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miércoles, 5 de abril de 2023

SUPER MARIO BROS: LA PELÍCULA (crítica sin spoilers)

Super Mario Bros nació como videojuego de plataformas en 1985. Diseñado por Shigeru Miyamoto, el éxito fue tal que a partir de ahí ha habido infinidad de versiones para todo tipo de formatos, logrando ser un icono para Nintendo. Admito que nunca he sido ni seguidor ni jugador acérrimo de videojuegos, pero mentiría si dijera que nunca he jugado alguna partida esporádica con el protagonista de esta franquicia, el fontanero Mario, por lo que se puede decir que más o menos lo conocía cuando fui al cine en 1993 para ver su adaptación en acción real, en su momento una película machacada por la crítica y denostada por el público, que se decantó en aquella temporada veraniega por otro estreno con dinosaurios que generaría su propia franquicia. Jurassic Park.
 
¿Tan mala era aquella película? Hace 30 años admito que no me disgustó, pero si que la recuerdo como algo FALLIDO, ya que las similitudes con el videojuego (por aquel entonces) podemos decir que eran tangenciales. De todas maneras creo que la pareja protagonista si era más o menos funcional, ya que tanto Bob Hoskins encarnando a Mario, así como John Leguizamo (actor al que descubrí a raíz del citado film) como su hermano Luigi cumplian con corrección la difícil papeleta. El problema radicaba en TODO LO DEMÁS, siendo difícil encontrar alguna similitud que recordara en algo a lo se había visto y planteado en los videojuegos. Uno de los fallos más evidentes que recuerdo fue poner aspecto humano al villano, interpretado por un histriónico Dennis Hooper, así como la ridícula justificación para el personaje de Daisy (a cargo de una Samantha Mathis entonces conocida por ser la novia del malogrado River Phoenix)
 
De todas maneras su error era ese tan común en algunas adaptaciones de los noventa y primeros 2000: intentar hacer en acción real algo IMPOSIBLE de trasladar a dicho formato. Hay cosas (comics, series de animación, videojuegos, etc.) cuya idiosincrasia hace que funcionen dentro de sus propios parámetros, pero que no acaban de convencer cuando se les cambia esa esencia propia, al menos hasta estos últimos años en que algunos proyectos si consiguen un acierto parcial. Ejemplos de lo primero hay muchos, que van desde la película de Los Picapiedra en 1994 a las dos películas en acción real de Mortadelo y Filemón de 2003 y 2008; films que pueden gustar más o menos según cada espectador, pero que resulta innegable que no acaban de hacer una traslación acertada de sus parámetros de origen. Sería como si alguien se planteara una adaptación en acción real de ¡¡¡Los Simpsons!!!… son disparates innecesarios.
 
Si por tanto la mejor manera de adaptar Super Mario Bros era la animación, ¿tanto ha costado realizar una película como esta? Vale que ha habido algunos programas televisivos, alguna serie de animación a lo largo de su historia, así como traslación a las viñetas de los comics, pero todo ello fue previo al estreno del film de 1993 (que incluso generó su variante porno, en dos entregas con Ron Jeremy de protagonista, que fueron compradas por Nintendo para hacerlas “desaparecer” y mantener el buen nombre de la franquicia) Se ha tenido que esperar a que Illumination Entertainment (famosos por Los Minions) y Universal Pictures se pusieran de acuerdo para realizar esta película, que por fin consigue hacerle justicia visual a estos personajes, aunque quizás peca de excesivo fan-service (son tropecientas mil las referencias: yo pillé muchas pero seguro que aún hay más) así como de un ritmo en algunos momentos excesivamente alocado. Pese a todo creo que convencerá al público infantil al que va dirigida, así como también a los nostálgicos que por fin verán en pantalla (en esta ocasión de cine) una acertada traslación visual de este personaje y su universo de plataformas, si bien con la pena de que algo así no hubiera llegado antes.
 
Pero más allá del fan-service, ¿convence? Su argumento es simple y sencillo (no nos vamos a engañar), por lo que por ahí puede que el resultado flaquee para muchos. También tiene un apartado musical que funciona cuando se centra en si mismo, pero con ciertas elecciones en cuanto a canciones que pueden levantar discrepancias (aunque a mi me resultaron funcionales) Al haberla visto en pase de prensa en versión original subtitulada es justo citar a Chris Pratt como Mario, Seth Rogen como Donkey Kong y Anya Taylor-Joy como la Princesa Peach (que, a tono con los tiempos que corren, ya no es la previsible damisela en apuros), aunque quien sin duda lo borda es Jack Black como el villano Bowser, así como los comentarios morbosos (respecto a como se encuentra) de Lumalee, con una chistosa voz de helio. Siguiendo con esa moda de escenas tras los créditos, en la última se sugiere la presencia de cierto popular aliado del protagonista, en caso de que esta película funcione lo suficiente como para generar una secuela.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 5 de abril de 2023.
  • Galería de posters por este enlace.

martes, 29 de noviembre de 2022

EL MENÚ, una deliciosa pesadilla en la cocina (crítica sin spoilers)

Las similitudes culinarias a la hora de escribir sobre una película son bastante usuales, y en un caso como este vendrían la mar de bien, pero antes que nada quisiera exponer mis pensamientos previos antes de ver el film El menú, ya que por los mínimos avances que ví, que una de sus temáticas fuera el ¿terror? era algo que me intrigaba y me llevaba a la duda. Tranquilos que podeis seguir leyendo porque esto es tan solo lo que me sugería la película ANTES de verla, que cambió una vez la pude ver (o, jugando a lo culinario, me deleité con ella) 

Lo primero que se me vino a la cabeza fue Blanco humano de John Woo, con Jean-Claude Van Damme de protagonista, por aquello de la caza del ser humano; mientras que estando presente el tema de la alimentación me recordé del personaje de Hannibal Lecter, todo un sibarita canibal, en cuya tercera entrega con Anthony Hopkins de protagonista ya estuvo de villano el actor Ralph Fiennes, presente en esta cinta dirigida por Mark Mylod
 
Ambas cosas me cuadraban con el hecho de que El menú se supone que es una sátira gastronómica con toques de crítica social, aunque tengo que admitir que fallé en mis presunciones, ya que lo que al final lo que prevalece es una de las sensaciones más antiguas, que según el refranero popular mejora si se sirve fría (nueva referencia culinaria que, con otra más, me viene al dente) Porque El menú sería sin lugar a dudas una de las mejores películas de este 2022.

A la hora de comer, cada uno tiene su particular manera de hacerlo, pero en cierto momento de esta película el personaje de Fiennes pide a sus comensales que NO coman... sino que saboreen, que degusten y que se recreen en los sabores de lo que les van a servir. Su personaje vendría a ser una acertada parodia llevada al exceso de esos chefs de renombre que no te ofrecen algo para alimentarte, sino más bien algo bonito para ser contemplado y admirado más que saboreado. Eso se caracteriza por platos donde lo alimenticio apenas te da para un bocado, pero por los que los más sibaritas pueden llegar a pagar cantidades exorbitantes, como le ocurre a los personajes de esta cinta: una pléyade de supuestos esnobs que en muchos casos viven de las apariencias (pero que también esconden sus oscuros secretos), entre los cuales entra por pura casualidad el personaje de Anya Taylor-Joy, cuyo caracter menos petulante que el del resto parece resaltar tanto del citado grupo de comensales como al propio chef encarnado por Fiennes.
 
Con una excéntrica manera de comportarse, a medio camino entre lo excéntrico y lo dictatorial, la férrea actitud de control absoluto que ejerce el chef Slowik sobre el destino exclusivo al que lleva a sus comensales (y TODO lo que allí acontece) no le acaba de cuadrar cuando se entera de que uno de ellos (el personaje de Margo, al que encarna Anya Taylor-Joy), no es el esperado en un inicio. Pese a todo seguirá con su idea de hacerles pasar a sus comensales una experiencia gastronómica única y excepcional, con una sucesión de platos a cual más excéntrico, y en donde lo que comenzó como un ágape un tanto arrogante (por el exceso de florituras en cada nueva receta) derivará en una despiadada crítica contra la petulancia de esa acomodada clase social, que en una situación problemática no deja de comportarse como seres humanos, en muchos casos mostrando pese a todo que son capaces de los comportamientos más miserables cuando las circunstancias se ponen en contra. Y todo ello con un ajustadísimo metraje de 107 minutos.

Para finalizar esta crítica, porque lo mejor es ir a ver esta película sabiendo lo mínimo de ella, me gustaría citar un detalle en el que no se ahonda, y por lo que creo que lo que podía haber sigo magistral se queda tan solo en un notable alto: la sumisión del equipo de cocineros de Slowik. Cuando quedan más o menos claras las características del personaje de Fiennes uno las puede entender (o no), pero resulta curioso que todos los del equipo culinario que le acompaña sigan con absoluta obediencia y sumisión todas sus órdenes (sirva de ejemplo el tono militar cada vez que da alguna palmada, siendo incuestionable TODO lo que venga de él), lo que me llevó a recordar a cierto villano de Marvel: el Hombre Púrpura, que debutó en las páginas de Daredevil y que se vió en la serie televisiva Jessica Jones a cargo del actor David Tennant. La capacidad de este personaje era controlar a la gente con su voz, pero como logicamente algo así no tiene cabida en un film como este, las motivaciones del equipo de Slowik quedarán sin justificación.
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 2 de diciembre de 2022.

miércoles, 19 de octubre de 2022

ÁMSTERDAM, brillante elenco pero fallido resultado (crítica sin spoilers)

El director David O'Russell (del que en su día ví de estreno Tres reyes, Joy y La gran estafa americana, aparte de otros suyos que recuperé luego en pases televisivos como por ejemplo El lado bueno de las cosas) se caracteriza por realizar películas en mayor o menor grado correctas, pero que la crítica valora por encima de la media. Eso ha llevado a que actores como Christian Bale (también presente en este film) y Jennifer Lawrence le tengan que agradecer los Oscars que se ganaron, respectivamente, por sus papeles en The fighter y El lado bueno de las cosas, ambos de David O'Russell
 
Ya se sabe que los Oscars no siempre premian a lo mejor (en ocasiones los resultados serían bastante discutibles), pero me imagino que con la idea de probar suerte en dichos galardones es por lo que el director ha conseguido reunir para Ámsterdam, este nuevo film suyo, a un reparto impresionante, entre intérpretes que vuelven a repetir con él y nombres nuevos pero llamativos: Christian Bale, Margot Robbie, John David Washington (el protagonista de Tenet del director Christopher Nolan), Chris Rock, Anya Taylor-Joy, Zoe Saldana, Michael Shannon, Timothy Olyphant, Taylor Swift, Rami Malek y Robert de Niro entre otros. Con semejante elenco y un presupuesto de 80 millones de dólares estaban claras las pretensiones de esta película, pero en su estreno en Estados Unidos ya ha marcado cifras muy irrisorias (3ª posición en la taquilla en su estreno, y apenas 6,5 millones de dólares), encontrándose además con el rechazo del sector crítico.
 
Más allá de las polémicas sobre la forma de trabajar de David O'Russell (que parece ser algo así como un tiránico déspota en el set de rodaje) uno tiene que valorar el producto final, porque si relacionamos de entrada que es malo todo producto artístico que venga de una persona bastante insoportable o desagradable, muchas obras igual perderían el mérito ganado por ellas mismas (sirva de muestra un clásico como Alfred Hitchcock, genial como director pero no del todo agradable con algunas de sus actrices, u otro mítico como Stanley Kubrick, metículoso a la hora de rodar hasta límites que sacaban de sus casillas a muchos de los actores que trabajaron con él) En este caso Ámsterdam es una jugada arriesgada por parte de sus responsables, ya que una vez vista resulta bastante evidente que o bien no tenian muy claro que contar (ya que da la sensación de que para lo esencial hubieran bastado 90 o 100 minutos, y nos los 134 finales donde se nota mucho relleno), o bien quisieron mezclar géneros y estilos dispares (drama histórico, comedia, bélico, suspense, musical) con la idea de que alguno de ellos funcionaría, y con suerte (que va a ser que no) harían una destacable película.

Resulta una pena que con los muchos alicientes con los que partía esta película (porque aparte del espectacular reparto está un cuidado diseño de producción que logra ser una delicia visual) me tenga que conformar con darle un aprobado justo, ya que la pretenciosa idea de su director y guionista David O'Russell se ve lastrada por ese handicap de intentar rellenar metraje con intrascendencias insustanciales, divagando sin necesidad cuando podría haberse concentrado más en la sala de montaje para ceñirse en lo esencial. Incluso el propio título es engañoso, ya que dicha ciudad apenas sale unos momentos, pero se supone que las buenas sensaciones que les dejó al trio protagonista (Bale, Robbie y Washington) después de estar en Ámsterdam son las que centran la férrea amistad que une a sus personajes. En cuanto al elenco, si tienes uno tan envidiable... ¡usalo!: salvo el trio principal (destacando Christian Bale y Margot Robbie), el resto tienen a su cargo meras presencias testimoniales resueltas lo mejor que pueden, dejando la sensación de talento desaprovechado y de que Ámsterdam podía haber sido un peliculón... pero se queda tan solo en una simple película.
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viernes, 19 de noviembre de 2021

ÚLTIMA NOCHE EN EL SOHO, fascinante sorpresa (crítica sin spoilers)

La anterior película de Edgar Wright (director de este film) que ví en cine fue Baby Driver, un título que admito que en su momento fuí a verlo sin expectativas y el resultado final fue una agradable y recomendable sorpresa. La experiencia personal que tenía con este realizador se ceñía a sus colaboraciones con Nick Frost y Simon Pegg (la trilogia del Cornetto, formada por Zombies Party, Arma Fatal y Bienvenidos al fin del mundo), o su adaptación del comic Scott Pilgrim contra el mundo, a lo que añadir que hubiera sido el director previsto en un principio para Ant-Man de Marvel, si bien su estilo no acabó de cuadrar con lo que quería la productora, por lo que fue sustituido por Peyton Reed
 
Esta Última noche en el Soho no estaba en principio entre mis primeras elecciones de próximos estrenos que me interesaban ver en cine, pero me ganó con un trailer que enseguida me cautivó, no solo a nivel visual sino tambien musical, con su elección del tema Downtown de Petula Clark, que para mi siempre quedará asociado a uno de los momentos más inquietantes y acertados de las dos últimas temporadas de Expediente X. A eso se sumó la atrayente presencia de Anya Taylor-Joy (vista en la exitosa serie Gambito de Dama y destacable en Los nuevos mutantes) y Matt Smith (11º Doctor Who y el primero al que conocí cuando me aficioné a dicha serie), así como un poster con un estilo clásico que me encantó, muy propio de la época en que transcurre este film.

Todo eso es una clara muestra de que en ocasiones no es bueno prejuzgar, porque los alicientes van más allá: como claro homenaje a la década que le sirve de inspiración (los años sesenta), la película ofrece un par de papeles secundarios a dos intérpretes clásicos como son Terence Stamp y Diana Rigg, esta última en la que fue su actuación póstuma, ya que falleció en 2020 con 82 años. Del primero poco se puede añadir porque su carrera abarca todo tipo de películas y series desde que debutó en los sesenta, mientras que de la segunda se puede decir otro tanto, si bien por siempre quedará en el recuerdo como la Emma Peel de la serie televisiva de Los Vengadores, que fue todo un icóno de aquella década; aunque también estuvo en la igualmente popular y más reciente Juego de Tronos. Sobra decir que la labor de todos los que he citado hasta el momento es gratamente satisfactoria, pero la mayor sorpresa me la ha dado la protagonista, una Thomasin McKenzie que está realmente magnífica siendo casi una desconocida para el gran público (lo más reseñable suyo hasta la fecha han sido papeles en peliculas como la tercera entrega de El Hobbit o Jojo Rabbit)

Muchas alabanzas he dado hasta aqui de sus actores pero poco he indicado de su historia, y es que estamos ante ese tipo de películas con las que lo mejor es saber poco, y a partir de ahi dejarse llevar. El guión de Edgar Wright (también director del film) a medias con Krysty Wilson-Cairns es un fascinante thriller psicológico con toques sobrenaturales que tiene como referencias a los grandes maestros del género, en una historia que sabe mantener el interés en todo momento y jugar de manera muy inteligente con las expectativas del espectador, incluyendo un sorprendente giro final. La cinta se centra en Eloise (a cargo de una Thomasin McKenzie que se entrega en una magnífica interpretación), una joven aficionada a todo lo referente a la década de los sesenta que está estudiando para diseñadora. Tras su llegada a Londres se hospedará en una pensión donde empezará a tener visiones de una especie de alter-ego suya de los años sesenta, una aspirante a cantante llamada Sandy (papel para una fenomenal Anya Taylor-Joy) que parece encontrar una oportunidad con Jack (el personaje de Matt Smith), aunque las cosas no irán según lo esperado para ninguna de ellas.

Y es que mientras que la Eloise actual descubrirá el aspecto más turbio de la década que tiene ella mitificada, la Sandy de los sesenta entrará dentro de un círculo de fatalidades que la encaminan hacia un destino incierto. A partir de ahi, si bien la historia ya había sugerido detalles antes, ambas realidades parecen confluir y confundirse entre si, lo que llevará al espectador a dudar sobre si las visiones son reales o alguna especie de trastorno mental de la protagonista (se sugiere esa posibilidad), que se empeñará en descubrir la verdad aunque eso la lleve al borde de la locura. Como si fueran dos caras de una misma moneda, Eloise por un lado y Sandy por el otro descubrirán el lado oscuro de la búsqueda de sus sueños (la primera ser diseñadora, la segunda cantante) que correrán el riesgo de transformarse en pesadillas. En resumidas cuentas Última noche en el Soho es una película fascinante con un guión interesante, una notable labor tanto de dirección como de su elenco y un magnífico resultado en detalles como la fotografía, el vestuario y los escenarios, así como también una emblemática selección musical que consigue trasladar al espectador a la mítica década de los sesenta. 
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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 19 de noviembre de 2021.
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  • LO MEJOR: El guión, la dirección, el trabajo de su elenco, la fotografía, el vestuario, la ambientación, la selección musical... vamos, si no es todo pues casi todo.
  • LO PEOR: Su inmerecido fracaso en taquilla, que la puede hacer pasar desapercibida para el gran público.