El trabajo de Renée Zellweger encarnando a la malograda protagonista es sin duda alguna lo mejor de la película: la actriz se demuestra capaz de llevar a buen puerto un proyecto que en todo momento gira sobre ella, con el riesgo que ello supone de cara a aquellos espectadores a los que se le atragante esta intérprete. Nada más lejos de la realidad ya que nunca sobresale la actriz por encima del personaje (como suele ocurrir en otras ocasiones) de tal forma que en todo momento ves a Judy Garland en el ocaso de su vida, encarnada con acierto por una actriz que ya en su momento consiguió un Oscar como mejor secundaria por Cold Mountain y estuvo nominada por El diario de Bridget Jones y Chicago.
De hecho se puede decir que este biopic sería más un retrato anímico que exhaustivo de una actriz que en su juventud fue destrozada por las exigencias de un estricto Louis B.Mayer que quería presentarla como el sueño de todas las chicas de aquella época, aunque eso conllevara destruirle la infancia y la adolescencia (los flashbacks del pasado donde aparece insinuan una historia tan sórdida o más que la que nos narra este film) Aún así la película tan sólo cita fugazmente tanto a Liza Minnelli (famosa actriz e hija suya y de Vincent Minnelli) como a Mickey Rooney (joven actor con el que compartió varios títulos en el inicio de su carrera), cuando serían parte importarte en la historia de Garland.
También es justo admirar el hecho de que Judy no se decante en ningún momento por embellecer a su protagonista, de tal forma que vemos una artista que con 47 años se ha derrumbado del todo como persona, acuciada por las deudas y sus problemas con el alcohol, los barbitúricos y el insomnio. Su estrella y su fama pasaron a mejor vida en Estados Unidos, pero será en un póstumo viaje a Londres donde vivirá esos retazos de esplendor que añora, siendo especialmente emotiva la cena que comparte con una pareja homosexual, enamorada de lo que ella representa como diva, que le otorgan un momento de íntima felicidad de la que está tan carente en el resto de su vida.
Por contra es tan espléndido el trabajo de Renée Zellweger que da la sensación de que el resto de personajes que orbitan a su alrededor tan solo pueden aspirar a ser meras comparsas en este repaso de los últimos meses de Judy Garland, algo que además se reafirma con el trabajo como director de Rupert Goold, tremendamente correcto (siendo la BBC uno de los productores tiene toda esa británica formalidad que uno esperaría de ellos) pero algo frío y distante, faltándole quizás esa pasión que (por el contrario) desborda en abundancia su actriz protagonista, si bien el resultado final no deja de ser un entretenido vistazo al ocaso de una de las actrices del Hollywood clásico.
- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 31 de enero de 2020
- LO MEJOR: Sin lugar a dudas su protagonista, que lleva a cabo un trabajo sobresaliente.
- LO PEOR: La mera corrección del producto final, no tan notable como su actriz principal.