domingo, 26 de diciembre de 2021

NO MIRES ARRIBA, una sátira dilatada en exceso (crítica sin spoilers)

En la década de los setenta del pasado siglo XX se pusieron bastante de moda las películas catastróficas, en las que la tónica general era reunir un amplio elenco actoral (muchos de ellos en el ocaso de su carrera) para presentar a una serie de personajes con los que nos pedían que más o menos empatizáramos, ante la amenaza de rigor (en la que había todo tipo de opciones: aviones que se pueden estrellar, barcos que se pueden hundir, cataclismos de la naturaleza, invasiones o plagas que nos pueden asolar y un largo etcétera) Como los medios no estaban tan desarrollados, los efectos especiales eran más clásicos, de ahi que los momentos de catástrofe se concentraran en el tramo final, aunque ese género tuvo un relativo revival a finales de la década de los noventa, donde ya se podían ver desastres con mayor lujo de detalles.

La tónica habitual era que fueran de género dramático (no en vano se situaban enmedio de una catástrofe), pero bien pronto le vieron el toque chistoso, como demostró la saga de parodias que comenzó con la clásica Aterriza como puedas. Dentro de ese estilo, siempre con matices, en 1996 Tim Burton estrenó su Mars Attacks!, que tuvo que vérselas en taquilla aquel año con Independence Day (narrando ambas una invasión alienígena), en una comparativa en la que salió perdiendo, ateniéndonos a los resultados de taquilla. Pero en esencia el film de Tim Burton no dejaba de ser una parodia de dicho género, en el que un destacado elenco de actores estaban al servicio de una satírica visión de la sociedad de aquella época.

Si la imagen que ofrecíamos como colectivo entonces ya era mala, el transcurso del tiempo sólo la ha hecho peor, por lo que hoy en día somos una humanidad que se debate entre polémicas estériles a traves de unas redes sociales donde el anonimato fomenta la impunidad y la intolerancia, dirigidos por unos políticos que solamente buscan su propio provecho (sin importarles lo más mínimo unos votantes en muchos casos fanatizados por las diferentes ideologías de cada partido), mientras una sociedad cada vez más consumista y esclava tanto de la tecnología como de la imagen personal (que siempre ha de ser perfecta) idolatran a efímeras estrellas del espectáculo. Y todo eso mientras contaminamos y arrasamos la Tierra, el único planeta que tenemos para vivir, con un cambio climático que es el origen de esa multitud de fenómenos atmosféricos extremos y devastadores que se están viviendo en los últimos tiempos por todo el mundo.

Dentro de esa vertiente negativa ante como es la humanidad, y lo que esperar de ella, se centra esta película titulada No mires arriba, en la que se da una visión tan agorera de lo que representamos que merecemos nuestra más que probable extinción. Enfocada desde un punto de vista satírico, este film se centra en dos científicos que descubrirán un meteorito que tiene trayectoria de colisión directa con la Tierra, y que por sus dimensiones podría provocar una extinción como la de los dinosaurios, pero ahora para la humanidad. Lo que tendría que ser una alarma a nivel mundial provoca un desinterés inicial (más preocupados por trivialidades) y una manipuladora incompetencia posterior (donde prima el futuro electoral y personal) que tiene su puntilla con el materialismo subsiguiente (intentando sacar un beneficio económico de la amenaza que se avecina), llevando a un final tan delirante como coherente a tenor de todo lo que le antecede.

Con una premisa argumental tan interesante (no es extraño ver en ella una equivalencia a toda la problemática derivada por el cambio climático), esta película tenía la ventaja de su destacable elenco actoral (con Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence de protagonistas, secundados por Meryl Streep, Jonah Hill, Mark Rylance, Tyler Perry, Timothée Chalamet, Ron Perlman y Cate Blanchett entre otros) por lo que podía haber sido todo un referente. Incluso Netflix la preestrenó en algunos cines el 10 de diciembre, antes de que se estrenara en la citada plataforma el 24 del mismo mes, con el objetivo puesto en la próxima temporada de premios. Pero su mayor error es su excesivo metraje, superior a las dos horas (incluidas dos escenas entre y poscréditos), con algunos momentos intrascendentes o reiterativos, cuando no directamente descartables, lo que hubiera agilizado el (tan solo) correcto resultado final.

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jueves, 23 de diciembre de 2021

LA TUMBA DE BATMAN / ESTA FARMACIA NECESITA RECETA / BATMAN: DÍAS FRÍOS / LA CIENCIA DE LA CIENCIA-FICCIÓN (reseñas)

LA TUMBA DE BATMAN

Aunque lo más seguro es que tarde o temprano tenga una edición en tomo, en mi caso he tenido la suerte de poder leerme de la biblioteca los doce comics en grapa que componen La tumba de Batman, una serie limitada fuera de continuidad con guión de Warren Ellis y apartado gráfico de Bryan Hitch. Lo primero que es justo alabar de ella sería su tono, mucho más cinematográfico que propio de las viñetas, hasta el punto de que en no pocos momentos uno lo ve como el hipotético story-board de una próxima película o serie. A eso cabría añadirle una buena ración de acción muy espectacular (y bastante bien desarrollada), que incrementa justo lo antes citado, si bien eso hace que algunos números los leas en un soplo, con lo cual es más disfrutable la lectura global que lo que debió ser esperar mes a mes a cada nueva entrega. 

Más allá de la progresiva investigación que lleva a cabo Batman en la historia aqui planteada (intentando meterse en la mente del asesino para discernir cual será su siguiente movimiento), sin duda alguna el secundario más destacado sería Alfred Pennyworth (que Hitch en algunos momentos lo dibuja recordando al mítico actor David Niven), cuyas réplicas y comentarios se convierten en lo más llamativo de esta serie, mostrando muy bien su relación con Bruce Wayne y su alter-ego. Eso si, de los personajes habituales en el universo del Caballero Oscuro los únicos que aparecen sería el citado Alfred y el comisario Gordon, brillando por su ausencia cualquier otro miembro de la Bat-familia, supongo que como facilidad a los lectores que no estén al tanto de la continuidad oficial.

ESTA FARMACIA NECESITA RECETA

Este año 2021 empezó (en cuanto a lecturas de biblioteca para un servidor) con, entre otros, el comic Esta farmacia es una cruz (reseñado por este enlace), y da la casualidad que una de las últimas lecturas del citado año es lo que podriamos denominar como su secuela, que lleva por título Esta farmacia necesita receta (el cual ha llegado a la biblioteca apenas un mes después de salir a la venta) Lo que comenté en su día para la anterior entrega es perfectamente válido para esta, donde se continúan mostrando las muchas y variadas anécdotas de la profesión farmacéutica, en este caso con Remedios (la que era novata en la anterior entrega) y Antonia (la veterana) mostrándole la cara más amable (y la menos) a Dolores, la nueva estudiante en prácticas, la cual pronto generará sus propias anécdotas. Un comic divertido y muy entretenido con el que se puede ver a los trabajadores de farmacia desde otro punto de vista...

  • Esta farmacia necesita receta, ficha técnica por este enlace y ficha de la biblioteca pendiente de activar.

BATMAN: DÍAS FRÍOS (edición deluxe limitada en blanco y negro)

Al igual que me pasó hace unos meses con Batman: Caballero Blanco, me he leído de la biblioteca el tomo Batman: Días frios en una bastante adecuada edición en blanco y negro, aunque los comics que incluye ya tuvieron edición en color (de hecho el crossover con Elmer Fudd de los Looney Tunes ya lo tenía porque venía en el tomo Batman: Yo soy Gotham del coleccionable de Salvat titulado Héroes y villanos) El material que incluye este volumen comienza con el Annual 2 de enero del 2018, centrado en la siempre perenne tensión sexual entre el Caballero Oscuro y Catwoman, que personalmente me gustó mucho, por todo el periodo temporal que abarca. 

Después está incluido el arco argumental en tres partes (números 51 al 53) que da título al presente tomo, centrado en un Bruce Wayne que ha de ejercer como jurado en un caso contra Mister Frío donde igual las cosas no son como parecen en inicio. Le sigue el nº 67, un comic casi sin texto centrado en la frenética persecución de Batman contra un sospechoso, para acabar con el antes citado con Elmer Fudd, en una buena antología introspectiva del Caballero Oscuro que sin duda (algo más evidente en una edición como esta en blanco y negro) destaca por su notable apartado gráfico, que la convierte en una lectura altamente satisfactoria para disfrutar con la esencia de este personaje.

LA CIENCIA DE LA CIENCIA-FICCIÓN

No hay nada que guste más que disfrutar con una buena película, y en el género de la ciencia-ficción la variedad de títulos y estilos es simplemente aplastante, porque existen multitud de variantes para todo tipo de gustos. Cuando disfrutamos (o no) con algún film de ese tipo puede ocurrir que se nos presenten detalles o características que la mayoría de espectadores tan solo asume como algo más inherente al argumento, pero que un experto nos puede demostrar lo inviable de lo mismo si lo trasladamos del mundo de ficción donde acontece hasta nuestra realidad.

De una forma tan didáctica como tremendamente entretenida, los autores de este libro (Manuel Moreno Lupiáñez y Jordi José Pont) nos detallan y demuestran lo inviable o poco creible que hay en una multitud de títulos fantásticos y de ciencia-ficción, que pueden ir desde clásicos de hace décadas hasta títulos bastante más recientes. En muchos casos los autores indican como podía haberse representado con coherencia lo planteado (siempre que hubiese sido posible)... aunque tiene el handicap que podría no haber sido igual de espectacular luego en la pantalla.

Repleto de curiosidades, La ciencia de la ciencia-ficción hace un acertado repaso a sagas galacticas como las de Star Wars o Star Trek, a clásicos como por ejemplo el 2001 de Kubrick o El increible hombre menguante (y sus derivados), a criaturas tan míticas como Godzilla o King Kong, así como también unos cuantos de los superhéroes surgidos tanto de Marvel como DC (los más populares), pasando por films como Total Recall, Solaris, Interstellar, Avatar y muchos otros, que seguramente revisaremos con otros ojos tras leer este entretenido libro.

martes, 21 de diciembre de 2021

MATRIX RESURRECTIONS, una parcial decepción (crítica sin spoilers)

Aunque en 1999 se continuó la saga Star Wars con el estreno de La Amenaza fantasma, la primera de sus precuelas tras el parón desde que en 1983 llegara El retorno del Jedi, no consiguió desbancar al merecido éxito que tuvo la película Matrix, ofuscando a la franquicia creada por George Lucas incluso en la temporada de premios de aquel año (4 Oscar para Matrix frente a 0 para el Episodio I de la citada saga galáctica) Tal fue la repercusión que en 2003, apenas cuatro años después de la primera entrega, llegaron sus dos secuelas necesarias para hacerla trilogia, que se estrenaron con pocos meses de diferencia entre si (Matrix Reloaded llegó en la temporada veraniega mientras que Matrix Revolutions lo hizo en la navideña)

Pese a que se generó un buen montón de material complementario a las películas en otros medios como animación, videojuegos, comic, etc. se puede afirmar que la saga quedaba cerrada en la trilogia inicial... hasta ahora. Los (en origen) hermanos Wachowski, que ahora son hermanas, probaron suerte con multitud de proyectos desde su éxito con Matrix, pero ninguno logró el éxito de crítica y público de la película de 1999, por lo que Lana Wachowski (en solitario, sin la colaboración de su hermana Lilly, con quien creó esta emblemática franquicia) se ha embarcado como directora en esta cuarta parte, que bajo el título de Matrix Resurrections se estrena 18 años después de lo que, en un principio, se pensaba que era una trilogia cerrada. ¿Cual ha sido el resultado final? ¿Merece la pena?

Cabe indicar que cuando un pase de prensa es pocas horas previo al estreno de la película puede ser por dos razones: la primera es que no quieren que se desvelen de ninguna manera sus sorpresas, y la segunda (bastante más probable) porque están tan inseguros de como responderá la crítica (aunque eso poco haya importado al público en general, que es al final quien decide) que prefieren no mostrarla hasta el último momento. En el caso de esta Matrix Resurrections estamos ante algo de lo primero (su campaña de promoción no ha sido tan reveladora como la de otros estrenos, lo cual se agradece) y bastante de lo segundo, ya que la jugada realizada por Warner para los citados pases previos me recordó a la llevada a cabo con Batman v Superman: El amanecer de la justicia, que no acabó de convencer a los espectadores ni tampoco gozó del beneplácito de los críticos, pese a sus altas expectativas.

En mi caso tengo que admitir que lo mucho que me gustó la primera entrega de 1999 (que fue la que consiguió un mayor impacto en todos los sentidos) no se trasladó a sus secuelas (que más o menos se me hicieron tan solo entretenidas), y esta cuarta tampoco ha sido una excepción, al intentar pasar por trascendente algo más realizado a la desesperada en busca del éxito perdido (como demuestran sus múltiples referencias a las entregas que la anteceden) Y es una lástima porque el tramo inicial es sin duda el mejor de esta tardía secuela, ya que juega a la metaficción consigo misma de forma bastante atractiva, incluso parodiando su propia existencia (algo que se repite en la insustancial escena tras los títulos de crédito, otro relativo chiste sobre si misma) Hasta en ese "juego" entre ficción y realidad por el que transita se atreve a incluir una acertada referencia a la Alicia de Lewis Carroll en lo referente a la utilidad de los espejos.

Aunque se ha rescatado a la pareja protagonista junto con la mitad de las Wachowski que llevaron a cabo los anteriores films, se ha cometido el fallo de no incluir de nuevo a secundarios tan emblemáticos como Laurence Fishburne o Hugo Weaving, porque ellos también hicieron emblemáticos a sus respectivos personajes, con lo que ponerles ahora otra cara es una justificación muy pueril, ya que nunca acaba de funcionar. Asimismo el Neo de Keanu Reeves parece ser una versión más cansada y cínica de si mismo con el aspecto con el que el actor ha hecho popular a otra saga como es la de John Wick, siendo algo dificil el poder encajarlo aqui. Visualmente tampoco es que sea especialmente innovadora cuando transita por terrenos conocidos, pero he de admitir que tiene sus momentos, como el convincente asedio final (con el duo protagonista escapando en moto), que me recordó en su esencia a La invasión de los ultracuerpos.

EN CONCLUSIÓN esta Matrix Resurrections es un claro ejemplo de búsqueda desesperada de un éxito pretérito, que plantea detalles interesantes e irónicos en su primer tramo, pero que se vuelve demasiado complaciente cuando deriva a terrenos más usuales en esta saga, siendo demasiado dependiente del pasado que la precede. Con detalles que en algunos casos funcionan pero que en otros resultan exasperantes, logicamente el panorama futuro queda abierto por si al final esta cuarta entrega funciona en taquilla, si bien no creo que estén muy convencidos sus responsables, no sólo por lo antes citado de su pase de prensa a pocas horas de su llegada a los cines, sino por el hecho de haber retrasado su estreno para no coincidir con el de Spider-Man no way home, a lo que sumar lo mal que le ha ido en general a Warner su política de estrenos compartidos con HBO Max en esta época pandémica en la que estamos.
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lunes, 20 de diciembre de 2021

WEST SIDE STORY (2021) de STEVEN SPIELBERG, crítica sin spoilers

Hay historias universales, y una de ellas es sin duda la de los amantes de Verona, la inmortal pareja formada por Romeo y Julieta. Quien más o quien menos, entre los que me incluyo, habrá visto alguna de las innumerables adaptaciones del famoso relato en todo tipo de formatos y formas, pero si hay una versión emblemática es la de West Side Story, que tiene el mérito de haber sido durante mucho tiempo la segunda cinta que más premios Oscar había conseguido (10, entre ellos los de mejor película y mejor director), antes de que los 11 de Titanic y El Señor de los Anillos: El retorno del rey, empatadas con Ben-Hur, la desplazaran hasta la cuarta posición. 
 
Pese a ello tengo que admitir que la tenía pendiente de ver, hasta que pocos días antes de acudir a ver la nueva versión de Steven Spielberg la emitieron en un canal televisivo local y me decidí por ella. Ante tan altas expectativas tengo que admitir que en principio me costó un poco "entrar" en el West Side Story de 1961, ya que en esencia la historia es sencilla pero los números musicales ralentizaban un poco el ritmo y desarrollo de la misma. Eso cambió cuando asistí a los temas más populares de esta obra: María, Tonight y América, con los que enseguida se me hizo más accesible, así como asimilar el evidente trasfondo social en lo que vendría a ser una alegoría de temas tan candentes en la actualidad (xenofobia, racismo, trato hacia los inmigrantes, etc.) como hace seis décadas, cuando la película original se estrenó en cines.
 
Y es que no voy a negar que la clásica historia de amor entre Romeo y Julieta es en esencia bastante sencilla como para que el resultado final esté sobre las dos horas y media de metraje (tanto en la versión de Robert Wise de 1961 como en la de Steven Spielberg de 2021), siendo esa una de mis reticencias hacia el primer visionado de la clásica, pero algo ya asumido de cara a su remake. Porque su argumento es tan sencillo como trasladar a las familias Montesco y Capuleto de la Verona italiana donde las situó William Shakespeare al Manhattan de mediados del siglo XX, transformándolas en dos bandas rivales de pandilleros (los Jets y los Sharks) Los jóvenes Tony y María, cada uno con afiliaciones a uno de esos dos bandos enfrentados, se conocerán y enamorarán, intentando desarrollar su historia de amor en un ambiente claramente hostil, en donde los acontecimientos no les ayudarán precisamente a ello. 
 
Sin nadie restarle méritos hacia la huella que el film de 1961 dejó en la historia del cine, se antojaba un poco arriesgado que Steven Spielberg decidiera dirigir su primer musical haciendo un remake literal de la obra original, lo que en un principio me llevó a recordarme de una operación similar que llevó a cabo Gus Van Sant en 1998 con su versión de Psicosis fotocopiada de la de Hitchcock de 1960. Pero lejos de aquel ejemplo con mejores intenciones que buenos resultados, en este caso Spielberg también tiene sus mejores intenciones con la obra primigenia, y consigue plasmarlas con adecuados resultados, demostrando aquello de que "la veteranía es un grado", y que con 75 años (desde el pasado 18 de diciembre) es un director lo suficientemente versatil como para permitirse hacer el remake de todo un clásico, después de haber tocado a lo largo de su carrera casi todos los géneros, y encima hacerlo de forma destacable.

Al tener yo tan reciente el visionado de la película de 1961 y de esta nueva versión de 2021 se me hizo más patente que, lejos de ser un mero duplicado sin entidad propia, Spielberg actualiza conceptos e ideas pero sin que los mismos lleguen a ensombrecer el tono clásico de la historia, que se sigue manteniendo. Entre esas novedades está un elenco más acorde a la etnia de los personajes que tienen que interpretar (algunos dirán que más "politicamente correcto"), permitiéndose además que en ciertos momentos se expresen en español (en la versión original) como evidente detalle de su procedencia (serían originarios de Puerto Rico) Como guiño hacia el film de 1961 se ha cambiado el personaje de Doc (interpretado allí por Ned Glass) por el de Valentina, interpretado aqui por una vibrante Rita Moreno que ya estuvo en la versión original, entonces encarnando al personaje de Anita.

Del reparto de este remake el nombre más conocido sería el de Ansel Elgort, a quien descubrí por su papel protagonista en Baby Driver, pero la sorpresa creo que es en femenino y por partida doble: la debutante Rachel Zegler encarnando a la protagonista María, y Ariana DeBose dando vida a Anita consiguen destacar sobre un bastante adecuado elenco: la primera enamorando al público y la segunda insuflando toda la fuerza y energía que requiere su personaje. EN CONCLUSIÓN estamos ante un remake que, respetando la obra original, la moderniza en ciertos detalles pero manteniendo su clasicismo, al mismo tiempo que confirma que Spielberg tiene la suficiente veteranía para atreverse con el género que le de la gana (aunque ya el Anything goes que cantaba Kate Capshaw al inicio de Indiana Jones y el templo maldito dejaba ver que podía manejarse con los musicales, y que sólo era cuestión de tiempo)
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miércoles, 15 de diciembre de 2021

SPIDER-MAN: NO WAY HOME, lo deseado aqui está (crítica sin más spoilers que los de la propia campaña de promoción de la película)

La tercera aventura arácnida de Tom Holland encarnando al superhéroe Spider-Man se ha convertido en uno de los títulos más esperados de los últimos tiempos, al "jugar" con las opciones del multiverso que se introducia en la serie Loki y de las que seguro que sacarán más de cara al futuro del universo cinematográfico, y supongo que también televisivo, de Marvel (de hecho la segunda película dedicada al Doctor Extraño que se estrenará en 2022, Doctor Strange in the Multiverse of Madness, derivará de lo que aqui sucede a tenor de lo que se insinúa, aumentando las ganas de verla)

Tal y como acabó la anterior entrega, uno estaba intrigado de como resolverían el hecho de que se desvelara la identidad secreta de Spider-Man como Peter Parker. Eso se justifica con la inclusión del Doctor Extraño, al que acudirá cuando se vea sobrepasado por la situación de que sea por todos conocida su identidad. Pero la ayuda tendrá sus consecuencias, ya que el multiverso traerá a varios villanos de realidades alternativas: el Duende Verde, el Doctor Octopus y el Hombre de Arena (de la trilogia inicial dirigida por Raimi) y el Lagarto y Electro (de las dos películas de The Amazing Spider-Man con Andrew Garfield y Emma Stone) Decir esto hasta aqui no desvela nada nuevo que la misma promoción del film no hubiera mostrado, pero la duda estaba en si el resto merecería la pena.

¿Respuesta breve? Spider-Man No way home es, con un buen margen de diferencia, el mejor producto Marvel que se nos ha presentado este año (teniendo en cuenta que en cines ha estado Viuda Negra, Shang-Chi, Eternals y esta, mientras que en televisión se ha ofrecido Wandavision, Falcon y el Soldado de Invierno, Loki, What If y la aún en curso Ojo de Halcón) Es curioso que yo llegue a afirmar algo tan rotundamente cuando he sido el primero en no estar del todo conforme con la manera en que se introdujo al arácnido en el Universo Cinematográfico Marvel (las dos primeras entregas con el actor Tom Holland en el papel protagonista han sido las que menos me han gustado de todas las películas de Spider-Man que había hasta la fecha, sobretodo por el excesivo lastre moral que le dieron respecto a un Iron Man que casi cumplía las funciones del canónico Tío Ben... sin por ello negar que ambas son dos cintas bastante entretenidas) 

Los más críticos pueden achacarle a esta película ser una mera concesión hacia los fans, pero son sin duda ellos los que más lo agradecerán, tanto si conocen al personaje sólo por las cintas previas, también por los comics o, como en mi caso, si las películas me sirvieron para descubrir el mundo de las viñetas. Bajo mi punto de vista tengo que admitir que he quedado convencido de una forma más satisfactoria de lo que yo mismo esperaba, ya que a veces se tiene la sensación de que las revisiones en el cine de superhéroes hacen que las versiones previas queden descartadas como si nunca hubieran existido, y cuando Spider-Man entró en el MCU y luego con sus dos películas propias, más su presencia en otros títulos de Marvel; nada de eso logró hacerme olvidar la trilogia original de Sam Raimi o las dos de Amazing, donde sin duda tuvimos a la mejor Gwen Stacy que los fans hubieran deseado. 

La rumorología previa al estreno de esta cinta se desbordó cuando se nombró el multiverso, y se descubrieron los villanos que aparecen aqui, con teorias sobre la presencia de los arácnidos previos (Tobey Maguire y Andrew Garfield), e incluso con cameos tanto de cierto personaje cuya serie ha dejado muy buen recuerdo como de cierto villano emblemático de Spider-Man (pero que hasta ahora ha vivido una vida "paralela" en pantalla) ¿Cuanto de todo esto es verdad? Logicamente ni afirmo ni desmiento nada porque todos mereceis verlo por vosotros mismos en una sala de cine, y es que la premisa argumental que he citado en el segundo párrafo de esta crítica vendría a ser más o menos la primera media hora de película, quedando por delante otras dos donde las suposiciones se pueden convertir en certezas... o en mayores sorpresas (incluyendo las dos escenas finales, una entre los créditos y otra al final de los mismos)

No way home está construida, como ya he indicado, para satisfacer a los fans PERO no son concesiones gratuitas, sino que la historia sabe dosificarlas de forma acertada y coherente, brillando (más allá de las sorpresas sobre si aparece tal o cual personaje) en unos destacables diálogos donde son tantos los detalles y los guiños que uno no puede menos que alabar a sus responsables, que han dotado de una maravillosa interacción entre si a todos los implicados, abriéndose además un futuro prometedor para el Parker de Holland. Lo más negativo que se puede decir serian algunos momentos más débiles (no en vano son 148 minutos, con lo cual es comprensible), como por ejemplo el uso de los villanos antes citados, con dos de ellos cuya presencia sería poco más que testimonial (aunque hay otros personajes con los que sucede lo mismo, como Jameson) Pero EN CONCLUSIÓN este film es el mejor del personaje en acción real hasta el momento.

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