LA SIRENITA
Cuando está cercano en el horizonte, en el momento de escribir esta reseña, el estreno del remake en acción real de La Sirenita que ha llevado a cabo Disney a partir de su propia película de animación de 1989 (con la que empezó su segunda edad de oro en la animación clásica) me he decidido por descubrir la historia original de Hans Christian Andersen dentro de esa colección de albumes promovidos por Benjamin Lacombe (del que me declaro amante de su estilo artístico) de la cual ya he leído algunos ilustrados por él, así como otro por simple nostalgia de mi infancia. Esta edición de La Sirenita por Edelvives es realmente preciosa, a la par que muy ilustrativa, con lo cual me vengo a referir a que más allá de que las ilustraciones de Lacombe sean geniales (con un estilo gráfico que se demuestra aqui portentoso, en un artista que no suele decepcionar), o que el cuento original sea hermoso y triste a la vez (lo que lo mejora con creces), sino a un prólogo, un epílogo y unos extras donde se da una curiosa hipótesis LGTBI (que desconocía) sobre la concepción de la presente obra, y como reflejaba el estado de ánimo y los sentimientos de su autor por aquel entonces.
TARZÁN DE LOS MONOS
Todo lo que a lo largo de los años sabía del personaje de Tarzán estaba determinado por lo visto en las películas que vi de pequeño, quedándome grabado en el recuerdo que el mejor actor que lo había interpretado fue Johnny Weissmüller. El personaje, de todas maneras, también ha pasado por las viñetas (reseñé hace unos meses un comic suyo de la biblioteca), pero en los últimos tiempos su presencia en cine se había reducido a una tan solo correcta película que no entusiasmó como para generar secuelas. Pero más allá de sus andanzas en otros medios y por otros autores me faltaba lo básico: el origen literario de la mano de su creador Edgar Rice Burroughs, que es la asignatura pendiente que he podido cumplir con esta reciente edición de Tarzán de los monos. El resultado ha sido una novela de aventuras irresistible, sorprendente y tremendamente entretenida, cuya base es la que muchos ya conocen, pero que pese a ello consigue mantener un ritmo ágil gracias a una narrativa intensa que logra mantener el interés en todo momento, pese a sus más de 100 años (en origen es de 1912) Sin duda alguna una tremendamente recomendable joya literaria apta para todos los públicos.
BAUTISMO 1 y 2
Hace tiempo leí de la biblioteca otros mangas de Kazuo Umezz o Umezu (como El chico de los ojos de gato, La casa de los insectos o la excelente Aula a la deriva), por lo que no lo dudé cuando ví como novedad los tres tomos de Bautismo, de los que de momento he podido leerme los dos primeros. Este manga, en origen de los años setenta, nos presenta a Izumi Wakakusa, la actriz más famosa del momento, pero que bajo eso esconde una obsesión enfermiza por su belleza. Llegado a cierto punto engendra una hija llamada Sakura, y se retira del mundo del espectáculo para criarla, pero en ello no hay nada del amor maternal que uno esperaría, ya que la niña forma parte de un malvado plan de la madre. En el tomo 1 asistimos a la angustia de Sakura cuando se da cuenta de la crueldad que su madre pretende con ella, lo que varía en su grueso tomo 2 para mostrar como la protagonista se encapricha de su profesor, manipulando su vida en todos los sentidos, mientras una de sus compañeras de colegio intenta averiguar el cambio de actitud de su amiga. De momento una notable historia que pasa del inicial terror angustioso (y algo de gore) a una perturbadora intriga con suspense.
TED, UN BICHO RARO
Desde que en 2008 me dijeron que tengo TEA y TOC (siendo exactos Síndrome de Asperger) siempre que he detectado en el catálogo de las bibliotecas algo relacionado con el tema no he dudado en cogerlo para leerlo, siendo en ese grupo donde se encuentra un cómic como este Ted, un bicho raro. El protagonista de esta historia toma su nombre de las siglas de Trastorno Específico del Desarrollo, y vendría a ser un personaje independiente que en algunos momentos me recordó al Sheldon Cooper de la serie televisiva The big bang theory, pero que sirve como perfecto ejemplo (aunque sea un tanto llevado hasta el límite) para mostrar como a los que tenemos eso nos cuesta socializar o tener claros conceptos como la ironía y/o el sarcasmo (me pasa a mi) Con un estilo gráfico minimalista y desproporcionado, la autora Émilie Gleason (que tiene un hermano con TEA), parece querer mostrar como ven de diferente el mundo estas personas. El resultado sería correcto y entretenido, aunque quizás deriva en ocasiones al exceso (el final, aunque probable, lo veo demasiado drástico), pero no está mal en cuanto a sus loables pretensiones iniciales.
EL CABEZONIANO y EL CABEZONIANO: TEMPORADA DOS
De las obras de Enrique V.Vegas he hablado varias veces en mis reseñas, porque casi cualquier éxito de la cultura popular ha pasado por su variante paródica cabezona. De entre todas ellas la prolífica saga de Star Wars ha vivido lo mismo, y si todas las películas tuvieron su correspondiente parodia, la primera serie televisiva en acción real (The Mandalorian) no iba a ser menos. Si hace poco he finalizado su tercera temporada (emitida por la plataforma Disney +), recupero ahora de la biblioteca las parodias de las dos primeras, del 2019 y 2020 respectivamente. Como viene siendo tónica habitual en las obras de Vegas, la labor de síntesis hace que cómics así entren más por sus ilustraciones (notables y bastante destacables) que por sus guiones, que en muchos casos pueden pecar de una excesiva simplicidad, quedándose solo en la superficie de lo que en el elemento original era más y mejor desarrollado, si bien la condensación que hace de los momentos más esenciales de esta serie resulta correcta. Aún así el estilo gráfico del autor sigue siendo una gozada, lo que en ediciones como esta (albums a todo color) permite que luzca maravillosamente bien.