jueves, 24 de enero de 2019

ÁNGULO MUERTO: ANTOLOGÍA DE COMIC DE TERROR y LA PREGUNTA Y LA RESPUESTA: CHAOS WALKING 2 (reseñas)

El (evidente) problema de toda recopilación, sea del tema que sea, es que si son historias de diferentes autores resulta bastante imposible que todas gusten por un igual, si bien el estilo general puede ser el adecuado y entonces convencer en su conjunto. Eso sería lo que me ha pasado con Ángulo muerto: Antología de comic de terror, un manga por el que me decanté no solo por la temática sino por incluir a dos autores que dentro de la misma me resultan muy atractivos: Junji Ito y Hideshi Hino.

Serían justo los dos mencionados los más conocidos, ya que del resto no recuerdo haber leído (aún) nada, lo cual no es obstáculo para ofrecerles una oportunidad que en algunos casos unos aprovechan mejor que otros. Este tomo lo conforman nueve historias en las que predominan más el elemento inquietante que el susto facil, lo cual siempre es de agradecer en un género donde uno ya ha visto (y leído) casi de todo. De todos ellos el más extenso sería el de Mujeres en la oscuridad, el cual estaría dividido en tres historias breves pero relacionadas.

Pese a los diferentes estilos que se combinan en esta recopilación, el resultado global resulta consistente y acertado a nivel gráfico, variando luego el mayor o menor interés que provoca cada relato. Eso si, nadie le niega que este tomo empieza a lo grande con una adaptación de la clásica Blancanieves llevada a cabo por un Junji Ito muy inspirado que sabe coger esos elementos más conocidos del cuento clásico para llevarlos a su terreno, con un notable resultado. Otro tanto se puede decir de la historia que plantea Hideshi Hino (Una leyenda del circo) aunque la que más me sorprendió (evidente siendo en mi caso usuario habitual) fue la de El ratón de biblioteca, donde una nueva bibliotecaria empezará a tener curiosidad por un fantasma que se aparece en la misma, con un inesperado giro final con el cual pagará cara su indiscrección. En cuanto a las demás el tono general sería muy bueno, habiendo algunas que incluso te dejan con las ganas de más, siendo este volumen recopilatorio un evidente abanico de estilos dentro del género para que luego el neófito se decante por el que más le guste.
Si hace poco reseñaba por aqui la primera entrega de la trilogia Chaos walking de Patrick Ness (el autor de la popular Un monstruo viene a verme), he tardado bien poco en poder realizar lo mismo con su secuela que lleva por título La pregunta y la respuesta. Aunque haré un esfuerzo e intentaré desvelar la mínima información, resulta evidente que a partir de ahora puede haber algún que otro spoiler tanto de la primera entrega como de la presente, pero siempre intentado mantener oculto lo esencial para que lo pueda disfrutar cualquier hipotético lector.

Tras lo ocurrido en El cuchillo en la mano, los dos protagonistas llegan a lo que pensaban que sería su salvación para encontrarse de morros con el peor de sus problemas, y caer en manos de su enemigo común el alcalde Prentiss, el cual no duda en separarlos, mandando a Todd bajo la supervisión de su propio hijo (Davy) mientras que Viola es enviada a un Sanatorio para que aprenda a ejercer como aprendiz de sanadora. Esa forzosa separación les llevará por diferentes derroteros hasta finalmente situarlos en bandos opuestos.

Si la primera entrega de esta trilogia me pareció una muy entretenida distopia, en la que se combinaban elementos propios de ese estilo con otros como el colonialismo, el western o los fanatismos religiosos, en esta secuela el autor enriquece más la historia (si bien desarrollandola con un ritmo más lento al de la primera entrega), tocando temas tan interesantes como el terrorismo, el genocidio y el feminismo. El alcalde Prentiss es un villano que en ocasiones me recordó al Palpatine de la saga Star Wars, sobretodo en el tramo final de esta secuela cuando el Ruido (esa capacidad de escuchar los pensamientos de otra persona) es usado por dicho personaje cual si fuera un equivalente a la Fuerza de esa popular franquicia galáctica. Aqui también se plantean dudas a traves de los personajes sobre los métodos para conseguir tus ideales, representados en los dos bandos que dan título a esta secuela, finalizando en el interesante momento en que los zulaques, los aliens oriundos del planeta donde están, empiezan su masiva contraofensiva contra el invasor humano.

martes, 22 de enero de 2019

CREED 2: LA LEYENDA DE ROCKY, secuela correcta (crítica sin spoilers)

Cuando fuí a ver Creed me llegué a preguntar si su condición de secuela, remake, spin-off y reboot haría que una hipotética continuación pasará por los mismos terrenos de la saga original (o sea, haciendo ahora una variante a Rocky 2) pero tengo que reconocer que me sorprendió cuando me enteré de que se hacía un salto cuantitativo, y es que Creed 2 (que ya sería la octava película de la saga Rocky) sería en si una secuela de Rocky 4. En aquel film se hacía toda una oda a los Estados Unidos en las postrimerias de la Guerra Fría, en el cual Rocky Balboa (papel siempre a cargo de Sylvester Stallone) combatía contra Ivan Drago (Dolph Lundgren), este en representación de la Unión Soviética, funcionando no solo como una exaltación patriótica sino por la revancha de Rocky contra el mencionado Drago, que en un combate previo había matado al boxeador Apollo Creed (Carl Weathers), inicial rival y posterior amigo de Balboa.

Si en la anterior entrega era el hijo de su amigo quien le pedía que le entrenara, en esta tanto uno como otro se verán en un combate con mimbres mucho más personales: Adonis Creed se enfrentará a Viktor Drago, el hijo del responsable de la muerte de su padre en el ring, lo que volverá a reunir el destino de los contrincantes de Rocky 4, ahora como entrenadores del hijo de su amigo y del suyo propio. Y con eso ya tenemos esta secuela, que mantiene el mismo subtítulo de la anterior.

Pero si tan solo fuera eso (aunque en si SÓLO es eso) la película resultante duraría poco más de 90 minutos, que de hecho sería lo que dura la cuarta entrega de esta franquicia que he citado antes. Pero aqui le ocurre como a su predecesora y se superan sin necesidad las dos horas de metraje, cuando tanto su esquema como su estructura son bastante predecibles no sólo teniendo en cuenta la saga de la que nace sino también el desarrollo de la misma. Pese a ello en este caso la historia juega sobre seguro, ya que (sea mejor o peor, eso va según los gustos de cada uno) la cuarta entrega de Rocky sería una de sus secuelas más recordadas, aunque sólo sea por los excesos patrióticos que se mascan en su desarrollo o por tener al contrincante más emblemático contra los que ha peleado Balboa, sirviendo como ejemplo del cine que había en esos años ochenta del pasado siglo, ahora tan recordados con cariño y nostalgia.

El problema, como he indicado antes, es rellenar todo lo que no tiene que ver con el boxeo con los problemas familiares de los dos personajes principales (Adonis Creed y Rocky Balboa), los cuales en muchos momentos sirven para desarrollar a los personajes, sobretodo en el caso del primero, de nuevo encarnado con solvencia por parte de Michael B.Jordan. Pero en muchos otros ofrecen una información del todo prescindible o extienden algunas situaciones que no daban para tanto, lo que se hace más evidente con el personaje de Stallone, más que nada porque esta es ya la octava película donde seguimos sus andanzas y algunos detalles resultan más bien repetitivos. Eso si, resulta innegable lo bien que le han sentado los años a Dolph Lundgren, que vuelve aqui a uno de sus personajes más populares sustituyendo lo lacónico de su versión de 1985 por un contrincante crepuscular que busca recuperar el mérito y el prestigio perdidos tras lo narrado en Rocky 4.

Tengo que admitir que resulta emblemática la primera escena en la que se cruzan los personajes de Stallone y Lundgren, pese a que quizás hubiera hecho falta una final en un estilo similar teniendo en cuenta como en su último tramo ocurre eso que previsiblemente todo el mundo espera (aunque insisto en la sorpresa que da Lundgren como actor teniendo en cuenta sus antecedentes con Ivan Drago, ya que lo de Stallone circula por terrenos conocidos) Pero lo mismo que la sexta entrega de la saga significó el final del ciclo sobre el ring de su protagonista, y más de uno pensó que el final de la franquicia, esta octava entrega (y segunda del spin-off) cierra de una manera acertada el ciclo de Adonis Creed, por lo que más allá de lo justificado que esté según su recaudación, resulta ahora mismo bastante innecesario pensar en un hipotético Creed 3 que no tendría mayor justificación que una reiteración por unos derroteros previsibles.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 25 de enero de 2019
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: Teniendo en cuenta la saga de la que parte resulta un buen entretenimiento que convencerá a los fans de la misma (con la sorpresa de un Lundgren mejor como rival crepuscular que en su lacónica presentación hace más de tres décadas)
  • LO PEOR: Resulta previsible en su misma concepción (es evidente desde el inicio por donde circulará la historia) a lo que añadir una inncesaria dilatación por encima de las dos horas.

viernes, 18 de enero de 2019

GLASS (CRISTAL), crítica sin spoilers del film de M.NIGHT SHYAMALAN

Tengo que admitir que en muchas ocasiones las películas fallan porque en el apartado de marketing y publicidad no saben venderlas como lo que son, sino que hacen pensar otra cosa, de tal manera que quien la va a ver predispuesto a un género se encuentra con otro, lo cual tiene dos únicas salidas: que comulgue con eso y lo ensalze, o que reniegue al sentirse estafado de lo prometido a lo (al final) ofrecido. Eso sería algo que sabe muy bien M.Night Shyamalan, que vivió hace casi dos décadas el espectacular éxito de El sexto sentido, provocando que el público fuera a ver sus posteriores cintas con la idea de encontrarse algo más o menos similar, y al no ser así su carrera y su prestigio fue decayendo, hasta que en fechas recientes volvió a lograr algo más de repercusión con La visita y Múltiple.

Pero estamos en lo de siempre, que una película tenga éxito, ¿la hace buena? No siempre es así, y en las dos últimas cintas citadas de este director La visita me pareció una simple anécdota dilatada hasta ser película mientras que Múltiple me dió la sensación de ser una nueva vuelta de tuerca a conceptos ya sobreexplotados (en especial en los géneros del terror y el suspense) a lo que sumar un histriónico James McAvoy que se me hizo un tanto excesivo. Lo mejor de aquel film, y que me supongo que ya sabrán todos aquellos que vayan a ver Glass, es la conexión final que hacía con El protegido, cinta de este director del 2000 un tanto adelantada a la actual moda de los superhéroes al plantear los esquemas propios de esos comics en plan realista.

Esta Glass (cristal) cierra la trilogia dedicada a estos particulares superhéroes, en esta ocasión dando título al que encarna Samuel L.Jackson (hay que recordar que el título original de El protegido, Unbreakable, haría referencia a las específicas capacidades del personaje de Bruce Willis mientras que Múltiple era en clara referencia al que da vida James McAvoy) Y en esta confrontación definitiva entre los tres puntos de este triángulo protagonista hay que indicar que saldrían ganando todos ellos gracias a que Shyamalan logra equilibrar sus tiempos en pantalla, lo que se hace bastante más beneficioso en el caso del personaje a cargo de McAvoy, que en esa particular entrega previa de esta trilogia (algo que desconocía cuando la ví por primera vez) se me hizo especialmente irritante. La cuestión que nos queda patente en el presente film desde que se unen los destinos de este trio tan particular entre las paredes de un psiquiatrico (y que es la que nos quiere transmitir el director) sería valorar si en verdad estamos hablando de seres excepcionales o de lunáticos empecinados en sus paranoias particulares, siendo en ese terreno donde esta película funciona mejor (de hecho se plantea de manera lógica ya que en tal caso, ¿porqué sólo estos tres?).

Y es que El protegido, que en su momento no me acabó de convencer por lo arriba citado de que no la presentaron como lo que en si era, la he disfrutado más en posteriores pases, y aunque no se puede decir de ella que sea tan destacable como la popular El sexto sentido, si que sin duda podría ocupar la segunda posición en un ranking con la variada filmografía de Shyamalan. Los aciertos que ya estaban presentes allí, justo cuando estaba germinando la actual moda de superhéroes en la gran pantalla, se recuperan para esta tercera entrega, minimizando también los excesos de la segunda (McAvoy parece más controlado, o al menos me ha dado dicha sensación), y por lo tanto ofreciendo (esta vez si) lo que promete... aunque con reservas. Habitual de los giros argumentales se producen unos cuantos en esta cinta que podrían ir desde la excesiva casualidad (orígenes ligados entre si) hasta la incongruencia que se desvela en su tramo final (parece digna de una mente conspiranoica), que remata con la aún más rebuscada de su epílogo (donde resulta dificil imaginar esa "confabulación" que se muestra, en especial la del personaje de Anya Taylor-Joy, cuyas acciones ya me resultaron bastante incoherentes desde un primer momento, tan solo explicables si la historia insistiera por la rama del terror, cosa que no hace)
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 18 de enero de 2019
  • Galería de posters por este enlace.
  • LO MEJOR: Es una aproximación diferente a ese cine de superhéroes al que ahora estamos tan acostumbrados.
  • LO PEOR: Retuerce demasiado la coherencia en pos de unos giros argumentales sorpresivos.

miércoles, 16 de enero de 2019

DAREDEVIL: EL BLUFF DEL HOMBRE CIEGO y CUSTODIA COMPARTIDA

Muchas veces he citado a Daredevil como uno de los personajes de Marvel que más me gustan, por lo que os podreis imaginar la ilusión con la que me cogí este tomo de la biblioteca, siempre con la esperanza de un comic a la altura de este superhéroe. ¿Expectativas altas? La verdad, te anuncia tanto la portada como la contraportada que por allí estarán Elektra (mujer fundamental para este personaje) y Spider-Man (mi otra gran preferencia en esta editorial) y te emocionas. Y cuando lo lees... pues la verdad, NO sería malo (lo dejamos en entretenido) pero sin lugar a dudas te deja con esa sensación de que manejando elementos realmente buenos tan solo ofrece resultados pasables.

Quizás también me influye leer esto sin haber leido lo previo, ya que hubo un tiempo en que esa identidad dual de este personaje eran tan conocida como la del Spider-Man post-Civil War, pero parece ser que ha habido una "voltereta" argumental (¿algún Mefistazo?) en la cual ahora parece que ninguno de los personajes antes citados la conocen (ni el resto del público)

Teniendo en mente algunas de las aventuras más icónicas de Daredevil puede sonar algo extraño que por ejemplo Elektra o Spider-Man no sepan esa dualidad, cuando la misma ha dado para comics bastante destacados, pero asumiendo que en esto de los superhéroes en ocasiones se tienen que hacer filigranas para lograr la atención del lector, uno las deja pasar si en compensación el resultado cumple. Y con esa ilusión te encuentras un primer arco argumental donde se juega con una hipotética descendencia entre Matt y Elektra en una cortina de humo que al final se queda en nada. Tras esa trama en dos números, los dos siguientes son esa especie de crossover con Spider-Man que se resuelve de manera eficaz (aunque para nada meritoria), siendo esa discreción extensible al anual con el retorno de Eco y como villano a Klaw, en el cual resultaría facil detectar algunas incongruencias en el planteamiento, que al igual que el resto de historias peca de final precipitado. Como complemento a dicha sensación la última historia, una breve de Roger McKenzie, se resuelve tan anecdóticamente como todo lo que la precede. 
Es indudable que la revista satírica El Jueves me ha servido para que haya conocido y conozca algunos de los mejores humoristas que tenemos en este pais, como también ocurre en el caso de esta Custodia compartida, en la que su autor (Pablo Velarde, con el seudónimo de Judas) nos ofrece un personaje cínico que bien podría ser heredero de la clásica Mafalda, para poder hablarnos de un tema tan delicado como la forma de afrontar por parte de la joven Custodia, la niña protagonista, el hecho de la separación de sus padres.

Nuestra joven heroina representaría a ese tipo de infancia que muchos hemos conocido (o que incluso hemos vivido en nuestras carnes), en la que para asumir esas situaciones a las que se enfrenta ha tenido que madurar antes de tiempo, siendo común que sus comentarios destilen acidez, dando la imagen de ser impropios de su edad. De todas maneras dicha aparente mala leche inicial queda matizada cuando vemos a lo que se enfrenta por parte de unos padres que no se soportan mutuamente, dando lugar a situaciones muy hilarantes.

De entrada lo que llama poderosamente la atención es ese caracter totalmente contrapuesto de sus progenitores: mientras que su padre sería un hippy naturista y vegano, su madre representaría esa típica aprovechada cuya mayor alegría en este mundo consiste en fastidiar en todo lo posible a su exmarido, estrujarle para sacar de él hasta el último céntimo, pero al mismo tiempo saciando sus apetitos sexuales con todo tipo de candidatos. Ambos admiten querer a la hija que tienen en común, pero en casi todas las ocasiones predominan esa guerra fraticida que hay entre los dos, provocando que Custodia luche con sus propias armas (sobretodo mucho cinismo y esa perspicacia tan madura para su edad) al verse enmedio de un conflicto no deseado, pero sabiendo jugar sus cartas para beneficiarse en todo lo que pueda de ambas partes. Este tomo recopila todas las páginas de esta serie que salieron editadas en la revista El Jueves entre 2011 y 2014, lo que permite la lectura continuada y asegura la simpatía del lector ante la forma tan acertada de su autor para realizar humor de temas en ocasiones delicados, que en una recopilación como esta queda bien patente.

lunes, 14 de enero de 2019

LOBEZNA: ENEMIGA DEL ESTADO, EL CUCHILLO EN LA MANO (CHAOS WALKING 1) y EL SHOW DE ALBERT MONTEYS (reseñas)

Me ha costado un poco leer este tercer tomo de Lobezna, pero no por nada intrínseco al mismo comic sino porque el usuario previo a mi que lo tenía lo ha devuelto con dos meses de retraso, con lo cual en vez de ser uno de los últimos que leyera en 2018 se ha convertido en uno de los primeros de 2019 (es lo que tienen las lecturas de biblioteca, algo que ya he citado por aqui en varias ocasiones)

En este caso Lobezna: Enemiga del estado lleva a recordar una de las mejores aventuras que vivió su versión masculina, con la que (no por casualidad) comparte mismo título (de hecho en el original es Enemy of state 2) Enfocada como secuela de aquel emblemático arco argumental con guión de Mark Millar y apartado gráfico de John Romita Jr. se presenta aqui un esquema parecido pero en esta ocasión con protagonismo de Laura Kinney, el alter-ego de Lobezna. Se completa este volumen con el primer anual de este personaje, en el que tendrá de compañera de aventuras a SpiderGwen, que sirve de prólogo a la historia que da título a este tomo.

Empezando justo por lo antes indicado, en dicho anual vemos un recurso utilizado en otras ocasiones y que suele plantear dilemas interesantes: por motivos en principio desconocidos Lobezna y SpiderGwen han intercambiado sus cuerpos, por lo que tendrán que resolver juntas el misterio que se esconde tras ello antes de que dicho cambio sea imposible de solucionar. En el recuerdo está una situación muy similar que protagonizaron en el universo Ultimate sus versiones masculinas (o sea, Spider-Man y Lobezno), y que en este caso es resuelto con corrección y entretenimiento. Tras ello tenemos Enemiga del estado, el arco argumental que como secuela del antes citado llevado a cabo por Millar y Romita Jr. resulta algo inferior si bien logra mantener el interés del lector durante los seis números que abarca, pese a que su final creo que resulta un poco forzado por aquello de mantener intachable la reputación de este personaje (vamos, que lo que en inicio parece una cosa, al final acaba siendo otra, todo para salvar la moralidad de Lobezna aunque sea bajo control mental)
Cuando el otro día estaba echando un vistazo a las novedades me veo la novela El cuchillo en la mano de Patrick Ness, y lo primero que pensé era que el nombre del autor me sonaba muy conocido. ¡Como no! Al poco me percaté de que era el responsable literario de Un monstruo viene a verme, obra que estuvo adaptada en pantalla de la mano de J.A.Bayona, por ello me decanté por este libro pese a ser mucho más extenso que la novela que le dió más fama y en si constituir el inicio de una trilogia que mezcla varios géneros. De hecho esta novela fue editada hace varios años, cuando su autor no era tan conocido, pero debido a que supongo que no tuvo las ventas esperadas no se editaron sus dos secuelas, algo que parece que se remediará ahora porque la continuación directa ya está en el mercado y la que cierra la trilogia me imagino que no tardará en tener el mismo destino.

En esto supongo que resulta de bastante influencia que se haya adaptado esta novela a la gran pantalla contando de protagonistas a Tom Holland (el nuevo arácnido de Marvel desde Spider-Man Homecoming) y Daisy Ridley (la protagonista femenina de las nuevas películas de Star Wars), lo cual admito que me ha sido de gran ayuda a la hora de imaginar las peripecias por las que pasan sus personajes en una primera entrega de la trilogia sin duda alguna repleta de acción (bueno, eso y que el villano tendrá el rostro de Mads Mikkelsen, lo cual también ha "ayudado" a la hora de visualizar mentalmente las diferentes situaciones y los personajes)

Esta obra entraría dentro de ese bastante extenso grupo de distopias juveniles que se pusieron de moda hace ya unos años (a raiz de franquicias tales como Los juegos del hambre), pero pese a tener elementos en común con ellas, se maneja bastante bien en una mezcla de géneros donde cabe desde la ciencia-ficción más elemental hasta los westerns. Con una evidente crítica hacia el colonialismo salvaje que sería una característica propia del ser humano o los fanatismos religiosos (esto último a partir de que se vayan descubriendo ciertos secretos), sin desvelar spoilers diré que todo gira sobre Todd Hewitt, un adolescente usual que vive en un remoto pueblo de un remoto planeta donde se ha instalado la humanidad, sugiriendo que se abandonó la Tierra al consumir todos sus recursos. En dicho nuevo mundo hay una característica especial: los seres humanos pueden escuchar los pensamientos de todo bicho viviente, incluyendo ellos mismos (atención al perro del protagonista, un notable secundario) y no hay mujeres... o eso creía el protagonista, hasta que descubre a una a la que le rodea el silencio, y con la que tendrá que huir en un periplo que le llevará a averiguar varias cosas que le llevarán a cuestionarse muchas otras. Como he indicado estamos ante un libro extenso (roza el medio millar de páginas) pero que se hace tremendamente entretenido de leer y deja con un intenso final donde cabe preguntarse los derroteros por los que girará la historia a partir de ahi.
Cualquier artista destacará dentro de su ramo si se demuestra que puede no quedar encasillado, y eso me lo demostró Albert Monteys gracias a su obra ¡Universo! que me leí hace unos meses. Pero con este El show de Albert Monteys lo que recupera es su lado más humorístico con una recopilación de las historias que publicó entre 2014 y 2017 en la fenecida revista digital Orgullo y satisfacción. En dichas viñetas el autor hacía una simpática autocrítica mostrando como detrás del dibujante más famoso hay una persona tan normal como podría ser cualquiera.

No mentiré si afirmo que esta es una de esas lecturas de biblioteca a las cuales le pegó un segundo vistazo tras su primera lectura, porque sinceramente resulta muy divertida gracias a la empatía que el autor consigue transmitir a través de su "otro yo" que pulula por estas viñetas, en el que se pueden ver reflejados todos los que son de la misma generación que Monteys (como sería en mi caso, ya que yo soy de 1974 mientras que él es de 1971) Es innegable que sus referencias y referentes los comparto yo también por ese citado tema generacional, y por eso sintonizo con ellos, pero al mismo tiempo congenió y me divierto con sus propias autocríticas hacia sus defectos y virtudes, porque en situaciones similares probablemente sería como él. Todos tenemos sin duda en lo más hondo nuestras mayores o menores mezquindades, y eso lo aprovecha el autor no sólo para fustigarse a si mismo por las suyas, sino que también para hacer una crítica de la sociedad en la que estamos y de los tiempos en los que vivimos. Y no quiero dejar de destacar como nos muestra todo lo citado al mismo tiempo que intenta ser un padre de familia friki, en donde su pareja Mamen representaría el contrapunto a las andanzas de Monteys, logrando algunos momentos de máxima diversión por el contraste entre ambos. En resumen, sin duda alguna diversión garantizada.