Las adaptaciones de Stephen King han tenido una suerte desigual, aunque bien podría decirse que se han convertido en un género en si mismas. De todas maneras no había ninguna que hubiera tenido un éxito arrollador hasta que hace dos años la primera entrega de It se convirtió, para sorpresa de muchos, en la película de terror más taquillera de la historia (algo que encuentro del todo justo) Y dio la casualidad de que coincidiendo con el estreno de aquella se repuso en televisión la miniserie de 1990 que adaptó (como pudo) toda la MUY EXTENSA obra de Stephen King, y que es sobretodo recordada por un magnífico Tim Curry encarnando a Pennywise. Cuando la revisé me dí cuenta, aparte de sus limitaciones propias de la época entre otras carencias, de que lo que mejor funcionaba era todo el segmento en que los protagonistas principales eran jóvenes, perdiendo parte de ese encanto en el que ya son adultos. Vamos, que eso ya viene de su propia base original.
Es por eso que hasta cierto punto resulta comprensible que en este segundo capítulo que adapta toda la parte en que los protagonistas ya son adultos coincida en ser inferior al capítulo precedente, algo que se hace evidente en los variados flashbacks que recuperan al reparto infantil del film anterior, con los cuales si parece haber esa "chispa" que se difumina con sus alter-egos adultos que reviven su pesadilla 27 años después, en un film mucho más extenso.
Curiosamente el detalle de que este segundo capítulo supere en más de media hora al precedente no significa por ello que sea mejor, porque pese a tener el tiempo suficiente como para desarrollar de forma adecuada a los personajes, el guión de Gary Dauberman se arriesga suponiendo que el público ya los conoce de la primera entrega. El problema radica en que lo que los jóvenes actores del capítulo 1 mostraban de forma mucho más fluida (y con lo que consiguieron una mayor empatía por parte del público), sus versiones adultas lo hacen de manera más formal, pero perdiendo la química que si era muy evidente en los chavales, que pese a haber sido rejuvenecidos para esta secuela (en los dos años que han pasado los niños crecen deprisa) demuestran una mayor cohesión como grupo que la de sus versiones de 27 años después. Todo ello, eso si, sin en ningún momento menospreciar a los actores que encarnan a las versiones adultas, donde destacan nombres como los de James McAvoy y Jessica Chastain, aunque la sensación que desprenden es que se podría haber alcanzado más provecho de algunos, como los dos citados, que ya han demostrado su solvencia en otras películas.
El detalle mencionado del retoque por ordenador de los jóvenes intérpretes no es lo único, porque de las muchas criaturas y engendros que pululan por esta secuela, se hace muy evidente en algunos casos el hecho de ser generados por CGI, lo que disminuye de manera evidente el terror de lo "sugerido" que primaba en la primera película por uno mucho más "explícito", el cual funciona de forma apropiada pero hace decaer el conjunto a algo más visceral que perturbador, y en resumen algo menos inquietante. Como es natural Bill Skarsgård como Pennywise sigue siendo lo más llamativo de la historia, aunque se le podría achacar el hecho de que se pierde la sorpresa inicial que tenía en el film precedente. Pero pese a un adecuado final, con un correcto epílogo para cada personaje, en cierto momento se me hizo muy evidente un detalle de guión del que pueden echar mano en caso de que el éxito de esta secuela propicie querer seguir exprimiendo a este siniestro payaso, si bien con el riesgo de caer en esas sucesivas muertes y resurrecciones que han tenido multitud de populares matarifes de la gran pantalla, siempre según los resultados de taquilla de sus progresivas secuelas.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 6 de septiembre de 2019
- Galería de posters por este enlace.
- EL CAMEO: Al estilo de Stan Lee en Marvel, aqui tenemos un breve cameo de Stephen King, el "padre" literario de la presente historia. También hay un simpático guiño a El resplandor, obra del mismo autor.
- LO MEJOR: Aún con sus evidentes altibajos (su ritmo evoluciona cual si fuera una montaña rusa), que consiga mantener la atención del espectador en mayor o menor medida durante sus extensos 169 minutos.
- LO PEOR: Más allá de un metraje que se podía haber ajustado (quitando algo del excesivo lastre de la gruesa novela original), que una vez acabada esta historia se les ocurra crear una franquicia.