciente de unos personajes perfectamente delimitados y desarrollados, con los que uno empatiza desde la primera viñeta, se le puede achacar a esta obra quizás ese previsible final (porque a medida que avanza la historia el espíritu del joven pugna por volver a su cuerpo, algo que uno ya se imagina inevitable) pero eso no resta para unos notables momentos de intensidad emocional gracias a unos personajes caracterizados de forma muy sencilla y realista, que conmueven cuando hacen partícipe al lector de sus penas y alegrías (pese al elemento fantástico del intercambio de cuerpos) Sin duda alguna que este manga es una nueva muestra del talento de Jiro Taniguchi, que además sirve para darnos un poso de esperanza a aquellos que hemos perdido a un ser querido hace más o menos tiempo (como me pasa hoy contigo Ramón, que hace ya 10 años que nos dejastes, pero que ya ves que no te hemos olvidado)