Todo llega, y tras mencionar que estaba en cola de espera para el comic Sherlock Frankenstein y la legión del mal, por fin he podido leer este spin-off de Black Hammer que me ha resultado una fantástica sorpresa, no solo por reforzar lo que sería la "serie-madre" sino por lo mucho (y bien) que amplía el universo planteado por su creador, Jeff Lemire, ayudado aqui por un gran y portentoso David Rubín, cuyo apartado gráfico es soberbio. Ahora que bueno, supongo que en esta opinión mía no soy del todo imparcial, porque como fan del popular Sherlock Holmes, era de suponer que este personaje tendría algo de él más allá de tan solo el nombre, y ahi admito que no me he equivocado.
Si en Black Hammer nos presentaron a unos antiguos superhéroes que se ven "anclados" en un remoto pueblo de la América profunda tras una batalla épica, este spin-off se centra en la hija del citado Black Hammer, que intentando ahondar en el pasado de su padre desaparecido no se creerá la versión oficial de su muerte e intentará recabar pistas a partir de sus villanos.
Ahí es donde entra Sherlock Frankenstein, y si hasta ahora esta serie se había caracterizado por sus más que evidentes "parecidos razonables" hacia Marvel o DC tal y como estaban planteados sus personajes (aunque logrando dotarlos de una entidad propia, sin parecer meros clones), en este caso damos una vuelta por su catálogo de villanos, en el que además de las evidentes referencias a Lovecraft, el más principal sería el que da nombre a la obra. Y ahi es donde radica la genialidad de su gestación, porque mezclando los icónicos personajes de Arthur Conan Doyle y Mary Shelley (u otros surgidos del de la última, como por ejemplo Igor) se logra dar entidad a un villano (siempre debido a las circunstancias, en su origen en el último capítulo lo deja bien claro) que bien podría considerarse en inicio como una variante de la también clásica némesis de Holmes (el profesor James Moriarty), pero cuyas "capacidades" acaban haciendo de él una mezcla entre Lex Luthor y Mr.Freeze en el mundo de superhéroes planteado aqui.
Como ya mencioné en su momento, en el tomo 2 de Black Hammer no estaba incluido el número 12 ya que el mismo servía como prólogo a esta miniserie de cuatro entregas, en una decisión editorial que una vez leida aqui se comprende, por que ayuda a dar entidad propia a este spin-off hasta el punto de que el mismo bien podría haber sido un arco argumental de la serie original. De hecho aunque el hipotético lector aún no haya leido nada de Black Hammer, la inclusión como prólogo del citado número ya le ofrece toda la información necesaria al neófito para situarse en este universo de superhéroes gestado por Jeff Lemire. Y si a una historia tan redonda le añadimos un apartado gráfico como el que aqui nos ofrece David Rubín, meros adjetivos como "portentoso" o "excelente" pueden no acabar de abarcar los magníficos resultados que en este comic nos ofrece dicho dibujante gallego.
- Ficha editorial por este enlace, ficha de la biblioteca por este otro.
Hace unos meses me leí las cuatro primeras entregas de Conan el asesino que tenían en la biblioteca, en una edición en formato grapa (el cual suele ser bastante excepcional de que lo tengan, por su evidente y mayor desgaste por el uso que los tomos) En origen eran números dobles y la intención era que la colección la formaran 12, pero al final la cabecera se acortó y las entregas 5 y 6 que me he leído concluyen la serie, como ya se indica en esta última.
Si en origen iban a ser 25 números pero Dark Horse lo finiquitó en 12 (que en su edición de aqui en España, a razón de 2 por número equivale a las seis entregas mencionadas) lo que en su momento dije del inicio de esta aventura puede ser equiparable a lo que me ha dado esta conclusión, ya que de nuevo se nota un cierto abuso de los textos de apoyo (cuando el dibujo es descriptivo por si mismo) En el apartado gráfico sigue destacando la destacable labor de Sergio Dávila, sobretodo cuando para el último número lo sustituyen por otro dibujante, que realiza un trabajo correcto pero claramente inferior, con un final un tanto abrupto.
- Ficha técnica (de la serie) por este enlace, ficha de la biblioteca por este otro.
Y ya que estamos con Conan nos vamos con una tocaya suya: Red Sonja. En un caso similar al del cimmerio en ese comic donde también llegaba a la actualidad, en esta historia la popular contrapartida femenina de Conan se ve trasladada al Nueva York del siglo XXI por culpa de su archienemigo Kulan Gath, el cual también viaja en el tiempo pero llegando un siglo antes que la Diablesa, lo que le permite crearse un imperio financiero con el que intentar conquistar el poder del mundo. Como es evidente, lo más interesante de este comic radica en el hecho de tener a un personaje protagonista como este fuera de su ambiente habitual, lo que dará pie a todos los tópicos usuales en relatos de este estilo, pese a lo cual el resultado final es bastante entretenido y ameno.
Pese a que pueda parecer una historia cerrada (digamos que con dicha premisa argumental la cosa no puede dar para mucho), el presente tomo recoge los seis primeros números de la serie americana editados allí por Dynamite, dejando por tanto un final que te deja con las ganas de saber más sobre como se desarrollan las andanzas de este personaje en nuestra actualidad. Y es que aunque la historia de Amy Chu puede transitar por los ya citados lugares comunes a la hora de situar a un personaje muy característico fuera de su entorno, el desarrollo resulta tremendamente atractivo, a lo que también influye mucho la destacable labor gráfica de Carlos Gómez, dotando a este comic de un estilo muy dinámico y fluido, si bien en algunas páginas del cuarto número es sustituido por el brasileño Marcio Fiorito. Este volumen 1 se completa en sus extras con las portadas originales de autores como Nick Bradshaw, Brandon Peterson, J. Scott Campbell, Giuseppe Camuncoli, Mike McKone, Jonboy Meyers, Jason Meents, Ben Caldwell, Mel Rubi, Charles Paul Wilson o Carlos E. Gómez.
- Ficha técnica por este enlace, ficha de la biblioteca por este otro.