La maldita pandemia del Coronavirus que empezó la primavera del 2020 ha trastocado a todo y a todos, incluido el mundo del cine, por lo que la más reciente edición de los premios Oscar se nutrió de mucho material estrenado en plataformas de pago (tipo Netflix) y no en cines, porque era hacer eso o sencillamente no dar premios este año (que ya de por si se retrasaron hasta finales del pasado abril), debido a que los estrenos habían sido irrisorios al estar cerrados durante meses los cines de casi todo el planeta. No mentiré si digo que debido a la situación indicada, a lo que sumar que la mayoría de los títulos candidatos que optaban a los Oscars de este año no me llamaban del todo la atención, dejé pasar algunos de ellos, si bien unos pocos si me levantaron una cierta curiosidad.
Uno de ellos fue El padre, película estrenada a finales del pasado 2020 (por eso la haré constar como estreno de ese año aunque la haya visto en 2021) Lo que más me llamó la atención de ella fue la presencia del gran actor Anthony Hopkins, por lo que los sucesivos premios que iba acumulando tanto la cinta como él, que culminaron con los Oscar a mejor guión adaptado y a mejor actor protagonista para Hopkins (su segundo Oscar tras el que obtuvo por ser Hannibal Lecter en 1991 en El silencio de los corderos) me llevaron a la decisión de verla en cine si podía. De eso se ocupó el Espai VO que hay donde vivo, con el que justo hace bien poco pude recuperar también la película El chico de Charles Chaplin en su centenario.
Con posterioridad puede sonar algo complaciente eso de decir que el premio otorgado era más que merecido pero es que sin duda alguna se lo merecía con creces. La actuación de Hopkins es magnífica porque retrata algo que todos tenemos cerca (en amigos, familia, etc.) pero que quizás no queremos ver: la senilidad. Es triste cuando el paso del tiempo va deteriorando el cuerpo físico pero resulta MÁS TRISTE si también ataca a nuestra mente, porque poco a poco se pierde la esencia de lo que uno es y se vive con lagunas mentales que poco a poco crecen como océanos. Este film está montado desde el punto de vista del protagonista al que encarna Anthony Hopkins, un hombre mayor que dice poder vivir solo sin problemas pero que tiene que lidiar con una hija (a cargo de una también notable Olivia Colman) que no está de acuerdo con ello. Al ver el espectador la película como la vive su protagonista, pronto nos damos cuenta (él y nosotros) de que algo no va bien, pero lo que en otro caso hubiera derivado hacia la intriga conforma aqui un puzzle en el que vamos intuyendo esa vida que el protagonista está perdiendo, diluida por una progresiva senilidad de confusiones y olvidos.
La única (relativa) pega que se le puede achacar a la película sería que se hace muy evidente su origen teatral, pero es realmente meritoria la adaptación que ha llevado a cabo el propio Florian Zeller de su obra más importante hasta la fecha (de ahi el merecido Oscar al mejor guión adaptado) con la colaboración de Christopher Hampton. Pero un buen guión no sería nada sin buenos intérpretes y ahi acierta del todo con la elección de Hopkins, que sabe otorgar a su personaje todos los matices necesarios para hacerlo creible en sus variados estados de ánimo, ya que por momentos puede resultar amable y de pronto ser un déspota, o estar plenamente seguro de algo para después dudar de si las cosas son como él se piensa, cual si fuera un alma en pena sin certezas a las que agarrarse. El final resulta tan coherente como triste, porque la encomiable labor de su hija para cuidar de él se topa de frente con una situación progresivamente más problemática, que le lleva a decidir algo que por amor hacia su progenitor le duele en lo más profundo del alma, pero que como persona no le deja otra opción, con todo el dolor de su corazón. Y sales del cine pensando cuantos casos así no habrá en la vida real...
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 23 de diciembre de 2020.
- Galería de posters por este enlace.
- LO MEJOR: Anthony Hopkins, que está magnífico, y su hija en la ficción, a cargo de Olivia Colman, si bien todo el reparto se nota tremendamente acertado y coherente.
- LO PEOR: Darse cuenta de que esto es un problema latente en nuestra sociedad y desear que no te toque...